Música de fantasía



¡Feliz viernes! Nos vamos aproximando poco a poco al fin de semana y hoy vamos a hacerlo con una música muy especial, procedente de una compositora que creo que nos visita por primera vez. Ya casi pierdo a menudo la cuenta de qué he publicado o a quién te he traído. Te pido perdón de antemano si me repito con alguna obra. Creo que de hoy no ha aparecido nunca por aquí y verás que es una obra bellísima. Pertenece al temido (musicalmente hablando) siglo XX pero espero que no te eche para atrás.

Nos visita hoy Imogen Holst (1907-1984), compositora británica nacida en Richmond. Lleva un apellido ilustre porque, efectivamente, era hija de Gustav Holst. Era también escritora musical y directora de orquesta. Estudió en el Royal College of Music e incluso terminó trabajando allí. Poco a poco se fue interesando por la rica música popular de su país y comenzó a arreglarlas. Esta actividad hizo que sus otras obras quedasen oscurecidas y no fueron conocidas hasta la década de 1980. Su lenguaje era muy especial y destaca su cuidadoso trato de la armonía, creando a veces cierta ambigüedad; también usó la polimodalidad. Durante más de una década fue amanuense de Britten e hizo varias reducciones para piano de sus obras. Como directora de orquesta se dedicó especialmente a la época renacentista y barroca. Cuando se retiró de la vida activa se dedicó a escribir sobre su padre. Es una obra que, si bien puede parecer que solo tiene interés en su país, es importante que la conozcamos ya que su música es de la más alta calidad.

Disfrutemos hoy de su Imogen Phantasy Quartet, obra para cuarteto de cuerdas compuesta en 1928. En ella inmediatamente apreciamos la influencia de la música de su padre y de sus profesores, al igual que la de Vaughan Williams, quien le dio clase en el Royal College. Sin embargo, Holst no era una simple imitadora de su padre sino que ya tenía un lenguaje muy personal, que poco a poco iba forjando y que aquí apreciamos en toda su esencia en esta obra de cámara. Con esta obra ganó el Premio Cobbett con lo que ya comenzaba a ser reconocida. Es una pieza compuesta en un estilo pastoral y dominada por dos temas que van apareciendo y reapareciendo a lo largo de la pieza. La obra alcanza un intenso clímax para luego ir desvaneciéndose de la forma más bella y tranquila posible. Una verdadera sorpresa deliciosa.

La interpretación es de The London Conchord Ensemble.

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