(José M. Vidal).- Se venía especulando, desde hace algún tiempo, con la situación y el eventual destino del Nuncio español, Pedro López Quintana (Pontevedra, 1955). Por fin, hoy, el Papa le nombró Nuncio en Lituania, el pequeño país báltico. Un descenso, sin duda, en el escalafón, para el diplomático gallego.
Amigo del cardenal Rouco Varela, se llegó a proponer, incluso, su nombre como uno de los "tapados" del cardenal madrileño, para sucederle en el arzobispado de Madrid.
Pero ni Madrid ni una nunciatura de alto rango. Pierde fuelle el diplomático, tras ocupar un alto puesto en el Secretaría de Estado en tiempos de Juan Pablo II, para pasar después, sucesivamente, a las nunciaturas de primer rango de La India y de Canadá.
