Liberata: "Luchamos por un mundo sin esclavos"

¿Quíenes somos?
→ La palabra que da nombre a este proyecto explica en buena medida quiénes somos y cuáles son nuestros anhelos. Liberata alude a “la que ha sido liberada” y, por lo tanto, alude no solo a la Libertad, sino a la Liberación. ←
No fue sencillo encontrar un nombre que expresara las convicciones, motivaciones y propósitos que albergamos. Buscamos un nombre que aludiera al futuro, pero que estuviera cargado de memoria; un nombre que tuviera que ver con el dolor, pero que no estuviera cerrado a la redención; un nombre propio, pero que al mismo tiempo expresara un compromiso comunitario. Debía ser, además, un nombre de mujer.
→ Liberata nos ha congregado, del mismo modo que esperamos que lo haga con otros, mujeres y hombres, para asumir la responsabilidad de conocer, denunciar y enfrentar las causas de las nuevas formas de esclavitud. ←
El tráfico y la trata de personas, la explotación laboral, la explotación sexual y la prostitución son formas de cosificación y mercantilización de los seres humanos, mayoritariamente inmigrantes, que se ven agravadas como consecuencia de la sofisticación tecnológica de nuestras sociedades. Ser conscientes de estos males nos lleva a tomar una postura firme ante la necesidad de tipificar, perseguir y castigar tan graves delitos. Sin embargo, la persecución del delito y la denuncia de tan graves violaciones contra la dignidad, la libertad y la integridad humana se revelan insuficientes si no damos un paso más.
Las personas sometidas a la inmigración desregulada e irregular, al tráfico o a la trata de seres humanos, a la violencia y a la explotación laboral y sexual son víctimas. La dignidad de las víctimas, no solo exige una clara y firme condena penal, sino que reclama su reparación y restitución.
→ Somos mujeres y queremos trabajar como mujeres junto a otras mujeres, generando relaciones de reciprocidad y gratuidad que comprometan a los hombres, las familias, las asociaciones civiles, las comunidades religiosas y, por supuesto, a las instancias políticas y económicas. ←
Conscientes de que somos seres comunitarios invitados a hacernos cargo de la vida de los demás, queremos comprometernos con mujeres adultas, jóvenes y niñas cuya identidad e integridad haya sido vejada, abusada, maltratada y violada, con hombres, mujeres y niños que son esclavizados en condiciones laborales injustas, con todos aquellos cuyas vidas se ven reducidas a objetos de libre disposición.
→ Hacen falta mujeres y hombres conscientes del grado de opresión, pero también de liberación de las víctimas, capaces de escuchar y acoger sus relatos, conscientes de que las nuevas características que presenta actualmente la esclavitud requieren un conocimiento y trato interdisciplinar, dispuestos a hacer posible que las víctimas se reconstruyan desde su mundo de valores, creencias, fortalezas y anhelos, resueltas a fomentar, propiciar y acompañar cambios reales, concretos y suficientemente humildes como para reconocer y aceptar que los pasos que se vayan dando son provisionales a la espera de que las víctimas alcancen su liberación. ←
Estos son algunos de los anhelos que propiciaron nuestro encuentro. Hoy somos cinco, pero aspiramos a ser muchas personas más. Hay que darse prisa puesto que la vida de millones de mujeres, hombres, niñas y niños corre peligro. A nosotros, quienes vivimos hoy, nos corresponde determinar el papel que el futuro tenga en el presente, y uno de los modos de neutralizar los peligros de ese futuro es comprometerse activamente con el presente. Hay que anticiparse porque todavía estamos a tiempo. Para hacerlo, no bastan las instituciones políticas. Somos la gente de a pie, el pueblo, el que debe protagonizar el cambio a una sociedad más justa y más humana.
Sitio web: http://liberata.org
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