El arzobispo metropolitano emérito de Barcelona publica 'Aplicación de la sinodalidad' Cardenal Sistach: "La sinodalidad es un proceso irreversible y ayudará a poner fin al clericalismo"

Cardenal Lluís Martínez Sistach
Cardenal Lluís Martínez Sistach

Con 88 recién hechos y una década después de haber sido relevado por Juan José Omella como arzobispo de Barcelona, ya no se desplaza tanto como antes, pero continúa activo y con ganas de servir

Lo hace escribiendo libros breves sobre algunos de los grandes retos de la Iglesia en el mundo actual: el más reciente lo publica la editorial Claret y lleva por título 'Aplicación de la sinodalidad'

Para Sistach, con la llegada al papado de León XIV, la Iglesia pasa por un momento de transición similar al que se vivió después del Concilio Vaticano II, que ayudó a hacer una Iglesia más sinodal y participativa y luego alentó Francisco 

"Creo que León XIV continuará impulsando la sinodalidad, del mismo modo que Pablo VI continuó impulsando el concilio. Él mismo lo ha dicho"

(Agencia FLAMA).- Explica el cardenal Lluís Martínez Sistach (Barcelona, 1937) que su padre vivió 100 años y hasta el último momento continuó trabajando como comercial, como había hecho casi toda la vida. Él, con 88 recién hechos y una década después de haber sido relevado por Juan José Omella como arzobispo de Barcelona, ya no se desplaza tanto como antes, y tampoco tanto como lo hacía su padre, pero continúa activo y con ganas de servir. Lo hace escribiendo libros breves sobre algunos de los grandes retos de la Iglesia en el mundo actual: el más reciente lo publica la editorial Claret y lleva por título Aplicación de la sinodalidad.

“Siempre se ha hablado de sinodalidad, pero durante los últimos treinta años había declinado el interés por el tema, hasta que el papa Francisco lo recuperó dedicando un sínodo”, apunta el cardenal sentado en la butaca de su vivienda de la residencia sacerdotal Sant Josep Oriol de Barcelona, el lugar donde ha escrito esta contribución que quiere traducir en un proceso “claro y practicable” todas las reflexiones hechas hasta ahora alrededor de la sinodalidad. Un tema oportuno teniendo en cuenta que, si bien el Sínodo sobre la sinodalidad concluyó el pasado mes de octubre, el papa Francisco, en una de sus últimas decisiones antes de morir, aprobó un plan trienal para llevar a la práctica en las diócesis de todo el mundo las conclusiones del documento final aprobado por el Sínodo.

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"Siempre se ha hablado de sinodalidad, pero durante los últimos treinta años había declinado el interés por el tema, hasta que el papa Francisco lo recuperó dedicando un sínodo"

ParaSistach, que fue creado cardenal en 2007 por Benedicto XVI, con la llegada al papado de León XIV, la Iglesia pasa por un momento de transición similar al que se vivió después del Concilio Vaticano II, convocado por Juan XXIII en 1962 y clausurado por Pablo VI tres años más tarde. “En aquella asamblea se forjaron vínculos entre obispos y el papa, cosa que ayudó a hacer una Iglesia más sinodal y participativa. El concilio fue tan importante, que Pablo VI no pudo hacer como si no hubiera existido, por eso creó en 1965 el Sínodo de los obispos”, advierte el arzobispo metropolitano emérito de Barcelona.

Cruz pectoral del cardenal Sistach
Cruz pectoral del cardenal Sistach

Entre las contribuciones del papa Francisco al Sínodo, el cardenal Sistach subraya la importancia que tuvo el hecho de abrir el organismo a la participación de las mujeres y los laicos; y asegura que esta puerta abierta por el papa argentino ya no se cerrará. “Creo que León XIV continuará impulsando la sinodalidad, del mismo modo que Pablo VI continuó impulsando el concilio. Él mismo lo ha dicho”, sentencia Sistach, que ve la sinodalidad como un proceso “irreversible”que ayudará la Iglesia a “poner fin al clericalismo”, que el mismo papa Francisco catalogó de “cáncer”. “Esto no es la Iglesia”, dice el purpurado, convencido de que el laicado es “absolutamente necesario” en una Iglesia en que todo el Pueblo de Dios anda y trabaja unido para tirar adelante la misión.

"Creo que León XIV continuará impulsando la sinodalidad, del mismo modo que Pablo VI continuó impulsando el concilio. Él mismo lo ha dicho"

En este punto de la conversación, pedimos al cardenal Sistach que se vuelva a colocar bien la cruz pectoral, que ha quedado escondida bajo la chaqueta. “Pedí que pusieran en el centro esta piedra de río de Camprodon. Mi madre iba cada día a comprarnos la leche a mis hermanos y a mí en una casa de campesino y, para hacerlo, tenía que atravesar el río. Con lluvia, nieve o frío, las madres hacen el que haga falta para alimentar a los hijos”, relata.

Cardenal Sistach
Cardenal Sistach Agencia FLAMA

El papa León XIV, que en los primeros días de pontificado ya dejó entrever su intención de viajar a Turquía para conmemorar los mil setecientos años del concilio de Nicea, asumiendo así uno de los compromisos que quiso adoptar el papa Francisco, aseguró que “ecumenismo y sinodalidad van unidos”. Una idea con la cual Sistach no puede estar más de acuerdo, porque la sinodalidad, dice, “implica a todos los cristianos, aunque no haya una unidad plena”. “Esto es importante, porque, si no, no se es la Iglesia de Jesucristo”, reflexiona.

"La sinodalidad implica a todos los cristianos, aunque no haya una unidad plena"

Otra cosa que reivindicaen su nuevo libro quien también fue obispo de Tortosa y arzobispo de Tarragona es que el impulso de la sinodalidad requiere “principios teológicos claros y orientaciones pastorales”. En este punto, subraya que se tiene que trabajar para que toda esta reflexión supere la “superficialidad estructural” y logre “cierta profundidad”.

“La estructura es importante —reconoce— pero si no hay espíritu y contenido de fondo, de espiritualidad y de vida interior y espíritu de conversión, esto no funcionará”.

Cardenal Sistach
Cardenal Sistach Agencia FLAMA

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