Extraido de "Trama divina, hilvanes humanos" (Ed. PPC) Uno de cada diez... cristianos en la política (José Luis Nieto y Guillermo Fernández)

Acabamos de despedir a Guillermo Fernández Vara, que fue presidente de la Junta de Extemadura en varios mandatos. Lo conocí, siendo los dos jóvenes en Olivenza 1983, -somos de la misma edad-, yo sacerdote novel y el médico preparando oposición. Caminamos juntos en la fe, con alegría y compartiendo con otros. Cuando dio el paso a lo público y lo social de modo institucional en la política me alegré de corazón, incluso realicé alguna reflexión sobre los cristianos en política que se publicó el diario regional y ortros medios (Políticos cristianos). El me confesó un día que lo tenía recortado y lo releía de vez en cuando. El ha sido uno de los diez leprosos que al ver lo que Dios ha hecho con él en su vida, comienza a mirar la realidad con compasión con compromiso;,no se fue con su riqueza, sino que volvió para dar vida y partirse entre los ciudadanos. El pueblo ayer lo reconocía en su corazón. Me gusta que coincida con este hecho de vida que relato en este domingo desde otro militante cristiano, aunque con procesos distintos.
Hasta la eternidad amigo Guillermo:
Sólo hace falta una razón para cambiar el mundo (Shinova)
Sólo hace falta una razón para cambiar el mundo (Shinova)
| Jose Moreno Losada
DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO
¿Uno de cada diez?
La curación la podemos recibir todos tras pedirla, desde lejos, al poder de Dios, pero el encuentro verdadero con la buena noticia que sana y libera, a la vez que compromete, es cosa de pocos. En este caso uno de cada diez, pero en la realidad quizá sean muchos menos los que acaban transformados por un verdadero proceso de existencia en el que la fe y la vida se integran en un ser comprometido en medio de la historia. El leproso vivió según los cánones de lo institucional y litúrgico, pero desde ahí volvió a dar gloria a Dios en Cristo y se sintió enviado a estar en el mundo sanado y sanando. Hoy sigue habiendo personas tocadas por la gracia que viven la relación con Cristo en la adultez de la encarnación y el compromiso. Personas de Iglesia en el mundo que buscan y trabajan por el reino intensamente y que están dispuestos a girar sus días y sus años para hacer el bien transformando desde la tarea de lo secular y lo mundano, porque hay muchos leprosos a los que limpiar y sanar.
Lucas 17,11-19
En aquel tiempo, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros». Al verlos les dijo: «Id a presentaros a los sacerdotes». Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias. Este era un samaritano. Jesús tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?». Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

Uniendo fe y vida
“Viendo que estaba curado, volvió alabando a Dios…” Químico de profesión, tras pasar más de treinta años en el departamento de bioquímica de la Complutense, movido por su fe cristiana, su seguimiento a Jesús de Nazaret, queriendo unir fe y vida, tocado por el anhelo de hacer realidades sueños de la doctrina social de la Iglesia sobre política, aceptó comprometerse en un partido político para complicarse la vida en la construcción de la “polis” en Madrid, para hacer “ayuntamiento”, sumándose al proyecto de Carmena. Apoyado por su esposa, también creyente militante de la HOAC, con sus dos hijos, un nieto pequeño y una nieta a quien esperan, desde su equipo de vida militante cristiano se lanzó al reto de desnudarse de lo que ya era su profesión y seguro en la vida para entregarse a la tarea de lo común de un modo nuevo. Dispuesto para el tiempo que se considerara conveniente.
Nos desgranaba su experiencia de compromiso en el mundo desde la experiencia de su fe en Cristo y su pertenencia a la Iglesia.
“…Estoy aquí por la vinculación con la iglesia. Desde la infancia y la adolescencia, los sacerdotes y otros me animaron a descubrir el compromiso de la vida militante, la fe en el vivir diario. Y así llegué al movimiento cristiano obrero. La HOAC me condujo al descubrimiento del compromiso en los social y comencé mi encarnación militante en AMPAS de padres, parroquia, compromisos eclesiales, escuela pública, sindicato, responsable diocesano de la HOAC.
En el 2010, cuando estábamos viviendo un momento social de crisis fuerte, me llaman al compromiso y me incorporé en un partido político, EQUO, donde trabajé sobre el tema de educación. Fui candidato después con Carmena y desde ahí estoy en la militancia política activa en la concejalía. Primero como adjunto de una vocalía y por segunda vez concejal del ayuntamiento. Ahora mismo en la oposición con una mayoría absoluta que hace difícil la verdadera política.
La formación en el movimiento de la HOAC es la que me ha descubierto esta dimensión sociopolítica de mi fe y de mi persona. Estoy a la intemperie, camino en dificultad, pero estoy viendo cómo funcionan los servicios y los problemas locales, soy testigo diario de lo que hay que hacer y cómo es necesario complicarse y comprometerse, aunque eso no es lo que sale en los medios. Esa cercanía con los barrios, con la gente, con la calle, con los débiles, me ayuda en la intemperie, y me abriga del frío de la dureza política. En lo que hago huelo a oveja, a calle mojada y cansada, y eso acaba dándome vida, me certifica que es ahí donde ahora me toca sembrarme para otros).
