La pederastia, la violencia o los nuevos cultos religiosos, entre sus cruces particulares Norberto Rivera Carrera: los claroscuros de un ministerio
(Guillermo Gazanini, corresponsal en México).- La renuncia del Arzobispo Primado de México ha suscitado las más variadas opiniones. Era la crónica anunciada de argumentaciones sin sustento que abonaron más al descrédito y al impacto mediático contra el purpurado quien tomó posesión de uno de los arzobispados más complejos de México, el 26 de julio de 1995.
Desde su nombramiento como Pastor de la Arquidiócesis de México-Tenochtitlán, sucediendo al cardenal Ernesto Corripio Ahumada (1919-2008), han pasado veintidós años y el 6 de junio festeja su cumpleaños setenta y cinco, lo que algunos ven como la fecha límite para que el Cardenal rinda cuentas de toda una serie de presuntas tropelías sin pruebas o evidencias definitivas.
Desde el viernes 2 de junio, esta mediatización se acentuó cuando algunos activistas defensores de los derechos de las víctimas de pederastia presentaron una denuncia penal contra el cardenal Rivera, pero también otros antecedentes han suscitado especulaciones sobre su renuncia y sucesión particularmente cuando el Arzobispo de Tlalnepantla, Mons. Carlos Aguiar Retes, fue proclamado Cardenal en noviembre de 2016. La suma de estos factores desató toda clase de afirmaciones diciendo que a Norberto Rivera Carrera le estaba llegando la hora para ser rápidamente removido del Arzobispado de México.
Si bien ahora inicia el proceso que marca el derecho canónico al invitar al prelado a poner ante el Papa su dimisión, la aceptación de la renuncia y designación de su sucesor podría tardar algún tiempo; no obstante, esta coyuntura abre las puertas para un análisis de un ministerio de más de dos décadas en la Arquidiócesis de México, ministerio fecundo que ha tenido luces y sombras, un episcopado de reconocimientos sinceros y de reclamos enardecidos.
El 2 de julio de 2016, en ocasión del 50 aniversario de vida sacerdotal de Rivera Carrera, la Arquidiócesis Primada de México rindió un homenaje difundiendo los hechos más representativos de su episcopado lo que representaría parte de su herencia en estos años al frente del complejo territorio.

La reseña deja ver un gobierno pastoral dedicado a instruir a través de un magisterio profundo sobre los problemas más urgentes de la Arquidiócesis como las orientaciones sobre la Nueva Era de 1995, las Cartas a los jóvenes, las Cartas a la familia o las Pastorales sobre el cuidado de los enfermos, la atención a discapacitados y las Orientaciones Pastorales anuales para fortalecer la Misión Permanente en concordancia con los propósitos del Segundo Sínodo de 1992 para poner al día la misión de la Iglesia o bien documentos que desentrañaron el significado espiritual y de fe como el dedicado a propósito del Bicentenario del fin de la construcción de Catedral en 2013.
Pero no es solamente el Magisterio. Este Arzobispo ha impulsado obras importantes de restauración de templos y monumentos, la rehabilitación de Catedral Metropolitana a punto del colapso y el mantenimiento del arte sacro con la inversión de millonarios recursos; la reconstrucción de la antigua Basílica de Guadalupe, abierta al culto desde el año 2000, hoy Templo Expiatorio de Cristo Rey, como santuario especial para la adoración a Jesús Eucaristía.
La modernización de la Universidad Pontificia demuestra el cuidado por una sólida formación intelectual de los estudiantes; la creación de dos seminarios, el Redemptoris Mater del Camino Neocatecumenal y el Hispano de Santa María de Guadalupe que fortalecieron la formación de las vocaciones diversificando sus propósitos, no sólo para la propia Arquidiócesis, también en atención espiritual a los migrantes con sacerdotes preparados en México para servir en diferentes diócesis de los Estados Unidos; se consolidó la reorganización arquidiocesana de las zonas de pastoral o vicarías territoriales y la presencia de obispos auxiliares, algunos de ellos promovidos al pastoreo de importantes diócesis del país sin dejar de lado los cientos de sacerdotes que ha ordenado.
Algunas particularidades inciden en la atención de los reclusos en los centros de readaptación social, el fomento del ecumenismo al crear el Consejo Ecuménico de México en mayo de 2015 y la pastoral de la caridad con la instalación de comedores comunitarios para pobres y necesitados.
Su vocación por los medios de comunicación impulsó la creación de órganos arquidiocesanos informativos como la agencia SIAME, Desde la Fe y ECO Semanal cuyos editoriales han repercutido a nivel nacional e internacional y la oficina de comunicación que también se encarga de la difusión nacional de L'Osservatore Romano, el semanario del Papa.

