Canto de Weyla

Gesang Weylas, Wolf

¡Feliz lunes! Comenzamos semana y espero que la canícula del verano no esté haciendo estragos en tu vida. Para paliarlo, ¿qué mejor que buena música? Hoy quiero traerte una pequeña obra que es muy posible que escuches varias veces porque te va a dejar un gusto en la boca y en los sentidos muy especial. Alguna vez ha aparecido por aquí y a mí su exquisita música siempre me deja con una sensación de plenitud muy especial.

Hugo Wolf

Quien nos visita es Hugo Wolf (1860-1903), compositor austríaco de origen esloveno porque nació en Windischgräz. En la estela de Schubert, era un extraordinario compositor de lieder alemanes y, como él, murió de sífilis. Curiosamente, parece que imitando a Schumann (otro maestro de los lieder) terminó sus días en un sanatorio mental. Compuso una ópera, música incidental y alguna que otra obra orquestal pero donde mostró todo su arte, su sabiduría y su profunda psicología, fue en la composición de lieder. Lo hizo sobre textos de famosos poetas como Mörike, Goethe, Lenau o Eichendorff. También usó poemas de escritores españoles traducidos al alemán, componiendo así el llamado «Libro de canciones español». Si en sus años de juventud compuso una ópera basada en tema español, «El corregidor», al final de sus días trabajó incansablemente en otra: «Manuel Venegas» que dejó inconclusa. Murió como héroe nacional pero poco a poco fue cayendo en el olvido. Como tal persona de alto rango cultural, fue enterrado en el cementerio central de Viena junto a las tumbas de Beethoven y Schubert.

Disfrutemos de su Gesang Weylas. El texto es de Eduard Mörike y fue publicado en sus «Mörike-Lieder», colección de cincuenta y tres obras compuestas en 1888. La de hoy se basa en un mito enclavado en la isla de Orplid y su guardiana la diosa Weyla. La obra se amolda como un guante a la maravillosa poesía de Mörike, obra visionaria y casi irreal. Se abre la composición con arpegios del piano imitando los sonidos de un arpa, casi a modo de invocación. El texto aparece con ocho sílabas sobre la misma nota para ir ascendiendo poco a poco para luego descender y evaporarse. La música se va llenando de un aura muy especial de forma que voz y piano se extinguen en un maravilloso final.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí (página 160 del pdf).

La interpretación es de Dietrich Fischer-Dieskau (barítono) y Sviatoslav Richter (piano).

Volver arriba