"Porque el objetivo no es vencer sino convencer" Noviolencia en Nicaragua: camino de Resurrección

Noviolencia. Banksy
Noviolencia. Banksy

"Durante este trimestre, la Iglesia celebra dos fechas de gran importancia para los cristianos: Pascua y Pentecostés, ambas marcadas por la Resurrección. Ambas son interdependientes e inseparables"

"Nicaragua está viviendo una particular y cruenta pasión con motivo de la persecución del régimen de Ortega contra la Iglesia católica. La presencia de la noviolencia en el país por parte de la sociedad civil, y en facciones de la Iglesia católica, es para el cristianismo testimonio de la muerte y resurrección de Jesús el Cristo en el pueblo nicaragüense"

"Con estas y otras medidas represoras del régimen nicaragüense es preciso actuar desde lo que Lluís M. Xirinacs denomina la 'Transnoviolencia', es decir, una respuesta de noviolencia activa y directa tan intensa que permita llegar a comprender la violencia del adversario"

"Este desafío no significa aceptar la violencia del otro, sino despojar al adversario de la etiqueta de enemigo. Significa alcanzar el bien del opresor liberándolo de sus propias acciones opresoras defendiendo la verdad con empatía. Esta actitud fue, justamente, la que vivió y transmitió Jesús, que recogen los Evangelios y hoy sigue viva en Nicaragua"

(Cristianisme i Justicia).- Durante este trimestre, la Iglesia celebra dos fechas de gran importancia para los cristianos: Pascua y Pentecostés, ambas marcadas por la Resurrección. Para que ésta se dé es necesaria previamente la muerte; ambas son interdependientes e inseparables, como las dos caras de la misma moneda. Jesucristo experimentó la pasión como consecuencia directa de su opción por la verdad, la justicia y el amor por los vulnerables. Según afirma el teólogo norteamericano Walter Wink, la crucifixión y resurrección de Jesús es la certeza de que hay un poder que hace de la derrota una victoria divina en este mundo. Wink destaca también: “cada acto noviolento es una revelación del nuevo orden de Dios irrumpiendo en el mundo.” [1]

Nicaragua está viviendo una particular y cruenta pasión con motivo de la persecución del régimen de Ortega contra la Iglesia católica. La presencia de la noviolencia en el país por parte de la sociedad civil, y en facciones de la Iglesia católica, es para el cristianismo testimonio de la muerte y resurrección de Jesús el Cristo en el pueblo nicaragüense. 

Walter Wink

El padre Miguel d'Escoto fue sacerdote misionero Maryknoll, ministro sandinista de Relaciones Exteriores , y presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas hace más de una década. Defendía que “no hay una más grande manifestación de la vida que la Cruz que es, además, inseparable de la resurrección. Para mí, la Cruz no anuncia una próxima resurrección; la resurrección ya está en la Cruz. Conquistamos la muerte cuando, por amor, entregamos nuestra propia vida. Derrotamos la muerte y logramos la vida… La Cruz es el símbolo de la noviolencia, la noviolencia creativa.” [2]

En el contexto actual, sigue siendo relevante una teología de la liberación de la noviolencia como camino de la esperanza y resurrección de un pueblo oprimido.

La noviolencia en Nicaragua: Semana Santa de 2023

Según Martha Patricia Molina, investigadora del proyecto Iglesia Perseguida, 3.176 procesiones en Semana Santa han sido prohibidas este año en Nicaragua. Este signo de crucifixión tuvo su respuesta de resurrección en la afluencia masiva al Vía Crucis del Viernes Santo, así como las aglomeraciones en los oficios de Semana Santa. Sin embargo, el camino de la noviolencia no quedó solo en ésto. Según el grupo de monitoreo Azul y Blanco, ante las celebraciones religiosas en los templos hubo 14 amenazas, 9 hostigamientos, 21 detenciones, 2 represiones y 25 asedios a templos católicos, entre el 1 y el 9 de abril de 2023. Los fieles más afectados fueron los del Departamento de Masaya seguido del de Managua.

Con estas y otras medidas represoras del régimen nicaragüense es preciso actuar desde lo que Lluís M. Xirinacs denomina la “Transnoviolencia”, es decir, una respuesta de noviolencia activa y directa tan intensa que permita llegar a comprender la violencia del adversario [3]. Este desafío no significa aceptar la violencia del otro, sino despojar al adversario de la etiqueta de enemigo. Por ello es significativo evitar referirse al otro como “criminal” o “tirano”, facilitando la empatía con la otra parte como primera medida noviolenta.

"Despojar al adversario de la etiqueta de enemigo"

A pesar de que Daniel Ortega combata a los católicos y descalifique a su episcopado como “Obispos del Diablo”, no cabe replicar ese mismo desprecio hacia el presidente de la república, refiriéndose a él como desequilibrado o dictador, entre otras denominaciones despectivas. Los postulados de la noviolencia cristiana promueven alcanzar lo profundo de la persona más allá del mal que ejerza, reconociendo que sus reacciones suelen surgir del miedo a fracasar o ser derrotado, y padecer de este modo persecución o acabar condenado por tribunales de justicia.