Algunos hechos notables para la Iglesia Universal fueron la celebración del VI Encuentro Mundial de las Familias en la ciudad de México y la presentación del compendio de Doctrina Social Cristiana, además de las visitas del Papa Juan Pablo II en 1999 para la entrega de la Exhortación Apostólica Postsinodal Ecclesia in America y en 2002 por la canonización de san Juan Diego, celebración que fue un logro esencial después de las controversias entre defensores de las apariciones y lo antiaparicionistas encabezados por Guillermo Schulemburg Prado (1916-2009) quien sería cesado de funciones de Abad de Guadalupe el 31 de octubre de 1996 por afirmaciones como las que pretendían a Juan Diego como puro símbolo del indigenismo y ser un personaje ficticio; finalmente, la visita del Papa Francisco en febrero de 2016 abrió expectativas y motivó la esperanza en el pueblo de México no sin controversias cuando los medios habrían de decir que Francisco y Norberto Rivera estaban en franca confrontación.
Fue durante la misma crismal del jueves santo de 2016 cuando el Cardenal zanjó la cuestión afirmando su lealtad y obediencia al Santo Padre quien lo ha distinguido con importantes encargos en la Santa Sede, entre ellos, en la asesoría de los asuntos económicos.
Haber recobrado tradiciones piadosas que volvieron a las calles como la procesión de Corpus, la Noche Santa, las procesiones de Navidad y el rezo del santo rosario en lugares multitudinarios, marcaron con sello especial el gobierno pastoral del Arzobispo nacido en Tepehuanes, Durango, devolviendo tradiciones en decadencia debido al secularismo laicista de una sociedad plural y crítica.
Los aniversarios son ocasiones propicias para hacer un repaso de los logros en cualquier gobierno civil o eclesiástico. Las luces en este tiempo de gobierno pastoral han sido muchas, pero han existido complicaciones y sombras que el purpurado ha afrontado y que, desde mi papel de espectador y laico, veo en esta Arquidiócesis y que enunciaré a continuación: 1.- La pederastia sacerdotal; 2.- Las fracturas pasadas en su Consejo Episcopal; 3.- Las agresiones y asesinatos perpetrados contra clérigos; 4.- Los actos violentos cometidos contra el Arzobispo y 5.- La proliferación de nuevos cultos religiosos.

1.- La pederastia sacerdotal
En el mes de diciembre de 2016, ante representantes de medios de comunicación, Norberto Rivera revelaría la existencia de quince casos de sacerdotes pederastas denunciados ante las autoridades eclesiásticas y civiles.
La Iglesia mexicana no escapó del "efecto dominó" mundial por la crisis de depredadores sexuales y algunos casos provocaron el escándalo público como el asunto del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, o las denuncias hechas contra el Arzobispo de México por presunto encubrimiento, acusaciones ampliamente recogidas por los medios nacionales y de las cuales fue exonerado por los tribunales a pesar de que sus detractores están empecinados en juzgar nuevamente lo que ya fue juzgado y que, a decir de las autoridades eclesiásticas, representarían una oportunidad de los acusadores para obtener recursos millonarios fáciles de la Arquidiócesis de México.
El Arzobispado formuló una serie de criterios en relación a "comportamientos inadecuados" dirigidos a los clérigos de Ciudad de México. Este documento, dado a conocer en 2007 por el entonces obispo auxiliar, Mons. Marcelino Hernández Rodríguez, y quien era el encargado del Programa Integral de Apoyo a Sacerdotes, es conocido textualmente como "Criterios de la Arquidiócesis Primada de México en relación a comportamientos inadecuados, principalmente con menores, que pudieran suceder por parte de los clérigos". En ese documento se asienta la política de cero tolerancia contra cualquier sacerdote a quien le sea demostrada culpabilidad por la comisión del delito de pederastia.

