Pompa y boato



Para inaugurar esta semana vamos a ponernos grandiosos... ¿por qué no? Vamos a darle pompa y grandeur a este lunes para que la música nos aporte fuerza y nos haga tomar aliento, que seguro lo necesitamos. Con estas fanfarrias seguro que cuando nos demos cuenta habrá pasado ya el lunes y afrontaremos la semana con más inspiración.

El encargado, espero, de ello será Michel-Richard Delalande (1657-1726), maestro francés nacido en París. Fue, además de compositor, organista y clavecinista al servicio del rey Luis XIV, el Rey Sol. Fue coetáneo de Lully y Couperin y se encargó de la educación musical de los hijos del rey y de la capilla real hasta su muerte en Versalles. Se dice que era el mejor compositor de los grand motets franceses. En su época, Luis XIV organizaba concursos de música en los que él mismo era el jurado. Delalande tuvo la suerte de ganar uno de ellos, lo que le situó en una situación privilegiada. Entre sus obras destacan los aludidos motetes. No compuso ninguna misa por lo que a su muerte se interpretó una de otro maestro de la época.

Delalande tiene en su haber el haber compuesto la obra instrumental más conocida del barroco francés, considerada por los franceses como su mejor obra. Se trata de las Symphonies pour les Soupers du Roy, esto es, las "Sinfonías para las cenas del rey". Delalande fue nombrado en 1689 "superintendant de la musique de la chambre du roi" y es probable que en agradecimiento se le ocurriese componer una suite instrumental que embelleciese las cenas del rey. La ceremonia de la cena real era curiosa: tenía lugar todos los días a las 22 horas y el monarca cenaba en público en el centro de una sala de espaldas al fuego. Tras él siempre estaba el médico principal, Daquin, y alguna alta persona. El "controleur" probaba la cena y la servía y todo estaba aderezado con música. La ceremonia comenzaba con una fanfarria de trompetas coincidiendo con la entrada del monarca. Es posible que la música de Delalande fuese interpretada en varios momentos distintos de la cena, de ahí la estructura de las suites.

Es posible que lo más famoso de esta música sea este Concert de Trompettes formado por: Prelúde avec les trompettes - 2º Air pour les mesmes - Chaconne avec les trompettes - Menuet avec les Trompettes y 2º Menuet pour les hautbois - Fanfarres des trompetes. Sin duda, todo el grandeur francés el servicio del rey con más pompa y circunstancia (sobre la obra de Elgar y el título que proviene de Shakespeare ya hablaré en otro momento) de la historia de Francia.

La interpretación de este concierto es de La Simphonie du Marais dirigido por Hugo Reyne.

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