Locura de amor en el Quijote



Cardenio, el loco de Sierra Morena (1)

El amor a tres bandas, con dos pastoras que rivalizan por un mismo pastor, es característico de los relatos pastoriles . Este esquema narrativo, adoptado por el género cortesano, se transforma muy pronto en el esquema de relatos de amor a cuatro bandas, con la tradicional historia cruzada. Tal es el caso de las dos historias sinópticas de los enamorados andaluces Cardenio y Dorotea, cada uno protagonista de su propia desventura y ambos refugiados en Sierra Morena, cuyos antagonistas, para formar el cuarteto de personajes complementarios, son el traidor Don Fernando y la versátil Luscinda.


Cardenio (doc. 1582, posible forma sincopada de cardenillo 'materia de color azul verdoso que se forma por oxidación en los objetos de cobre', doc. 1495, de cárdeno 'amoratado', 929, del lat. cardinus 'azulado', deriv. de cardus 'cardo', por el color de las flores de esta planta.) m. Cardenio es el nombre de uno de los personajes de la novela pastoril, escrita en clave, El Pastor de Fílida, 1582, cuyo autor es Luis Gálvez de Montalvo (1546-1591), amigo de Cervantes. Se supone que el personaje Siralvo es el propio autor, mientras que Fílida sería la hermana del duque de Osuna. “La novela consta de siete partes; en la sexta hay una valiosa crítica de las corrientes literarias españolas de la época. De las ediciones modernas, la mejor es la de Valencia (1792) con un excelente prólogo de Mayans i Siscar” (Enciclopedia Universal Micrones, 2002). La edición de Marcelino Menéndez y Pelayo, Bailly-Baillière, (Madrid), es de 1907.

Polionomasia cervantina: El mismo personaje reaparece en el Quijote bajo cinco nombres diferentes: El loco [de Sierra Morena], Roto de la mala figura, Caballero de la Sierra, Caballero del Bosque, Cardenio.

Hay dos relatos sinópticos de género cortesano en la primera parte del Quijote. que están contados en primera persona por sus propios protagonistas (dos perspectivas de narradores homodiegéticos), que son respectivamente Cardenio y Dorotea (doble empleo del tema de la fuga a la soledad de un amante desesperado). Nótese que es característico de los relatos pastoriles el amor a tres bandas, con dos pastoras que rivalizan por un mismo pastor. Este esquema narrativo se transforma muy pronto en el de relatos de amor a cuatro bandas, con la tradicional historia cruzada. Tal es el caso de estas dos historias sinópticas de Cardenio y Dorotea, cada uno protagonista de su propia desventura, cuyos antagonistas, para formar el cuarteto de personajes complementarios, son Don Fernando y Luscinda.

Ambos relatos, sabiamente fragmentados en pro de la suspensión, están vinculados por un personaje central, que les sirve de gozne: se trata de don Fernando, hijo de un duque, que por una parte traiciona la amistad de Cardenio y por otra falta a su propia palabra de matrimonio a Dorotea, hija de un fiel vasallo de su padre, intentando tomar por esposa a Luscinda, la amada de Cardenio, tras haber obtenido por engaño los favores de Dorotea. Este personaje es indisociable de Luscinda, la mujer que Cardenio ama desde su infancia y que su mal amigo don Fernando le ha quitado pretendiendo casarse con ella. Así, pués, tanto Cardenio, el loco de Sierra Morena, como don Quijote se relacionan con el tópico del caballero que, por amores malhadados, se entrega a la soledad y a la demencia en estado semisalvaje, (Murillo).

«La fuga del amante desesperado a la soledad de montañas, desiertos y lugares horros del comercio humano es tema de largo abolengo y no circunscrito, en principio, a ningún género determinado. En el caso particular de Cardenio, Menéndez Pidal pudo señalar como precedente cierto romance de Juan del Encina, pieza muy divulgada y que Cervantes recordaba del modo más obvio», FMV, p. 36.

Esta historia sentimental inspiró una comedia de Shakespeare, hoy perdida, que se titulaba The history of Cardenio, que se representó en el palacio real de Londres en 1613. Téngase en cuenta que la primera parte del Quijote había aparecido, traducida al inglés por Thomas Shelton, en Londres el año 1612, (MdRiquer, Q., p. 232).

Es evidente que Cervantes ha querido elaborar la figura de Cardenio como caso paralelo a la parodia que del caballero demente hace don Quijote en el c. I.25. En cierta manera, antes de presentarnos la locura voluntaria de don Quijote en Sierra Morena, se nos hace contemplar con cierta morosidad la locura de Cardenio, conocido en los parajes como el loco de Sierra Morena, locura que de toda evidencia don Quijote trata de explicarse.

El relato comienza con gran sentido del suspense por el hallazgo de la maleta del loco por don Quijote, I.23.8. Sigue su primera aparición, que da lugar a su retrato, y el encuentro con don Quijote, I.23.53-54.

El narrador nos procura el retrato de Cardenio según lo vió Don Quijote por la primera vez. Es de notar el carácter dinámico de la prosopografía, en particular de la primera secuencia, que sirve perfectamente la intención de la etopeya, que es presentar a un loco en libertad cual un ser humano fugaz e inaccesible, incluso para otro loco como don Quijote, que lo observa con vivo interés:

«Yendo, pues, con este pensamiento, vió que por cima de una montañuela que delante de los ojos se le ofrecía iba saltando un hombre de risco en risco y de mata en mata, con extraña ligereza. Figurósele que iba desnudo, la barba negra y espesa, los cabellos muchos y revoltados, los pies descalzos y las piernas sin cosa alguna, los muslos cubrían unos calzones, al parecer, de terciopelo leonado; mas tan hechos pedazos, que por muchas partes se le descubrían las carnes. Traía la cabeza descubierta; y aunque pasó con la ligereza que se ha dicho, todas estas menudencias miró y notó el Caballero de la Triste Figura, y aunque lo procuró, no pudo seguille, porque no era dado a la debilidad de Rocinante andar por aquellas asperezas y más siendo él de suyo de paso corto y flemático.», I.23.39.