2.- Las fracturas pasadas en el Consejo Episcopal
El propósito del Cardenal para tener un consejo episcopal funcional tuvo dos fracturas serias en el pasado. El primer caso, el del obispo Luis Fletes Santana (Jalisco, 1947) quien ocupó la administración de la IV Vicaría de pastoral y quien, de forma inusual, fue removido de su cargo en 2004 para hacer una experiencia monástica en el centro de Italia. La misma noticia de esta conversión mística fue publicada por Desde la Fe en una entrevista a Fletes Santana titulada "De obispo a monje y de monje a obispo". Después de su experiencia ascética regresó a la ciudad de México para ocupar la Vicaria de laicos en 2005 pero, al poco tiempo, fue removido nuevamente y desapareció de la vida pública. Fuentes extraoficiales dijeron que el obispo Fletes tenía un serio problema de homosexualidad y había sido acusado de abuso de menores.
Su última remoción habría sido causa de una recaída que obligó a las autoridades del Arzobispado a tomar cartas en el asunto. Algunos medios reportaron que Fletes Santana regresó a la vida monástica y dejó de pertenecer al clero arquidiocesano; sin embargo, el sitio de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) no registra al obispo-monje como emérito de México.
El siguiente caso fue el del obispo Rogelio Esquivel Medina (Michoacán, 1940) quien dejó la VIII Vicaría de pastoral de forma repentina.
¿Cuáles fueron las hipótesis de su salida? La primera fue que tuvo una confrontación grave con las mafias y el crimen organizado de Xochimilco por lo que ya no se podía garantizar su seguridad lo que urgió su protección removiéndolo de la zona; otra fue que el michoacano había faltado a su promesa celibataria.
Antes de 2009, el sitio de la Conferencia del Episcopado de Mexicano consignaba una brevísima biografía donde afirmaba que Rogelio Esquivel era obispo emérito consagrado "Auxiliar de la Arquidiócesis de México el 15 de agosto de 2001 y asignado a la VIII Zona Pastoral..." sin abundar en detalles sobre las causas de su renuncia al oficio al que fue destinado. Actualmente, esos datos ya no aparecen en el sitio de la CEM.

3.- Las agresiones y asesinatos perpetrados contra clérigos
Otro problema que el Cardenal ha afrontado es el asesinato de sacerdotes y diáconos de los cuales, pocas veces, la opinión pública ha tenido seguimiento de las pesquisas y resultados.
El 27 de febrero de 2006 fue asesinado el diácono Francisco Castrejón Aguado en su automóvil; las indagatorias se concentraron en la hipótesis la cual afirmó que una persona que acompañaba al futuro sacerdote en la noche del crimen lo habría ultimado en el interior del vehículo en el que viajaban sin que las autoridades reunieran pistas contundentes para resolver el homicidio; un año después, el 28 de julio de 2007 en la colonia san Rafael de la Ciudad de México, el RP. Ricardo Junios Sander fue asesinado en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe de la II Vicaría.
Un comunicado de los Caballeros de Colón, publicado en SIAME el 6 de agosto de 2007, manifestó la indignación de la Orden al describir la forma violenta y cruel en que fue victimado el religioso, por lo que no fue un crimen común. Un posible móvil del asesinato del oblato sería la venganza de los dueños de los giros negros que el religioso había denunciado por sus actividades sospechosas.
El 2 de mayo de 2008, otro crimen enlutó a la Arquidiócesis con el homicidio del mercedario Julio César Mendoza Acuña quien fue torturado salvajemente y hallado moribundo en su parroquia hasta que dejó de existir en la unidad de emergencias al que fue trasladado en la colonia Balbuena. Los feligreses de la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima declararían que "al parecer fue una persona de mucha confianza que se introdujo a su alcoba para poder cometer el delito... Al parecer fue así como un acto de venganza o de odio".
El 2 de febrero de 2010, el hermano Francisco Escamilla Sánchez, de cuarenta y dos años y director del Instituto Marista México, fue asesinado en lo que se presumió fue una venganza de la mafia que obligaba a las escuelas particulares de la Ciudad de México a contratar los servicios de transporte de estudiantes. Según el Reporte anual 2016 del Centro Católico Multimedial, el móvil del asesinato es confuso, pero algunos elementos apuntan a una denuncia de fraude por diez millones de pesos.
El 27 de abril de 2010 fue asesinado el padre José Luis Parra Puerto de 50 años. Dos individuos lo interceptaron al salir de una reunión y su cuerpo sin vida fue encontrado al interior de una camioneta en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México. Él era vicario del templo de la Asunción del Sagrario Metropolitano de la Arquidiócesis de México.
Uno de los últimos casos fue el perpetrado al interior de Catedral en al altar del Perdón contra el padre Miguel Machorro Alcalá (1960) el 15 de mayo de 2017. La agresión dejó gravemente herido al clérigo quien se debatió entre la vida y la muerte; lo anterior destaparía las serias fracturas en la seguridad donde los responsables habrían dejado de hacer la tarea necesaria poniendo en riesgo a los asistentes y visitantes del recinto incluyendo la integridad del Arzobispo de México.

