En 1995 fue ordenado al episcopado por el nuncio Girolamo Prigione Sorpresiva renuncia del obispo de Ciudad Victoria, Tamaulipas

Sorpresiva renuncia del obispo de Ciudad Victoria, Tamaulipas
Sorpresiva renuncia del obispo de Ciudad Victoria, Tamaulipas

Mons. Antonio González Sánchez termina su deber pastoral de manera anticipada. Crítico de las actuales políticas de la llamada 4T, estuvo en el ojo del huracán por la polémica del uso de cubrebocas.

“Incipiente alzheimer”, la causa.

Inesperada y por sorpresa tomó el anuncio de la aceptación de la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Ciudad Victoria, Tamaulipas, del obispo Antonio González Sánchez, de 73 años , quien en diciembre pasado cumplió 25 años de consagración episcopal cuando el 14 de diciembre de 1995,a la edad de 48 años, se convirtió en el IV obispo de Ciudad Victoria, su única misión episcopal la cual gobernó por un cuarto de siglo y que ahora llega a su fin, en plena Semana Santa, un tiempo particularmente significativo por lo que implica la presencia del obispo en la diócesis y a dos años de la presentación de la renuncia canónica por motivos de edad.

Al anuncio aparecido en L’Osservatore Romano: “El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Ciudad Victoria (México), presentada por Su Excelencia Reverendísima Mons. Antonio González Sánchez”, la Conferencia del Episcopado Mexicano complementó esta mañana de martes santo 30 de marzo las razones, a la vez que señaló el nombramiento del arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, a la administración apostólica de la diócesis.

Polémico en sus declaraciones hacia las políticas del actual gobierno y estilo del presidente de la República, Antonio González Sánchez fue ordenado en 1973 en Tijuana y según la escueta biografía publicada en el sitio de la diócesis de Ciudad Victoria “prestó sus servicios ministeriales en varias parroquias de Tijuana, entre ellas Nuestra Señora de la Soledad, Nuestra Señora de Fátima (en Rosarito), Nuestra Señora de Guadalupe (en Tecate), la Medalla Milagrosa y Nuestra Señora del Refugio”. En 1990 fue enviado a Roma para especializarse en teología espiritual. A su regreso en 1992 fue instalado en la formación como director espiritual.

Al poco tiempo, en 1995, fue elevado a la dignidad episcopal a una edad muy joven de 48 años y consagrado por el polémico nuncio apostólico, Girolamo Prigione, el arzobispo de Monterrey, cardenal Adolfo Antonio Suárez Rivera y el arzobispo de Tijuana, Emilio Berlié Belaunzarán.

El obispo González Sánchez ha sido críticoa la llamada cuarta transformación de Andrés Manuel López Obrador. En noviembre de 2019, al encabezar la caminata por la paz, arremetió duro contra el presidente de México al decir que tenía actitudes dictatoriales: “Leí  que él habla de en México no hay  lugar para los dictadores, y menciona algunos, pero  con todo respeto  la actitud que  toma es la de un dictador; él  afirma que tiene  mucha gente que lo apoya pero  pues  son los que no  lo contradicen, porque el que contradice al Presidente lo llama de mil formas”, aseguró a medios.

En julio de 2019, señaló que las iglesias no tenía recursos para la atención de migrantes, “creo que esa atención debería surgir de la federación, no de nosotros” y la volvió a emprender contra López Obrador al decir que “el Presidente de México, Andrés Manuel López tiene un pretexto para todo cuando no le conviene, lo que no le favorece, es malo o cuando ya no le sirve son malos y cuando están con él son excelentes y aplaude a quienes le hace reverencia a quienes apoyan sus antojos y ocurrencias”.

Recientemente, González Sánchez estuvo en el ojo del huracán cuando, el 14 de febrero pasado, en una misa dominical transmitida en redes sociales, desestimó el uso del cubrebocas por ser una conducta de falta de confianza en el poder del Altísimo: "Para mí, a nivel personal, el famoso cubrebocas es no confiar en Dios. Yo entiendo que a lo mejor mañana estoy enfermo porque no soy inmune a nada. Pero, así como me ven mi rostro -sin cubrebocas- ando así porque confío mucho en Dios. Piénsenlo, no les voy a pedir que se lo quiten".

Después de la controversia, e incluso algunos comentaristas y periodistas pedían su dimisión al gobierno pastoral, el obispo tuvo discretas apariciones presidiendo las eucaristías dominicales del tiempo de cuaresma. En esta Semana Santa estaba prevista la celebración del Domingo de Ramos por él mismo; sin embargo, súbitamente, no presidió los ritos de apertura del tiempo más solemne para las comunidades católicas.

Así, a diferencia de otros casos similares, los cuales se daban con la debida antelación y aviso  la feligresía, justo antes del triduo sacro, la diócesis de Ciudad Victoria lanza el comunicado con los motivos de la salida:“incipiente alzheimer que le dificulta seguir sirviendo a esta diócesis como él quisiera”. Hoy, el gobierno pastoral es asumido provisionalmente por el arzobispo metropolitano, Rogelio Cabrera López, quien podría llegar a dar un reimpulso tras un largo gobierno pastoral de 25 años, de una diócesis cuyo territorio, particularmente, ve con preocupación la caída de católicos al 83 por ciento según al Anuario Pontificio 2017 y tiene 57 sacerdotes sirviendo en 35 parroquias. Sorpresiva dimisión, la del polémico obispo quien, todavía en noviembre pasado en entrevista a medios, contaba su afición por la lectura de clásicos teológicos y ejercitarse: “Me gusta caminar, voy al estadio Marte R. Gómez a caminar y hacer ejercicio, ese es el lugar en que camino y me ejercito”.  Hoy se va… por causas de salud.

Renuncia obispo ciudad victoria

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