El personaje hace su propia autopresentación, eminentemente etopéyica, al comenzar por la primera vez el relato de sus desdichas:

«—Mi nombre es Cardenio, mi patria, una ciudad de las mejores desta Andalucía; mi linaje, noble; mis padres, ricos; mi desventura, tanta, que la deben de haber llorado mis padres y sentido mi linaje, sin poderla aliviar con su riqueza», I.24.11.

Pero el encuentro va a convertirse muy rápidamente en el conflicto muy marcado de dos locos, ya que por una minucia don Quijote se irrita y Cardenio lo vapulea:

«alzó un guijarro que halló junto a sí, y dio con él en los pechos tal golpe a don Quijote, que le hizo caer de espaldas.», I.24.17.

Más adelante en la historia, cuando don Quijote decide explicar a Dulcinea su propia locura, viéndose falto de papel para escribir su carta, decide hacerlo en el librillo de memoria de Cardenio, el otro loco:

«Mas ya me ha venido a la memoria dónde será bien, y aun más que bien, escribilla; que es en el librillo de memoria que fue de Cardenio», I.25.41.

Cardenio repite su historia al cura y al barbero, esta vez sin interrupción, I.27.22 y ss.

Encuentro con Dorotea, I.28.3.

Cardenio y Dorotea se ven ligados en un mismo drama (don Fernando y Luscinda): I.29.3-7

Cardenio es una especie de contrafigura de Dorotea: Dorotea o la listeza frente a Cardenio o la cobardía. (Madariaga) «Diríase… que los papeles están invertidos, que es Cardenio quien actúa como una damisela atolondrada y Dorotea quien hace cara al infortunio en actitud viril, uniendo en su persona lo mejor de ambos sexos, es decir, realizando ese ideal femenino del Renacimiento que era la virago, en el más noble sentido de la palabra.», FMV, 51.

Encuentro con Luscinda y don Fernando: reconocimiento: I.36.24. Feliz final del doble conflicto amoroso, I.36.25-40. Se despide de los acompañantes de don Quijote, I.47.11.

Menéndez Pidal vio en la figura de Cardenio una reminiscencla del romance de Juan del Encina que empieza «Por vnos puertos arriba / de montaña muy escura / caminava el cavallero...», Cancionero de Juan del Encina, Salamanca, 1496 [1]. ® Dorotea ® loco: el loco [de Sierra Morena]

|| el loco [de Sierra Morena]: El narrador se apoya en el relato de Sancho Panza, que explicando al cura y al barbero el descubrimiento de un loco en la sierra, por don Quijote y por él mismo, cuenta el hecho a su manera:

«el cual les fue contando lo que les aconteció con el loco que hallaron en la sierra, encubriendo, empero, el hallazgo de la maleta y de cuanto en ella venía; que maguer que tonto, era un poco codicioso el mancebo.», I.27.4.

Don Quijote toma la decisión firme de buscar al loco de Sierra Morena, a pesar de la resistencia de Sancho, que no desea restituir el oro que ha encontrado en la maleta. Descubrimiento en un arroyo de una mula ensillada y enfrenada «caída, muerta y medio comida de perros y picada de grajos», I.23.45.

Encuentro con un Cabrero, que apuesta a que Don Quijote está mirando la mula de alquiler que está muerta. Durante la discusión con el Cabrero, el loco, que el autor nos invita a llamar el Roto de la mala Figura (como más tarde a Don Quijote el de la triste Figura), llega adonde está don Quijote. Don Quijote, «apeándose de Rocinante, con gentil continente y donaire le fue a abrazar, y le tuvo un buen espacio estrechamente entre sus brazos, como si de luengos tiempos le hubiera conocido», I.23.54.

El loco, que declara llamarse Cardenio, explica sus desventuras, invitado por Don Quijote. Como, a pesar de su advertencia, Don Quijote interrumpe su relato, Cardenio toma un gran guijarro y le da con él un golpe tan grande en el pecho, que lo hace caer de espaldas, I.24.17.

Cardenio desaparece del relato, para sólo reaparecer en el c. 27, en el lugar donde están el Cura y el Barbero esperando a Sancho Panza, que ha ido a intentar sacar a Don Quijote de su soledad de Sierra Morena. Como el Cura y el Barbero le ruegan que cuente la causa de su daño, Cardenio explica sus desventuras con Luscinda, causadas por la mala fe de su falso amigo Don Fernando. La entrada en escena de Dorotea, amor olvidado por Don Fernando, coincide con el momento en que el Cura intenta consolar a Cardenio, I.28. Se toma nota de las reacciones de Cardenio durante la historia de Dorotea. Al final del relato de Dorotea, aparece claramente que ambos están ligados por una historia común como víctimas de Don Fernando, ella como esposa engañada y él como amigo traicionado.

(1) Imagen: QGDSGB.I.024.A: Aventura del loco de Sierra Morena.

"Dice la historia que era grandísima la atención con que don Quijote escuchaba al astroso caballero de la Sierra"

El Q.I.24.1.

en ◊ Los textos de "El Quijote" que inspiraron a Gustave Doré" ◊
Edición electrónica: 2008. Nueva edición: 2015.

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Salvador García Bardón, Taller cervantino del “Quijote”, Textos originales de 1605 y 1615 con Diccionario enciclopédico, Academia de lexicología española, Trabajos de ingeniería lingüística, Bruselas, Lovaina la Nueva y Madrid, aparecerá en 2005-2006.
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