"Son una obra coral que une los diversos rostros del mundo carcelario: la víctima, la persona detenida, el policía carcelario, el voluntario, la familia del detenido, el agente de libertad condicional, el pedagogo, la Iglesia, la persona inocente a veces injustamente acusada"

“El otro, independientemente de la situación de vida en la que se encuentre, es importante”

“He elegido la cárcel para que, también esta vez, fueran los últimos quienes nos dicten el paso”. El Papa Francisco ha confirmado, en una carta escrita a 'Il Mattino di Padova', que las meditaciones del Via Crucis que todos los años se celebra el Viernes Santo en el Coliseo, serán escritas por los reclusos de la parroquia de la cárcel de Padua.

Estas meditaciones, añade el Papa, “son una obra coral que une los diversos rostros del mundo carcelario: la víctima, la persona detenida, el policía carcelario, el voluntario, la familia del detenido, el agente de libertad condicional, el pedagogo, la Iglesia, la persona inocente a veces injustamente acusada”.

Un universo que, como la Iglesia, conforma un “caleidoscopio de situaciones” que han “conmovido” al Papa Francisco. Las meditaciones nos hacen “partícipes de esta historia, hermano de quien se equivocó y de quien acepta estar a su lado para reanudar el ascenso”, escribe Bergoglio.

Vía Crucis del Coliseo

La decisión del Pontífice quiere ser “una caricia al sufrimiento” que viven los reclusos, muy similar al de Cristo, y al que en estos días padecen muchos enfermos a causa del coronavirus. Así, la esperanza del Papa es que, desde Padua, esta caricia “pueda extenderse a todas las demás ciudades”.

Sufrimiento y muerte por el coronavirus

“Italia está viviendo el sufrimiento y la muerte a causa del Covid-19”, recuerda el Papa, quien aprovecha para manifestar “la cercanía humana y la oración a todos, en el espíritu de la esperanza cristiana”.

Por ello, Francisco insta a “la buena voluntad, siempre unida a un fuerte sentido de responsabilidad y de colaboración” con las autoridades competentes, para que se convierta en “un valor añadido que el mundo necesita urgentemente”.

Presos de la cárcel de Padua


El Santo Padre también pide que no se descarte a las personas, “especialmente a los más indefensos”, porque “a nadie se le debe negar una mirada amorosa de atención y un gesto de bondad”.

La tentación de tirar en lugar de reparar

“El otro, independientemente de la situación de vida en la que se encuentre, es importante”. No es una coincidencia, recuerda también el Papa, que el lema de Padua como “Capital Europea del Voluntariado 2020” sea “Tejer juntos a Italia”, en contraste con la tentación contemporánea de “tirar en lugar de reparar, destrozar en lugar de unir”.

Por último, el Santo Padre agradece a todos los que están trabajando, en estos días, para luchar contra el “Covid-19”, entre ellos “al personal médico y paramédico en primer lugar” y bendice en particular a los que, en esta coyuntura, han perdido a un ser querido, los ancianos, los enfermos y los detenidos, imposibilitados en este período “incluso de recibir una simple visita de consuelo”.

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