Lamentaciones
¡Feliz jueves! El género de las lamentaciones tiene un momento propio: el de Semana Santa. Sin embargo, su música suele ser tan impresionante que siempre nos llama la atención, la escuchemos cuando la escuchemos.
La música de hoy es de Pedro Ruimonte (1565-1627), compositor español nacido en Zaragoza. Probablemente estudió con Melchor Robledo en La Seo de la capital zaragozana. Sabemos que también viajó a Bruselas con el archiduque Alberto y su esposa, la infanta Isabel. En 1601 era maestro de la capilla y la música de cámara de ambos. Durante diez años tuvo ese puesto hasta por lo menos 1611, cuando tomó parte de los funerales de Margarita de Austria. En 1618 estaba de nuevo en Bruselas y allí permaneció hasta 1622. Sus obras son principalmente en estilo imitativo, con cierto énfasis en la homofonía. Usa cánones y armaduras con varios sostenidos, lo que da lugar a un cruce de relaciones bastante audaz en muchos casos.
Escuchemos las Lamentationes Hieremiae Prophetae, que fueron compuestas especialmente para ser interpretadas el Sábado Santo. Se encuentran en un códice hallado en Albarracín y son piezas para seis y ocho voces. La obra está llena de equilibrio y tiene un bello estilo que podemos decir galante (no en el sentido musical habitual de la palabra, obviamente). Estas obras eran tan extraordinarias y Ruimonte era tenido en tan alta estima que fueron publicadas en Amberes, en 1607, nada menos que por Pierre Phalèse. Lo que escuchamos es una obra impresionante, llena de la serenidad propia del momento el que Jesús está en el sepulcro en espera de resucitar para darnos la Vida.
La interpretación es de Graindelavoix.