La CNBB es reconocida por su servicio al pueblo brasileño, su cercanía pastoral y su papel profético en la historia La Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil celebra su 73 aniversario como "testigo de la esperanza y promotora de la vida"

La Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) celebra este 14 de octubre su 73.º aniversario, fortaleciendo su misión de ser “testigo de la esperanza y promotora de la vida”
Monseñor Ricardo Hoepers, obispo auxiliar de Brasilia y secretario general de la CNBB, celebró la eucaristía y recordó que la CNBB nació "inspirada en la organización de la Acción Católica, involucrando a los laicos en la vida eclesial y social"
A lo largo de estas décadas, la CNBB ha estado vinculada al impulso renovador del Concilio Vaticano II. Esta visión ha guiado su actuar como instrumento de comunión, solidaridad y servicio, tanto en el ámbito eclesial como en los desafíos sociales del país
A lo largo de estas décadas, la CNBB ha estado vinculada al impulso renovador del Concilio Vaticano II. Esta visión ha guiado su actuar como instrumento de comunión, solidaridad y servicio, tanto en el ámbito eclesial como en los desafíos sociales del país
| Micaela Alejandra Díaz
(ADN Celam).- La Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) celebra este 14 de octubre su 73.º aniversario, fortaleciendo su misión de ser “testigo de la esperanza y promotora de la vida”. Fundada en 1952, la CNBB es reconocida por su servicio al pueblo brasileño, su cercanía pastoral y su papel profético en la historia de la Iglesia y de la sociedad.
Celebración de fe
La jornada comenzó con la Santa Misa en la capilla de Nossa Senhora Aparecida, en la sede de la Conferencia, presidida por el obispo auxiliar de Brasilia y secretario general de la CNBB, Mons. Ricardo Hoepers, y concelebrada por sacerdotes asesores. La Eucaristía fue transmitida en vivo por las redes sociales oficiales de la CNBB.
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Tras la celebración, se realizó un encuentro con colaboradores, asesores y miembros de la presidencia, en un ambiente de gratitud y reflexión sobre el camino recorrido.
Al explicar la elección del lema, Mons. Ricardo Hoepers dijo: “Desde su creación, la CNBB siempre ha sido testigo de la esperanza y promotora de la vida. Inspirada en la Acción Católica, la CNBB ha estado cerca de los brasileños, de sus verdaderos dramas y de sus conquistas”.
Historia de comunión, esperanza y vida
La conmemoración de los 73 años llega en un año jubilar para la Iglesia, tiempo propicio para reconocer la contribución de la Conferencia al fortalecimiento de la colegialidad episcopal y la misión evangelizadora.
A lo largo de estas décadas, la CNBB ha estado vinculada al impulso renovador del Concilio Vaticano II. Su fundador y primer secretario general, Mons. Hélder Câmara, recordaba en 1977: “El Espíritu de Dios quiso llevarnos a vivir la colegialidad episcopal y la corresponsabilidad de todo el Pueblo de Dios… conducirnos a la recta experiencia de la Iglesia local, en unión con la Iglesia de Cristo esparcida por el mundo, en estrecha sintonía con el Santo Padre y al servicio de los hombres, nuestros hermanos”.
Esta visión ha guiado el actuar de la CNBB como instrumento de comunión, solidaridad y servicio, tanto en el ámbito eclesial como en los desafíos sociales del país.
Signos de esperanza
El cardenal Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre y presidente de la CNBB, señaló que el testimonio de esperanza y la promoción de la vida son signos permanentes en la historia de la institución: “El testimonio de esperanza y la promoción de la vida significan el compromiso de buscar responder a los desafíos de los signos de los tiempos, atendiendo a lo que el Evangelio pide a los discípulos de Jesucristo”.
El arzobispo de Goiânia y primer vicepresidente de la CNBB, Mons. João Justino de Medeiros Silva, señaló que esta vocación se encuentra en los orígenes mismos de la Conferencia: “La perspectiva de dar testimonio de la esperanza está presente desde el inicio de la Conferencia y, posteriormente, en la participación de los obispos brasileños en el Concilio Vaticano II… desde el plan de emergencia hasta el primer plan pastoral integral, definiendo las líneas de acción evangelizadora.”