4.- Los actos violentos cometidos contra el Arzobispo
El cardenal Norberto Rivera Carrera ha tenido que afrontar, por otro lado, los ataques de los grupos radicales de izquierda que lo agredieron personalmente como aquel del 7 de octubre de 2007 cuando al salir de Catedral, él y su señora madre, doña Soledad Carrera Villanueva, fueron interceptados por un grupo vinculado al Partido de la Revolución Democrática que se lanzó contra el vehículo del purpurado pateándolo, escupiéndolo e intentando romper los cristales de la unidad.
La cadena de agresiones registra, de igual manera, los hechos lamentables de irrupción violenta en la Catedral como el de noviembre de 2006, lo que obligó al cierre del recinto y, posteriormente, a su apertura bajo resguardo de la Policía Federal y las fuerzas locales. Igualmente, el 24 de abril de 2011, un grupo fanático interrumpió la celebración de la misa del domingo de Resurrección profanando imágenes sagradas lo que motivó al endurecimiento de medidas de seguridad.
Aún hoy el Cardenal afronta graves problemas de intolerancia contra su persona y las redes sociales son vehículo de descarga de furia desmedida y agresiva contra él.

5.- La proliferación de nuevos cultos religiosos
La proliferación de sectas y nuevos movimientos religiosos ha sido otro desafío pastoral en la ciudad de México. Un culto que registra crecimiento es el de la Santa Muerte cuyo líder, en su momento, declaró la guerra a la Iglesia católica.
La difícil situación económica y el progresivo crecimiento de los pobres en la ciudad, cosa que ha sido denunciada por el Cardenal, ha empujado a muchos fieles católicos a tener consuelo en la llamada Niña Blanca, la Santa Muerte.
Por otro lado, la proliferación de grupos e iglesias evangélicas ha echado raíces en colonias populares pobres y agobiadas por la violencia. Testigos de Jehová, mormones, evangélicos y pentecostales tienen presencia en lugares donde la iglesia católica realizaba una pastoral incesante lo que reflejaría las fallas de la actividad misionera permanente anunciada desde el 2000 y que ha sido uno de los temas constantes de Rivera Carrera.
Al llegar a los setenta y cinco años de edad, el papel del Cardenal Norberto Rivera Carrera podrá generar voces a favor y en contra. Las sombras contrastan con las luces de una actividad pastoral que busca impulsar a una Iglesia Arquidiocesana a pesar de las difíciles circunstancias que afronta la comunidad católica. El Arzobispo Primado ha afrontado desafíos que cada día son más complejos y donde la Iglesia debe activar su creatividad para la atención de nuevos problemas que no se resuelven con recetas viejas.
El bienestar de las personas lleva al cuidado espiritual de los fieles de la Ciudad de México urgida del testimonio coherente de todos los que han creído en la Buena Nueva de Salvación. Esto exige la promoción de novedosos métodos bajo la vitalidad y frescura de la alegría del Evangelio.
Norberto Rivera Carrera ha sembrado y ante el cambio de época, la sociedad exige una evangelización dinámica enfocada en la persona para rehabilitar el tejido comunitario maltrecho y desgarrado por la violencia. En resumen, necesita de una Arquidiócesis centrada en la humildad y misericordia, requiere de la Iglesia de salida.
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