"Quienes pretendemos seguir a Jesucristo debemos saber renunciar a las ideologías interesadas" Argentina descreída: Algo había que hacer

Milei y Trump
Milei y Trump

"Las vacas flacas, hay que decirlo, fueron alimentadas por el propio gobierno, ratificando con gritos, un plan económico con el único centro en los números, ignorando la realidad de las personas concretas"

"Se eligió buscar auxilio en el más canalla e inhumano de los líderes: Donald Trump, que como presidente de los Estados Unidos hoy parece tener la suma del poder público en lo económico y en lo abusivo"

"Acudir a la protección del hermano mayor y poderoso cuando la realidad golpea duramente, es claramente aceptar que ya se ha fracasado"

"Si no hay cambio de rumbo político, es decir que tenga en cuenta primero a la gente, la historia volverá a repetirse y a cortísimo plazo"

Frente a la crisis de credibilidad y las grietas internas que el gobierno de Milei está soportando en este tiempo de vacas flacas, algo había que hacer.

Las vacas flacas, hay que decirlo, fueron alimentadas por el propio gobierno, ratificando con gritos, un plan económico con el único centro en los números, ignorando la realidad de las personas concretas, que no dudan en salir a la calle para defender la dignidad de los más débiles y el derecho de comer diariamente y de trabajar honorablemente.

Desde los suicidios políticos, ocultando las sombras de corrupción, priorizando la violencia a la seguridad, absolutizando los números y denigrando indisimuladamente a los habitantes que no se benefician de la supuesta baja inflación –mentirosa- y que no ve intenciones del gobierno de moverse ni un centímetro, hasta la convicción de que la derecha salva al mundo, Argentina pierde identidad, soberanía y sobre todo credibilidad.

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Milei y Trump

Pero algo había que hacer. Sobre todo a pocos días de otra elección donde se renovarán diputados, senadores y algunos gobernadores.

Se eligió buscar auxilio en el más canalla e inhumano de los líderes: Donald Trump, que como presidente de los Estados Unidos hoy parece tener la suma del poder público en lo económico y en lo abusivo.

Personalmente tengo algunas convicciones y las comparto:

1 – Acudir a la protección del hermano mayor y poderoso cuando la realidad golpea duramente, es claramente aceptar que ya se ha fracasado.

Está bien, se muestran sonrisas de tranquilidad, pero en medio de los moretones y la sangre que brota de las heridas después de la golpiza.

¿Es esto un triunfo?

Porque el hermano más grande y poderoso después de mostrar su impunidad a costa de la humillación del defendido, seguirá con sus cosas … y el golpeado volverá a quedar solo, debiéndole obediencia al defensor de ocasión.

2 – Los problemas políticos, como los que tiene la Argentina, no se solucionan con dinero. Sólo tranquiliza los nervios un tiempito, porque ese dinero se acaba.

Con dinero se solucionan las crisis financieras, pero no las políticas.

Como decían los abuelos, son pan para hoy y hambre para mañana.

Mayores en Argentina
Mayores en Argentina Valores Religiosos

Si no hay cambio de rumbo político, es decir que tenga en cuenta primero a la gente, la historia volverá a repetirse y a cortísimo plazo. Y además a un costo que será cada vez más alto.

Siendo testigos que la ayuda se pidió a Trump, ¿creemos que no habrá costo?

¿Es que acaso creemos que la afirmación del presidente de los Estados Unidos referida a que apoyará totalmente al gobierno de Milei –no a la Argentina- no traerá consecuencias carísimas a todos los habitantes de este suelo?

Es como padecer anemia y pedirle dadores de sangre a Drácula.

3 – Entiendo que el gobierno espera que el efecto de este viaje llegue con fuerza a las elecciones del 26 de octubre, sumada a la campaña feroz donde se nombra más al “kirchnerismo no” que a las propuestas concretas.

Y las propuestas deben ser de política social, aunque para el presidente no entre en su libretita de teorías puras irrealizables en la vida diaria.

A su afirmación de que “no hay más injusticia que la justicia social” habría que decirle que en realidad si la justicia no es social, no es justicia.

Por definición “justicia” es darle a cada uno lo que le corresponde: al trabajador, seguridad y sueldo digno; a los discapacitados, atención garantizada; a los niños enfermos, salud de calidad; a los jubilados, paz y tranquilidad; y a todos, respeto por la dignidad. 

Me atrevería a decir que todo quien defienda a cualquier tipo de derecha, política, eclesial, económica, al menos no ha comprendido el Evangelio.

Así de clarito.

Milei, con León XIV
Milei, con León XIV Vatican Media

Quienes pretendemos seguir a Jesucristo debemos saber renunciar a las ideologías interesadas y a los enojos pseudoindignantes y fijar la mirada en el Resucitado.

Tampoco la izquierda es Evangelio.

Si escuchamos al Señor quedará claro que en el centro de su amor creador y redentor está cada persona salvada por Cristo resucitado.

En el centro real, no el político.

En ese centro donde suena duramente claro: “No se puede servir a Dios y al dinero”.

O más contundente aún: “tuve hambre y me diste de comer, sed, enfermo, preso y estabas allí”.

Esto es para todos quienes decimos tener fe. Incluye a quienes se hacen ricos defendiendo monstruosidades como esos movimientos puritanos, cerrados, antiiglesia, abusivos priorizando la doctrina a la mano tendida, a los que usan sotanas de color obispo, a los que andan en camisa en nombre de la “normalidad”…

El tiempo de la Justicia es hoy. Porque hoy, como cada día, es tiempo de al menos intentar poner el Evangelio en práctica.

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