Para Mons. João Justino, la CNBB ha mantenido una coherencia pastoral basada en la centralidad del Evangelio: “Siempre hemos partido de la evangelización, del anuncio del Evangelio en sí, y de los desarrollos para la Iglesia interna y para la relación de la Iglesia con la sociedad”.
Cercanía y profecía
Mons. Ricardo Hoepers recordó que la CNBB nació “inspirada en la organización de la Acción Católica”, involucrando a los laicos en la vida eclesial y social.
“La CNBB siempre ha estado cerca del pueblo, al lado de las verdaderas luchas y logros de los brasileños. Es la expresión del episcopado, de la colegialidad y la fraternidad entre los obispos, pero también la presencia cotidiana de la Iglesia en la vida del país”.
El secretario general subrayó que la CNBB ha sabido ser una voz profética ante las realidades del país: “Estando involucrada en los dramas reales, conoce la vida como es, y busca ser esa voz profética de anuncio del Evangelio, pero también de denuncia de todo lo que viola la dignidad humana.”

Campaña de la Fraternidad: signo permanente de esperanza
Entre las iniciativas que más expresan el espíritu de la CNBB, los obispos coinciden en destacar la Campaña de la Fraternidad, un proyecto pastoral con más de seis décadas de historia que ha inspirado a miles de comunidades.
El cardenal Spengler explicó que esta campaña es una manifestación de comunión y compromiso social: “La Campaña de la Fraternidad es un signo del testimonio de la esperanza. Juntos, atentos al principio de comunión y comprometidos con un proceso continuo de conversión, colaboramos en la construcción de una sociedad justa, comprometida con el bien común y la paz.”
También resaltó la labor de las Pastorales Sociales, que promueven la vida en abundancia para todos: “Iluminados por el Evangelio, atentos a las necesidades primarias de la población, los ministerios sociales se esfuerzan por dar testimonio de lo que inspira la fe, pues ‘el culto a Dios es inseparable de la atención a los pobres’”, recordó citando al Papa León XIV.
Fondo Nacional de Solidaridad: testimonio de comunión y solidaridad
Mons. João Justino añadió que el Fondo Nacional de Solidaridad (FNS), surgido de esta campaña, ha sido un signo visible de esperanza: “El Fondo ha hecho un enorme bien a las comunidades necesitadas de Brasil al apoyar cientos de proyectos que promueven la vida y dan testimonio de la esperanza. Es un hermoso testimonio de comunión, solidaridad y sinodalidad.”
Por su parte, Mons. Ricardo Hoepers enfatizó: “El Fondo Nacional de Solidaridad es único: somos la única Conferencia que logra motivar, organizar, administrar y obtener resultados visibles a través de su propia estructura. Refleja la transparencia y el compromiso de cada cristiano con un Brasil mejor.”

CNBB reflejo de unidad, diálogo y profecía
El obispo emérito Mons. Armando Bucciol, con casi veinte años de participación en la CNBB, definió su experiencia como “una vivencia profunda de comunión eclesial”: “He compartido con obispos de un Brasil continental, con realidades tan diversas, pero unidos por la fe y el amor al Señor y a la Iglesia. Este es un testimonio de gran valor y un servicio para sostener la esperanza del pueblo.”
Mons. Bucciol afirmó que esta comunión es el reflejo de una Iglesia que vive fiel a su misión de esperanza y servicio: “El Concilio Vaticano II habla de la Iglesia como signo e instrumento de comunión, servidora de la esperanza y de la vida. La CNBB vive de esta fidelidad. Yo, como humilde servidor de la Iglesia en el sertón de Bahía, puedo dar fe de ello.”
A lo largo de sus 73 años, la CNBB ha sido un reflejo de unidad, diálogo y profecía. Su historia se entrelaza con los grandes hitos de la Iglesia latinoamericana y con el compromiso por la justicia social. Como expresaron sus obispos, su testimonio continúa orientado por la certeza de que“la esperanza no defrauda” (Rm 5,5), y que solo desde la fe y la fraternidad se puede construir una sociedad donde cada vida sea reconocida, defendida y celebrada.

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