Solo bajo este prisma de comprensión de la condición humana se puede esperar un cambio de conciencia (metanoia), que permita alcanzar la justicia por medio de la verdad y la empatía. Como indica la Catholic Nonviolence Initiative, “la noviolencia es una metanoia continua que va de la mentira de la violencia y la injusticia hacia el camino de la verdad y la justicia para todos” [4]. El objetivo de esta metanoia no es vencer sino convencer, para alcanzar la reconciliación entre las partes. Es muy importante este punto. Lanza del Vasto nos recuerda que la noviolencia no es rápida sino un proceso que puede ser largo, porque requiere paciencia, perseverancia y esperanza. Del Vasto defiende que aunque pueda parecer una formulación simple no es fácil amar al prójimo, y menos al prójimo más difícil (el enemigo), ya que se trata del más alto grado de caridad [5].

"Lanza del Vasto nos recuerda que la noviolencia no es rápida sino un proceso que puede ser largo, porque requiere paciencia, perseverancia y esperanza"

Recorrido de la noviolencia por la Iglesia católica

La Iglesia católica ha demostrado en diferentes ocasiones la defensa de los postulados de la noviolencia. Por ejemplo, ya en 1983 en Nicaragua, el sacerdote salesiano Luis Corral (aprendiz de Gandhi y la noviolencia), fue expulsado del país acusado de promover la objeción de conciencia al servicio militar. Esta lucha noviolenta no es nueva para los cristianos, quienes ya en sus primeros siglos fueron perseguidos por la misma causa en tiempo del Imperio romano. 

No obstante, la noviolencia no consiste sólo acciones aisladas que consiguen resultados concretos, sino que pretende dar pasos hacia el cultivo integral de la Paz que alimentan el espíritu, aunque no siempre den frutos materiales directos [6]. Lanza del Vasto parafrasea a Napoleon cuando afirma: “Hay dos fuerzas en el mundo: la fuerza de la espada y la fuerza del espíritu. La fuerza del espíritu siempre acaba por vencer a la fuerza de la espada” [7].

"Napoleón: La fuerza del espíritu siempre acaba por vencer a la fuerza de la espada"

Otro ejemplo fue el religioso franciscano Odorico D’Andrea, reconocido por su sensibilidad y compromiso ante las necesidades sociales, de la paz y reconciliación durante la guerra en Nicaragua. Habló con los jefes de los grupos armados de la región en las montañas de Jinotega para poder convocar una misa con los dos grupos armados en la Comunidad La Naranja, que acabó celebrándose el 3 de mayo de 1987. En el momento de la paz de dicha celebración, los soldados de ambos bandos se abrazaron en un gesto que algunos lo percibieron como profético y precursor del proceso de paz. Esto evidencia el poder de la oración que señala Wink, que no es sólo una relación de uno mismo con Dios, sino que representa fuerzas socio-espirituales que actúan en la realidad [8]. El ritual de la paz puede ser, sin duda, un paso determinante en el camino de la sanación y, por ende, de la reconciliación. Se explica porque puede sacar al individuo del paradigma e identidades de la violencia, con un acercamiento entre las personas.

Otra cuestión a tener en cuenta la demuestra el P. Odorico, quien disponía de una de las armas más poderosas en la noviolencia: el respeto profundo a la dignidad humana de las personas, incluídos los grupos armados, lo que generaba un gran efecto boomerang: los demás también mostraban un profundo respeto hacia él, incluyendo miembros de los grupos armados. Lluís Maria Xirinacs defendía la necesidad de separar la persona del mal que estaba ejerciendo, con el fin de respetar su dignidad y, por ende, valorar la dignidad de ambos. Por ello Xirinacs señalaba que la noviolencia es el arte de amar al enemigo [9].

La Iglesia católica también acompañó a los campesinos en las marchas de Rancho Grande en contra de la explotación minera, en la que Mons. Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, participó personalmente, incorporándose también el párroco de Rancho Grande, Paulo Espinoza, la Iglesia evangélica y la Conferencia Episcopal de Nicaragua. Cuando en 2015 el Gobierno nicaragüense declaró, finalmente, no viable la exploración minera en Rancho Grande, contactó por teléfono personalmente a Mons. Rolando, cosa que éste agradeció por la deferencia, reconociendo a la otra parte positivamente. Para Xirinacs es esencial en la noviolencia separar el ser de su hacer,[10] superando el prejuicio sobre el adversario y practicando Mateo 5, 44-46: “Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores ya que Dios Padre hace brillar su sol sobre malos y buenos”.

También en 2018 la Iglesia católica se comprometió con el pueblo nicaragüense en las marchas noviolentas convocadas contra la reforma del seguro social, lo que desencadenó una deriva represiva por parte del Gobierno en la que la Iglesia ha intentado mediar. El compromiso por la noviolencia entraña siempre un riesgo, pero lo esencial es asumir las consecuencias.

