Las reliquias de San Valentín, patrón de los enamorados, llegaron a Madrid a finales del siglo XVIII como un regalo del Papa al rey Carlos IV
Desde entonces descansan en la Iglesia de San Antón. En ese templo situado en la calle Hortaleza se encuentran esos restos en la actualidad al amparo del Padre Ángel y los voluntarios de Mensajeros de la Paz
Sus restos cuentan la historia de un santo martirizado por reivindicar el derecho de los soldados a casarse en contra de las órdenes del emperador romano Claudio II
Valentín realizó bodas secretas. Descubierto, fue torturado y, finalmente, martirizado el 14 de febrero del año 269. La mayoría de expertos coinciden en señalar que el santo era el obispo de Terni, en Italia
Padre Ángel: "San Valentín eivindica el amor 'a cualquier edad'… y no solo de una persona, también de un proyecto, de una vocación, de una afición... Si no estuviéramos enamorados, estaríamos muertos"
Cada 14 de febrero, las reliquias se exponen en al altar mayor de San Antón y durante todo el día se bendecirá a los enamorados y a los niños bautizados en esta iglesia