Son muchas las películas que estos días vuelven a los años setenta. La imagen de aquella época y la fascinación por un tiempo, que parecía que iba a cambiar el mundo, ha despertado el interés de muchos jóvenes que no conocieron aquella década, pero ha alentado también la nostalgia de aquellos que vivimos esos años, a una edad en que todo parecía ser posible. La historia de El último rey de Escocia, que ahora aparece en DVD, nos lleva además a un África llena de sueños revolucionarios. Hoy es fácil saber que Idi Amín era un tirano, pero cuando un joven escocés, como el protagonista de este film, llega a Uganda, no era difícil quedarse prendado del carisma de un hombre que parecía dispuesto a salvar su país de la miseria. Esta es sin embargo la historia de una gran decepción…
África ha sido siempre el lugar de destino de muchos aventureros románticos y filantrópicos. Esta es la historia de un joven médico, que en 1971 trabaja para el Ministerio de Sanidad británico en una remota aldea de Uganda, cuando Amín llega al poder. Este chico llega a entrar en el círculo íntimo del general, que lo adopta como su amigo y confidente, viéndose atrapado en una red de manipulación y violencia, sobre la que no tiene control. La locura del dictador se muestra progresivamente, a medida que se va engrandeciendo, alargando la ropa, para poder colgar todas sus medallas. Aunque tenía varias condecoraciones británicas, entre los muchos títulos que se concedió a sí mismo, está el de rey de Escocia, que da título a la película.