Angelina Pollak-Eltz

Recibimos con pesar la participación enviada por sus familiares en la que daban cuenta del fallecimiento en la ciudad de Viena, el pasado primero de julio, de la Dra. Angelina Pollak-Eltz, profesora e investigadora emérita de la UCAB. Hace apenas dos meses me comuniqué vía e-mail por última vez con ella. Su pasión y añoranza por Venezuela la acompañó hasta su último aliento. Animada, casi mejor, constreñida por sus hijos a irse a vivir cerca de ellos en su Austria natal, el deterioro de la vida en Venezuela, la llevó a complacer a sus seres queridos.

En varias oportunidades la tuvimos en Mérida y en una ocasión le hicimos un sentido homenaje a su persona y a sus obras en una exposición del Archivo Arquidiocesano. Acariciamos el proyecto de recoger sus escritos sobre estudios comparados de religión, pues su legado sobre la realidad afrovenezolana, diversos cultos como los de María Lionza y la santería, religiosidad popular y pentecostalismo en nuestra patria, son estudios indispensables para conocer y entender nuestra propia idiosincrasia.

Es digno de alabar que mentes y ojos avizores nacidos en otros lares hayan escrudiñado nuestra realidad psicosocial y religiosa con agudeza y precisión. Pienso también en Michelle Ascensio quien nos dejó hace algún tiempo.

Profesora de la Universidad Católica Andrés Bello por muchos años, vivió más de medio siglo en Venezuela, siendo una de las pioneras en el estudio del área antropológica y sociológica de la religión latinoamericana. En ocasiones le consulté sobre aspectos de su competencia, recibiendo siempre, agudos comentarios e interesantes sugerencias. Agradezco su fina amistad y la relación epistolar mantenida desde su vuelta a la tierra que la vio nacer.

El retroceso global de nuestra sociedad por el régimen que nos ha sumido en la crisis que padecemos fue parte de su sufrimiento y de sus cuitas. Se mantuvo unida, afectiva y atenta, con esta tierra que hizo suya y donde deja muchos amigos, admiradores y estudiosos que partiendo de sus investigaciones siguen hurgando los temas relativos a la religiosidad de nuestro pueblo.

La Universidad Católica Andrés Bello le dedicó las Memorias de las IV Jornadas de Historia y Religión como homenaje a su obra bajo el título “religión e investigación social”. Desde las montañas andinas venezolanas donde tuvo querencia y morada elevamos una plegaria por su eterno descanso y hacemos llegar a sus seres queridos el reconocimiento sincero de quien dio lo mejor de sí, con su ciencia y sapiencia, a desentrañar con pasión el hondón religioso de nuestro pueblo. Descanse en paz.

Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo, arzobispo de Mérida (Venezuela)
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