CEP: "La violencia nunca genera ni justicia ni desarrollo" La Iglesia de Perú pide calma a la población ante el paro de transporte anunciado para hoy

Con un contundente rechazo a los excesos, los obispos recordaron que "la violencia destruye la convivencia, debilita la democracia y lastima el alma del pueblo"
Perú necesita a sus ciudadanos "unidos en la justicia y en el respeto, en la democracia y en la libertad, en la reconciliación y en la paz", dicen los obispos
(AICA).- La Presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), a través de un comunicado, hizo un llamado a la calma, la unidad y la paz ante el paro de transporte anunciado para hoy, 15 de octubre.
Citando al Santo Padre y a la carta a los Romanos ("En cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos"), los obispos, en su lugar de pastores, instaron a los ciudadanos a que el Perú continúe por el camino de la "reconciliación, el diálogo y de la unidad nacional".
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"Perú necesita a sus ciudadanos unidos en la justicia y en el respeto, en la democracia y en la libertad, en la reconciliación y en la paz"

Entre los puntos centrales, la CEP hizo un llamado a la unidad, donde afirmó que el Perú necesita a sus ciudadanos "unidos en la justicia y en el respeto, en la democracia y en la libertad, en la reconciliación y en la paz", especialmente comprometidos con los más débiles y para mantener viva la esperanza.
Además, afirmaron que la Iglesia reconoce el derecho de todos los ciudadanos a manifestarse y expresar sus ideas libremente, pero subraya que este debe ejercerse siempre con "actitudes de paz, respeto y fraternidad".
Con un contundente rechazo a los excesos, los obispos recordaron que "la violencia nunca genera ni justicia ni desarrollo"; por el contrario, "destruye la convivencia, debilita la democracia y hiere el alma del pueblo."
El comunicado concluye pidiendo que los peruanos se unan -con firmeza- para vencer problemas urgentes, como la inseguridad, el crimen, la corrupción y la pobreza; y pidiendo al Señor de los Milagros que ayude a construir un país de verdaderos hermanos.

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