'Caso Lintner': el moralista ha sido vetado como decano de la Universidad de Brixen-Bressannone Habla el teólogo vetado por el Vaticano: La decisión "plantea dudas sobre el éxito de la sinodalidad"

La decisión de las autoridades vaticanas de no aprobar mi elección como decano del Estudio Teológico Académico de Brixen/Bressanone ha provocado enormes reacciones en Tirol del Sur, en toda la zona de habla alemana y, entretanto, también en Italia y mucho más allá. Cada día recibo una enorme cantidad de mensajes y expresiones de solidaridad tanto de países europeos como de otras regiones del mundo. Como no me es posible responder personalmente a todos, me gustaría tomar la palabra de esta manera.

Quisiera dar las gracias a los periodistas que solicitaron entrevistas, pero que también respetaron mi decisión de no hacer comentarios "en caliente" sobre mi caso en los días inmediatamente posteriores. Era mi deseo comprender primero el contexto general, los antecedentes y el alcance de lo que está ocurriendo. Más adelante ofreceré una primera valoración desde mi perspectiva.

Agradezco sinceramente a las sociedades teológicas y a los teólogos que se han posicionado públicamente. El apoyo y el aprecio de mis colegas y de las comunidades académicas son un gran apoyo para mí en estos días turbulentos. También agradezco las numerosas muestras de solidaridad de grupos y personas de la sociedad civil y del mundo político, que me han apoyado valientemente. Escuchar tanto aprecio, cercanía y aliento es una experiencia abrumadora que me llena de humildad y me hace bien a nivel humano, ya que la decisión del Dicasterio Romano también me sorprendió y preocupó.

Tender puentes

El aliento de los sectores más diversos me confirma en mis esfuerzos como teólogo por tender puentes entre la Iglesia y la sociedad y por perseguir una teología relevante para la vida, sensible al sufrimiento y significativa para las personas en sus situaciones y desafíos existenciales concretos.

La decisión del Vaticano contra mí no sólo ha suscitado incomprensión, sino también una fuerte irritación en muchos creyentes. Plantea dudas sobre el éxito de la sinodalidad. También me duele darme cuenta de cómo se ha reforzado en varias personas una actitud crítica o negativa hacia la Iglesia. Quienes me conocen bien saben cuán firme es mi sentido de pertenencia a la Iglesia y mi lealtad constructivamente crítica hacia la autoridad magisterial.

Deseo y espero que mi caso contribuya a construir una relación constructiva de confianza y diálogo entre el Magisterio y la teología académica, entre los dicasterios y las asociaciones teológicas, las facultades y los estudios teológicos. Estoy convencido de que esta actitud está en línea con el espíritu de sinodalidad al que el Papa Francisco quiere orientar a la Iglesia.

Brixen, 3 de julio de 2023