Bach, sonata en trío, BWV 1039

¡Feliz domingo! Poco a poco nos vamos encontrando con obras de Bach que su famosas y con otras que lo son menos. La de hoy es una versión de otra anterior, algo que también hacía el maestro: reutilizar las composiciones con las que estaba más satisfecho.

Recorramos otro pasito en la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán que nació en Eisenach. Cuando llegó a Leipzig se dio cuenta de que también tenía que hacerse cargo de parte de la música de la universidad. Sus funciones no estaban demasiado claro puesto que era algo tácito y no existía contrato de por medio. Pronto surgieron roces y disputas debido al pago por dichos servicios y porque quería que se definiesen con claridad sus funciones. Apeló incluso al rey Federico Augusto I, protector de la universidad y pudo entregar en persona su carta en la corte al ir a dar un concierto en Dresde. Sin embargo, el monarca falló en favor de la institución y las quejas del maestro no fueron atendidas.
Disfrutemos de su Sonata en trío en sol mayor, BWV 1039. Está compuesta para dos flautas y continuo y es una versión de una para viola de gamba y clave (BWV 1027). La obra tiene una estructura de sonata italiana. El primer movimiento, Adagio, está dividido en tres partes, con la primera flauta cantando sobre un fluyente bajo. Las dos flautas se unen luego en un movimiento más complejo. El siguiente movimiento es un alegre Allegro, valga el juego de palabras. De nuevo es el contrapunto más bello el que domina. Sigue un Adagio e piano, con las flautas tocando una inacabable serie de arpegios. Termina la sonata con un Presto que no es más que una fuga a tres voces, con la mano derecha del clavecinista casi ejecutando una parte muy independiente.
La partitura de la composición puede descargarse aquí.
La interpretación es del Ensemble l’Enharmonique.