'Tucho' Fernández y Iannone avanzan en los cambios del Derecho Canónico Rupnik, HAM IVE... el abuso espiritual, más cerca de convertirse en un delito canónico

El abuso espiritual
El abuso espiritual

El mandato de la comisión no es otro que determinar cómo el abuso espiritual —a menudo vinculado a la manipulación, la coerción y el abuso de autoridad en entornos religiosos— debe clasificarse formalmente como delito canónico

La petición de 'Tucho' Fernández al Papa se produjo, y no es casualidad, un día después de que se designara el tribunal vaticano que juzgará el caso de Marko Rupnik

Actualmente, no es un delito según el Derecho Canónico, aunque las víctimas existen, y cada vez son más reconocidas por las instancias eclesiásticas. Se trata del 'abuso espiritual', una vertiente del 'falso misticismo' que, en los últimos tiempos, se ha convertido en moneda de curso habitual a la hora de hablar de los abusos en la Iglesia. Rupnik, las HAM, el Instituto del Verbo Encarnado, el franciscano Garrido u otras formas de dominación (acaben o no en abusos sexuales o físicos) son algunos de los ejemplos de una práctica que, en breve, podrá convertirse en un delito canónico.

Creemos. Crecemos. Contigo

Al menos, así lo detalla una nota del Dicasterio de Doctrina de la Fe, que detalla una audiencia con el Papa León XIV para abordar "el objetivo de tipificar como delito el abuso espiritual", y que sigue el mandato de Francisco, quien ordenó la creación de un grupo de trabajo para abordar el falso misticismo. La presidencia, en su día, se otorgó a Filippo Iannone, a la sazón prefecto del dicasterio para los Textos Legislativos, y hoy sucesor de Prevost al frente del dicasterio de Obispos.

Marco Rupnik
Marco Rupnik

"Este grupo está trabajando de manera fructífera y, en consideración a ello, presento la respetuosa propuesta de confirmar a Su Excelencia Mons. Iannone, O.Carm., al frente de dicho equipo", apuntaba Víctor Manuel 'Tucho' Fernández. León XIV aprobó la medida, que fortalece el trabajo de la comisión de cara a acabar con esta anomalía canónica.

Y es que el mandato de la comisión no es otro que determinar cómo el abuso espiritual —a menudo vinculado a la manipulación, la coerción y el abuso de autoridad en entornos religiosos— debe clasificarse formalmente como delito canónico. La petición de 'Tucho' Fernández al Papa se produjo, y no es casualidad, un día después de que se designara el tribunal vaticano que juzgará el caso de Marko Rupnik, un ejemplo claro de manipulación y coerción espiritual que, hoy por hoy, no tienen pena canónica directa asociada, lo que dificulta una posible condena.

HAM
HAM

¿Cómo afectaría esta reforma al 'caso Rupnik'? De manera fundamental, aseguran nuestras fuentes, que apuntan que una reforma del Derecho Canónico permitiría juzgar, y condenar, al ex jesuita con un delito específico, algo que llevan pidiendo mucho tiempo sus víctimas, y las de otros casos. El de Rupnik podría ser el primero en que se utilizara la nueva normativa.

Así, el grupo de trabajo trata de identificar, y codificar en norma válida para la Iglesia, qué constituye un abuso espiritual, qué penas canónicas arrastraría y cómo detectarlo y denunciarlo. Un paso más en una institución a la que le ha costado mucho atajar la crisis derivada de los abusos físicos y sexuales, y que ve con preocupación cómo la cuestión de los abusos de conciencia en situacion de dependencia están, lamentablemente, a la orden del día en la Iglesia. Especialmente en el caso de las consagradas, que ven en la obediencia o la dirección espiritual armas de estos depredadores.

Preguntas y respuestas

¿Qué se considera abuso espiritual? Según los expertos, se trata del uso de la religión, las creencias o las prácticas espirituales para manipular, controlar, aislar o dañar a una persona

¿Dónde ocurre? En relaciones asimétricas de poder, como la relación entre un superior y un subordinado, un director espiritual y su dirigido, o un catequista y un niño

¿Qué consecuencias puede tener? Puede llevar a que la víctima pierda su identidad, autoestima y capacidad de pensar por sí misma, ya que se considera que actuar en contra del abusador sería actuar en contra de Dios. 

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