Sentado entre querubines

¡Feliz martes! El tiempo de Adviento sigue su curso y por ello vamos a disfrutar hoy de música que no solo será religiosa sino que es propia de estos días. Cuando leas el apellido verás que es uno de los grandes conocidos de la historia pero no será el que todos tenemos en mente. Muchas veces repito que no solo de grandes nombras y grandes obras vive el hombre y vamos a comprobar esto con la pequeña composición de hoy.

La compuso Michael Haydn (1737-1806), compositor austríaco nacido en Rohrau. Con ocho años viajó a Viena y cantó como niño de coro. Con doce era organista suplente de la catedral y pudo interpretar sus propias obras. Con el cambio de voz dejó el coro y estuvo relacionado con el seminario jesuita, donde hacía grandes progresos. Junto con Albrechtsberger tocaba el órgano en dicha iglesia. Se dedicó a componer algunas de las obras de Fux, aprendiendo del arte de este otro gran maestro. Parece ser que igualmente estudió a Bach, Handel, Graun y Hasse. Más o menos en 1757 dejó Viena para ir a Grosswardein y sería sucedido por Dittersdorf. Las obras que compuso aquí son de pequeña escala pero ya apuntan buenas maneras. En 1762 volvió a Viena y de ahí pasó a Salzburgo donde tuvo por colegas a Leopold Mozart y luego a W. A. Mozart. Antes decía que pertenecía a una conocida familia de músicos: los Haydn. El más famoso de ellos es Franz Joseph y ambos eran hermanos, siendo Michael menor.
Disfrutemos de su motete Qui sedes, Domine, MH 444. El texto está tomado del gradual correspondiente al tercer domingo de Adviento. La composición está escrita para coro y orquesta y tiene todo el sabor de las obras típicamente clasicistas pero con cierto aire del final de barroco. En general, el maestro escribe una obra con poca variación polifónica ya que el coro casi siempre canta en homofonía. El acompañamiento de la orquesta también es bastante directo predominando el sonido de las trompetas. Esta obra mantiene un aire jubiloso y tiene un ritmo arrollador que nos lleva directamente a ese gozo de la espera del Adviento.
La partitura de la composición puedes descargarla aquí.
La interpretación es de Vocalino Wettingen y una Orquesta dirigidos por David Rossel.