El mismo año de 2018, el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, fue acosado, golpeado y herido mientras protegía a manifestantes en la basílica de San Sebastián de la ciudad de Diriamba. Tras ser encarcelado, fue forzado al exilio. Por su parte, Mons. Rolando se negó a ser exiliado, lo que le llevó a ser juzgado y posteriormente condenado a 26 años de prisión. Rolando sigue encarcelado a fecha de hoy junto con 6 religiosos y un laico, si bien otros tantos religiosos y laicos han sido forzados al destierro fuera del país.

Conclusión

El recorrido noviolento recogido en estas líneas muestra y demuestra dos elementos fundamentales: (1) que la Iglesia católica es capaz de comprometerse valientemente con el método de la noviolencia evangélica, y (2) que sin embargo, el protagonismo de la noviolencia no está realmente en la Iglesia sinó en el pueblo nicaragüense. Lo más valioso de esta sociedad es haber demostrado que se puede organizar y practicar la noviolencia, como quedó evidenciado en abril de 2018, episodio en el cual pusieron al régimen contra las cuerdas y motivaron su respuesta represiva, que todavía dura a día de hoy.

"El recorrido noviolento recogido en estas líneas muestra y demuestra dos elementos fundamentales: que la Iglesia católica es capaz de comprometerse valientemente con el método de la noviolencia evangélica, y que sin embargo, el protagonismo de la noviolencia no está realmente en la Iglesia sinó en el pueblo nicaragüense"

La pérdida organizativa y estratégica noviolenta del pueblo nicaragüense, debida a la represión, parecería una derrota pero no es más que una señal del buen camino. La investigadora en noviolencia de la Universidad de Harvard, Erica Chenoweth, defiende que la represión puede dispersar, al menos temporalmente, pero también puede expandir la resistencia civil del movimiento. Lo fundamental es cómo organizar la respuesta noviolenta a la represión, y cuál es el verdadero apoyo del resto de la sociedad fuera del movimiento [11]. Lo necesario habría sido planificar una respuesta previa a que se desatara la represión. El apoyo de gran parte de la población nicaragüense y de amplios sectores de la comunidad internacional es indiscutible. Faltaría reorganización, coordinación y planificación estratégica para culminar las fases siguientes para la resolución de este conflicto.

Las medidas represoras del régimen no son más que una muestra de su debilidad y de su miedo, mientras el apoyo a la noviolencia va aumentando. Hay signos de que ese sufrimiento da resultados, mostrando así que el régimen también tiene sus límites. Por ejemplo, tras la huelga de hambre del padre Román y las madres en la Iglesia de San Miguel, recibieron una atención mediática necesaria, y más tarde contaron con el apoyo de las negociaciones del Vaticano para la liberación de 91 presos, el 30 de diciembre de 2019. Tres opositores encarcelados pasaron a arresto domiciliario en febrero de 2022 tras la muerte del opositor preso Hugo Torres.

Por este motivo es esencial el cambio de enfoque buscando oportunidades en lo que parece derrotas. Un claro ejemplo es el exilio de opositores políticos como oportunidad para reorganizar la resistencia civil desde el exterior, y convertirse en altavoz de lo que está sucediendo. Así, el P. Silvio Páez desde su exilio en los Estados Unidos es una voz de denuncia de la situación en el interior de Nicaragua, semejante es la aportación del P. Erik Díaz a la lucha noviolenta, especialmente en relación a Mons. Rolando Álvarez al que llamó en su momento “Obispo de la Noviolencia” durante la Misa de Acción de Gracias por la liberación de 222 presos políticos en Chicago.

Esto es sólo un recorrido concreto del largo camino que todavía queda como testimonio de cruz y resurrección. De hecho, esta lucha busca lo que Gandhi denominaba “la noviolencia de los fuertes”[12], que significa alcanzar el bien del opresor liberándolo de sus propias acciones opresoras defendiendo la verdad con empatía. Esta actitud fue, justamente, la que vivió y transmitió Jesús, que recogen los Evangelios y hoy sigue viva en Nicaragua.

[1] Walter Wink (1999)The Powers That Be:Theology for a New Millennium, New York: Doubleday.p.135

[2] Miguel D'Escoto (2009) Antiimperialismo y noviolencia, Ocean Sur, (Colección Contexto Latinoamericano) p.84

[3] Xirinacs, L.M. (2009). Filosofia i pràctica de la noviolència. Barcelona: Abadia Editors. p.55

[4] Catholic Nonviolece Initiative “Gospel nonviolence for a Laudato Si future” link: https://nonviolencejustpeace.net/resources/nonviolence-and-laudato-si/

[5] Lanza del Vasto, Giuseppe (1980) Umbral de la vida interior, Sígueme, Salamanca.

[6] Ibid.

[7] Ibid.

[8] Walter Wink (1999)The Powers That Be:Theology for a New Millennium, New York: Doubleday.p.189

[9] Xirinacs, L.M. (2009). Filosofia i pràctica de la noviolència. Barcelona: Abadia Editors. p.66

[10] Ibid. p. 67-8

[11] Chenoweth, Erica. Civil Resistance: What Everyone Needs to Know. Oxford University Press, 2021. p.182-221

[12] Wink, Walter.  Jesus and Nonviolence: A Third Way, Augsburg Fortress, 2003 p.63-

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