Monseñor Poulard: "Dedicó toda su vida a los pobres, no sólo aquí, en todo el mundo" Centenares de haitianos despiden a Isa Solá en Puerto Príncipe

Centenares de personas acudieron ayer al funeral por la monja española Isabel Solá Macas, asesinada el viernes en Puerto Príncipe. Los actos funerarios, con féretro abierto, los encabezó monseñor Guy Poulard, quien recordó la entrega de la religiosa a la causa de los más desfavorecidos en el país.

"Isabel dedicó toda su vida a los pobres, no solo en Haití sino en otras partes del mundo. Desde hace ocho años ella hizo todo lo posible para mejorar la vida de los más vulnerables en esta nación", afirmó el prelado ante la compungida asistencia.

Poulard exclamó que Haití necesita "más gente" como Isabel Solá, y consideró que su muerte es una pérdida tanto para su familia como para la comunidad haitiana en general.

En la ceremonia se escucharon voces que condenaron la inseguridad en Haití, así como de quienes pedían a Dios que no permitiera que los esfuerzos de la monja asesinada fueran en vano.

Los asistentes al funeral de la monja española Isabel Solá Macas, asesinada el viernes, expresaron este jueves cólera y tristeza por la inseguridad en Haití.

"Estamos desamparados: en Haití solo Dios da seguridad", lamentó Mimose Targette, monitora de la iglesia católica donde la religiosa de 51 años tocaba la guitarra todas las mañanas. "La gente muere y a las autoridades no les importa", afirmó.

"La hermana Isa ayudaba a la gente de los barrios pobres y fue esa misma gente la que la asesinó", acusó Targette.

Altas personalidades religiosas de Haití y gente anónima presentaban sus condolencias a los cuatro hermanos y una hermana de Isabel Solá. La religiosa murió por disparos el viernes por la mañana cuando circulaba por el centro de la capital haitiana.

Originaria de Barcelona, Sor Isabel, que pertenecía a la congregación católica Jesús-María, vivía en Haití desde hacía 8 años.

El papa Francisco tuvo unas palabras para ella durante el Ángelus el domingo.

"Quisiera recordar a aquéllos que se empeñan en el servicio, a los hermanos en contextos difíciles y arriesgados (...) especialmente, las muchas religiosas que donan totalmente su vida", afirmó Francisco al final de la misa de canonización de la madre Teresa de Calcuta. "Recemos de manera particular por la misionera española, Sor Isabel, que hace dos días fue asesinada en la capital de Haití".

Las tasas de violencia criminal en este país caribeño, uno de los más pobres del mundo, son muy elevadas.

"Deseo que cesen tales actos de violencia y haya una mayor seguridad para todos", afirmó Francisco, que pidió igualmente recordar a "las otras religiosas que recientemente han sufrido violencia" en otros países.

(RD/Agencias)

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