"Gracias San Cayetano por acompañarnos, ayudanos a cuidarnos como hermanos" Miles de devotos se "reencuentran" con San Cayetano para pedir paz, pan y trabajo

Devoción por San Cayetano
Devoción por San Cayetano

Los peregrinos se acercan al santuario de Liniers para pedir y agradecer al santo patrono de la Providencia, tras dos años de fiesta virtual por la pandemia. La devoción popular en su mayor expresión

Las tradicionales campanadas, después de que la banda de la Policía Federal tocara el himno nacional, a las 0 del domingo los sacerdotes abrieron las puertas de hierro del templo de la calle Cuzco lo que dio inicio a la festividad católica que se realiza en simultáneo en varias parroquias del país

Miles de devotos comenzaron a pasar esta madrugada por el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, que tras dos años de pandemia volvió a abrir sus puertas para el “reencuentro” de la feligresía que acude al santo por paz pan y trabajo. 

A la hora cero, tras el sonar de las campanas tradicional, los sacerdotes del templo de Cuzco 150 abrieron las puertas para un incesante paso de peregrinos que se acercan, en dos filas, a la imagen de San Cayetano.

Las tradicionales campanadas, después de que la banda de la Policía Federal tocara el himno nacional, a las 0 del domingo los sacerdotes abrieron las puertas de hierro del templo de la calle Cuzco lo que dio inicio a la festividad católica que se realiza en simultáneo en varias parroquias del país.

La fiesta grande en honor al santo lleva por lema "Gracias San Cayetano por acompañarnos, ayudanos a cuidarnos como hermanos" y la misa central está prevista para las 11 y será presidida por el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli.

Los devotos del santo esperaron a la apertura del templo en las inmediaciones del santuario, pese a las bajas temperaturas que se registran en Buenos Aires.

Ayer, una imagen peregrina de San Cayetano recorrió las filas de los peregrinos, mientras el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Ernesto Giobando SJ, los bendecía.

Miles de voluntarios asisten a los peregrinos con algo caliente durante la espera en las dos filas para llegar al interior del santuario: una “lenta” para tocar el vidrio que protege la imagen de San Cayetano y otra “rápida” para rezarle a lo lejos.

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

Volver arriba