Creo que no es mala idea, ¿no? Siempre Mozart tiene algo que decirnos y que ofrecernos, que aportarnos un granito de arena, un rayito de luz que aportarnos y alegrarnos el día. Siempre la música de Mozart es como esa joya que brilla y nos sorprende, siempre para bien. El concierto de hoy seguro que lo hace, y seguro que te hace traer a tu mente buenos recuerdos.

Ya sabes que hoy nos trae la música Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), maestro austríaco nacido en Salzburgo. Hay una anécdota muy sabrosa que relaciona a Mozart y a su gran amigo Haydn. Se cuenta que Haydn la escribió una carta a Mozart diciendo que había una obra de este que no podía ser interpretada. En efecto, Hayden se sentó al teclado y se puso a tocarla. Llegó un momento en que la mano derecha tocaba una parte aguda y la izquierda una grave, pero en la partitura había una nota intermedia que Haydn no veía cómo tocarla. Mozart dijo que él sí era capaz. Se sentó y tocó el pasaje. Cuando llegó a la nota... ¡la tocó con la nariz! Haydn le dijo: "Con una nariz como la tuya resulta hasta fácil". Eran amigos íntimos que se querían y se admiraban mutuamente.

Precisamente para teclado es la obra de hoy. Te ofrezco el Concierto para piano y orquesta nº 21 en Do Mayor, K. 467. Es una de las obras más conocidas del maestro y se subtitula "Elvira Madigan". Es un subtítulo muy posterior a Mozart. ¿Quién era esta mujer? Sencillamente una mujer danesa cuya vida fue llevada al cine y se usó este concierto para su banda sonora. El concierto fue completado el 9 de marzo de 1785. Está dividido en los habituales tres movimientos y es sencillamente arrebatador. Ante semejante obra de Mozart sobran completamente las palabras y solo queda callar, escuchar la música y sorprendernos una vez más del genio.

La interpretación es de Maurizio Pollini (piano) y la Orquesta Filarmonica della Scala de Milán dirigida por Riccardo Muti.