La poderosa familia Borgia



¡Feliz miércoles! Hoy es el día de san Francisco de Borja, santo querido por los que compartimos la espiritualidad ignaciana, que fue general de la Compañía de Jesús. No hay mucha música relacionada directamente con él pero evidentemente sí con la familia, la poderosa familia de los Borgia. Francisco fue un apasionado de la música y parece que incluso llegó a componer una obra, pero no es eso lo que te traigo hoy. En cualquier caso, la familia Borja (Borgia) es la protagonista.



Quien nos va a proporcionar hoy la música es Gaetano Donizetti (1797-1848), maestro italiano nacido en Bérgamo. Si decimos juntas dos palabras, «bel canto», inmediatamente nos viene a la mente el apellido de Donizetti, quien lo dominó tanto en Francia como en Italia. Escribió más de sesenta obras y casi todas se mantienen hoy día en el repertorio de los grandes intérpretes, que requieren unas grandes habilidades técnicas. Donizetti recogió toda la frescura que presentó Rossini en sus obras y les dio el punto dramático que tanto exploraría luego Verdi. Su otro contemporáneo, Bellini, no llegó a componer con una flexibilidad tan característica como la de nuestro maestro de hoy, a pesar de la manifiesta belleza de las obras de Bellini. Donizetti llegó a alcanzar tal dramatismo en sus últimas óperas que prácticamente usó el mismo patrón que Verdi comenzaría a trabajar. Durante toda su vida gozó más del favor del público que de los críticos. Sus óperas fueron ganando en popularidad en su tiempo pero en 1914 casi habían desaparecido de los conciertos hasta que en la década de 1950 hubo una revitalización de sus grandes composiciones.

Te propongo disfrutar de un fragmento de su ópera melodramática Lucrezia Borgia, obra estrenada en Milán en 1833 y que cuenta con un libreto de Felice Romani según Víctor Hugo. Está dividida en dos actos y la acción se desarrolla en Venecia y Ferrara. Concretamente, escucharemos la romanza Tranquillo ei posa... Com´e bello, que se canta en el prólogo de la ópera. En elle, Lucrezia habla con Gennaro, quien ha sido advertido de lo peligrosa que era la familia Borgia. Lucrezia besa la mano de Gennaro y admira su belleza y este medio se enamora de ella aunque le confiesa que solo ama a una mujer: su madre, a la que no conoce. Vuelven sus amigos y le comunican a la familia a la que pertenece la mujer. Una bellísima obra.

La interpretación es de Maria Callas (soprano) y la Orchestre de la Societé des Concerts du Conservatoire dirigida por Nicola Rescigno.

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