"Les molesta que quienes van a usar el seminario sean pobres que pueden tener un color de piel distinto El seminario de Almería, VOX y los pobres

Protesta de VOX ante el seminario de Almería
Protesta de VOX ante el seminario de Almería VOX

"No me vengan ahora con que el edificio debe cumplir su función, porque el seminario no es el edificio, son las personas, y quienes han sentido la llamada y quieren formarse para anunciar la Buena Noticia y servir a los hermanos, la Díócesis les proporciona el espacio idóneo para acompañarlos en su formación, maduración y crecimiento"

"Lo que les preocupa no son los seminaristas; les preocupa y disgusta que quienes van a usar el seminario sean vulnerables, pobres que pueden tener un color de piel distinto, un olor diferente al nuestro y que no son españoles"

Nada más anunciar el proyecto de dedicar el edificio del seminario a la acogida y formación de inmigrantes, se ha puesto en marcha la máquina generadora de fantasmas, lanzadora de bulos y sembradora de miedos: “Efecto llamada”, “delincuentes”, “nos invaden”, “colapsan el sistema de salud”...

Pues miren ustedes, se ha estado casi un año, puede que más, intentando vender el edificio del Seminario para desmontar algo de la deuda económica de la Diócesis, y algunas ofertas seguro que hubo, unas más centradas que otras. Gracias a Dios, y a la solidaridad de la amplia comunidad eclesial, no ha sido necesario venderlo. Pocas voces se elevaron para protestar porque se podía especular o porque podía caer en las manos de un holding, o de un grupo empresarial donde la persona cuenta poco, y su único objetivo fuera obtener rentabilidad y beneficios siempre, claro está, económicos.

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

No me vengan ahora con que el edificio debe cumplir su función, porque el seminario no es el edificio, son las personas, y quienes han sentido la llamada y quieren formarse para anunciar la Buena Noticia y servir a los hermanos, la Díócesis les proporciona el espacio idóneo para acompañarlos en su formación, maduración y crecimiento.

El líder de Vox, Santiago Abascal, en el Congreso de los Diputados
El líder de Vox, Santiago Abascal, en el Congreso de los Diputados

Lo que les preocupa no son los seminaristas; les preocupa y disgusta que quienes van a usar el seminario sean vulnerables, pobres que pueden tener un color de piel distinto, un olor diferente al nuestro y que no son españoles. ¡¡¡Madre mía a donde hemos llegado!!!. ¿Saben ustedes quienes son, mayoritariamente, los que cosechan los frutos que consumimos? ¿Por casualidad han mirado quienes están trabajando en las obras a pleno sol? ¿Tienen ustedes personas mayores o impedidas? ¿Quiénes los cuidan? ¿Cotizan por ellos? No seamos hipócritas. “¿Y para los españoles?” Se preguntan en su cartel, y me pregunto yo: ¿Se han preocupado ustedes alguna vez por los españoles pobres?

Las personas migradas, molestan si son pobres. Vemos como cosa normal a los colectivos europeos, que son el 50% de los extranjeros de nuestra provincia, o de las grandes fortunas de distintas procedencias que habitan en algunas de nuestras costas; unos y otros hacen uso de nuestros recursos sanitarios, están bien vistos, independientemente de la actividad que realicen, e incluso les reímos las gracias. Quienes nadan en la abundancia y, con más motivo, los que se hunden en la miseria, deben ser respetados y aceptados. Un dato significativo es que más de 85.000 trabajadores extranjeros están afiliados mayoritariamente en el sector agrícola a la Seguridad Social.

Los pobres molestan porque nos recuerdan que este mundo genera injusticias, y nos hacen ver, si no estamos ciegos, que la llamada sociedad del bienestar, el vivir bien, conlleva que otras personas no vivan tan bien porque no se pueden subir al tren del consumo y porque se ven privados de lo básico: Salud pública, educación gratuita, pensiones, subsidio de desempleo, vivienda, protección frente a la pobreza ...

Los pobres molestan porque nos recuerdan que este mundo genera injusticias, y nos hacen ver, si no estamos ciegos, que la llamada sociedad del bienestar, el vivir bien, conlleva que otras personas no vivan tan bien porque no se pueden subir al tren del consumo y porque se ven privados de lo básico: Salud pública, educación gratuita, pensiones, subsidio de desempleo, vivienda, protección frente a la pobreza ... Y qué casualidad, de esto participan tanto los nacionales como los extranjeros. El pobre es pobre en cualquier lugar del mundo y afean nuestras calles y molesta su presencia ¿Los ignoramos? ¿Los escondemos?

El papa y los inmigrantes que detesta VOX
El papa y los inmigrantes que detesta VOX

Creo que a ustedes les importa poco el edificio y menos las personas, creo que confunden los medios con los fines, y creo que hacen demagogia. Miren ustedes, el seminario, como todos los medios de que dispone la Iglesia, cumplen su función en la medida en que están al servicio de la evangelización: Anunciar a Jesucristo con palabras y con hechos, con lo que se hace y con lo que se dice. Siguiendo a san Mateo al final de su evangelio es bueno interrogarnos una vez más ¿Vemos a Jesús, al Señor, en el hambriento, en el sediento, en el enfermo, en el extranjero, en el desnudo, en el preso?

Para los cristianos la preocupación y la ocupación deben ser las personas, porque son, somos, imagen de Dios y desde que Dios se hizo Hombre, cada persona está revestida de una dignidad que nada ni nadie le puede arrebatar. No nos engañemos, quien desprecia a los pobres se está alejando del Dios Padre revelado en Jesucristo. Puede que no seas cristiano y que este razonamiento te resbale; cada cual es libre de creer lo que quiera, pero está la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que como bien indica su nombre: cada persona, por el sólo hecho de ser humano, los tiene sin necesidad de que nadie se los otorgue, y sin distinción alguna de raza, nacionalidad, sexo, religión, idioma, opinión política, origen social u otra condición; y todos estamos obligados a aceptarlos, respetarlos y cumplirlos.

Para terminar, me parece acertada la decisión de darle vida al seminario. Respeto, aunque puede que no lo comporta, que ustedes dediquen sus edificios al fin que crean más acorde con sus principios y limiten la entrada a quienes les parezca. La Iglesia que peregrina en Almería, fiel al Evangelio y a la historia que nos ha tocado vivir, debe de estar, incluidos sus edificios, al servicio de las personas. Ahora, porque los signos de los tiempos así lo muestran, hay que dar respuesta a las situaciones que viven muchas de las personas migradas

Volver arriba