60 congregaciones religiosas se unen también contra la polémica ley de recortes Los obispos de EEUU se caen del caballo de Trump: “Quita a los pobres para dárselo a los ricos”

Una protesta contra Trump
Una protesta contra Trump EFE

Los obispos católicos han alzado inequívocamente su voz. “Como declaró recientemente el Papa León XIV, es responsabilidad de los políticos promover y proteger el bien común, incluyendo trabajar para superar la gran desigualdad de la riqueza”, señaló el arzobispo Broglio

“Este proyecto de ley no responde a este llamado. Quita a los pobres para dárselo a los ricos. Ofrece exenciones fiscales a algunos mientras socava la red de seguridad social de otros mediante importantes recortes a la asistencia nutricional y al Medicaid"

"No protege a las familias ni a los niños al promover un enfoque exclusivamente policial en materia de inmigración y erosionar el acceso a las protecciones legales. Perjudica la Creación de Dios y a las generaciones futuras mediante recortes a los incentivos para las energías limpias y los programas ambientales”

La fecha tope es el próximo 4 de julio, emblemática jornada en la que los Estados Unidos celebran su día de la independencia. Y ese es el día que el presidente Donald Trump quiere que el Senado ratifique la polémica ley que ya aprobó la Cámara de Representantes el pasado mes de mayo y que ha conseguido movilizar a las distintas confesiones del país al promulgar una serie de recortes sociales que estiman que impactarán directamente sobre las capas más vulnerables de la población.

“Quita a los pobres para dárselo a los ricos”. De esta manera tan gráfica describe el presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB), el arzobispo Timothy Broglio, la llamada One Big Beautiful Bill (‘Gran y Hermoso Proyecto de Ley,’ jerga netamente trumpista), en un comunicado de prensa que acompaña una carta firmada por los obispos presidentes de los distintos comités episcopales de la USCCB.

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Según los analistas, las propuestas del proyecto de ley que Trump exige que ratifique la próxima semana el Senado podría recortar la financiación de Medicaid (la ayuda sanitaria) en hasta 880.000 millones de dólares en 10 años, podría privar de cobertura médica a hasta 16 millones de estadounidenses y provocar unas 50.000 muertes evitables cada año, según un informe publicado el 25 de junio y citado por el National Catholic Reporter.

Ya en mayo pasado, los obispos escribieron a los miembros de la Cámara de Representantes para que reconsiderasen "las disposiciones que perjudicarán a los pobres y desfavorecidos, así como a nuestros hermanos y hermanas inmigrantes". Es obvio que los diputados no lo hicieron. Por ello, ahora, alzan la voz para tratar de evitar que los senadores ratifiquen lo que consideran la inmensa mayoría de la confesiones religiosa en el país que es un despropósito de Trump.

Los obispos citan a su paisano, León XIV

Y ahora, los obispos católicos han alzado inequívocamente su voz. “Como declaró recientemente el Papa León XIV, es responsabilidad de los políticos promover y proteger el bien común, incluyendo trabajar para superar la gran desigualdad de la riqueza”, señaló el arzobispo Broglio.

“Este proyecto de ley no responde a este llamado. Quita a los pobres para dárselo a los ricos. Ofrece exenciones fiscales a algunos mientras socava la red de seguridad social de otros mediante importantes recortes a la asistencia nutricional y al Medicaid. No protege a las familias ni a los niños al promover un enfoque exclusivamente policial en materia de inmigración y erosionar el acceso a las protecciones legales. Perjudica la Creación de Dios y a las generaciones futuras mediante recortes a los incentivos para las energías limpias y los programas ambientales”, expresó el presidente de la USCCB en un comunicado en el que exigió cambios al proyecto de ley para "proteger a los más necesitados".

Un pronunciamiento y una carta que eleva el tono de los obispos contra un Trump con el que habían sido (al menos una parte de su cúpula) cuidadosos. Pero antes de esta carta, congregaciones religiosas femeninas se unieron el pasado 24 de junio, frente al Capitolio, para protestar contra estas medidas.

En un evento llamado “Las hermanas hablan”, representantes de más de 60 congregaciones y organizaciones de mujeres religiosas católicas pidieron políticas que promuevan la justicia económica y la justicia para los inmigrantes, según informa OSV.

Esta ley “va a recortar drásticamente el Medicaid para 60 millones de personas, va a diezmar a las comunidades inmigrantes. Les va a quitar la comida a los niños. Y sabíamos que, como hermanas, asociadas y compañeras en la misión, ahora es el momento de alzar la voz y decir que esto no va a suceder en nuestro nombre”, dijo una de las religiosas que organizó el evento.

Pero no están tampoco ellas solas ante esta protesta. El mismo día que la USCCB envía la carta a los senadores, una veintena de obispos católicos –entre ellos, el nuevo arzobispo de Washington, Robert McElroy– se unieron a otra iniciativa interreligiosa para oponerse a la One Big Beautiful Bill.

En una carta, una cuarentena de líderes religiosos insta a los senadores a rechazar la One Big Beautiful Bill porque, en palabras de uno de sus promotores, el arzobispo John C. Wester, de Santa Fe, Nuevo México, “esta legislación viola profundamente nuestra doctrina social católica en cuanto a la opción preferencial por los pobres, la acogida del extranjero, el bien común y la subsidiariedad”, además de ser “un proyecto de ley muy draconiano que parece tener poca o ninguna consideración por las personas que se verán afectadas”, informa OSV.

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