Los que estamos en la brecha, necesitamos de nuestra iglesia en todas sus instancias, que se acerquen y nos acompañen para:
Sostener a la persona, porque el compromiso es muy duro y necesitamos apoyos y asideros de lo humano en nuestros proyectos.
Ayudarnos a no caer en las tentaciones. No perder la fe en el proceso, el seguimiento de Jesús con las contradicciones y persecuciones, soledades y rechazos.
Recordarnos la necesidad de no ansiar el poder, saber ser humilde.
-La necesidad que tenemos de mantenernos con los ojos abiertos atento a los sufrimientos y a los gritos de otros.
-Compartir el discernimiento e iluminación en las decisiones que tenemos que tomar y en las que hemos de participar iluminando y buscando lo mejor y lo común, teniendo en cuenta a los más sufrientes y débiles.
-No olvidar los principios fundamentales de la política, poniendo en el centro a las personas, a los más débiles; sin entrar en la lucha superficial, como nos pide la doctrina social cristiana.
-Vivir nuestra función desde el respeto verdadero a todos los que se mueven en el ámbito político.
-Promover otro modo de hacer política, desde las bases y ofreciendo cambios estructurales.
Para poder tener este amparo necesitamos vivamente la pequeña comunidad. El equipo es mi lugar de vida y formación. Ahí realizo discernimiento evangélico para el compromiso en la realidad. En la HOAC recibí la formación de la dimensión sociopolítica de la fe y sus planes de formación. Me iluminó mucho el plan de formación política. Somos seres políticos por naturaleza y nadie debe ser indolente con el sufrimiento de los demás, de los hermanos. Es lo que pretendo tener siempre presente desde el ayuntamiento como concejal.
Necesito que la Iglesia:
- Con su doctrina social me siga iluminando evangélicamente en el hoy.
- Celebrar mi fe en mi parroquia. Noto a las parroquias muy lejos de lo político y más desde estos partidos de pensamiento social, de izquierdas. Nos miran como a extraños.
Las celebraciones eucarísticas no tienen en cuenta esta doctrina y las situaciones que vivimos. Ahí vivo una paradoja: la iglesia me ha empujado al compromiso sociopolítico y ahora me veo solo y lejano cuando busco celebrar la vida y la fe con ella. Estoy convencido que habría más personas comprometidas si lo social y lo político tuvieran protagonismo en las comunidades cristianas. No estaríamos en tanta soledad.
Noto que los sacerdotes en las iglesias particulares tienen una formación muy deficiente en la doctrina social de la Iglesia. Por el contrario, siento la cercanía y el apoyo del Papa Francisco, tanto en las intervenciones como en las encíclicas. Su papel nos está ayudando a los comprometidos en la política. Más de un compañero no creyente se siente acompañado y convocado por este ministerio papal.
Necesitaríamos que todos los pastores de la Iglesia trabajaran en este sentido de vitalidad en el deseo de una Iglesia encarnada. Y hacerlo en una misma dirección y compromiso acorde a la propia doctrina de la Iglesia en esta dimensión.”
Tras esta reflexión, José Luis salió un momento de la sala, porque tenía una reunión online de cuestiones de su concejalía, se había organizado para estar aquí en este foro teológico eclesial y al mismo tiempo en el espacio del “ayuntamiento”. Al mismo tiempo fe y compromiso vivo y encarnado.
Oración desde los leprosos
Dios Padre de todos, que en tu gran amor y misericordia nos has querido dar a tu propio Hijo, para amarnos hasta el extremo y darnos tu Espíritu para que habite en nuestros cuerpos como un templo suyo. Tú que habitas en nuestro interior y que quieres que te abramos las puertas de nuestra vida, siendo nuestro creador, te has hecho criatura y te has mostrado débil y pequeño en un nacimiento lleno de desamparo, de pobreza y desalojo. Tu señal nos deja perplejos y confusos: ¿por qué has querido ser siervo siendo Rey, vivir a la intemperie siendo tú el Señor de la creación, ser peregrino y no tener donde reclinar la cabeza si eres Señor de los Cielos y de la tierra?
Miramos nuestro mundo y su dolor en millones de hermanos que son deshabitados y desalojados, los leprosos de hoy que viven en el margen y en el desvalimiento, solos y a pie de la historia y del mundo. Los vemos con tu corazón y comenzamos a entender tu mensaje, ellos son nuestros hermanos y en ellos te revelas tú para nosotros. Los ha elegido para venir a habitar en nuestros corazones y en nuestras casas. Sabemos que cada vez que nos acercamos y nos hacemos prójimos de ellos, te acogemos a Ti y te adentras en nosotros para darnos tu vida y tu gracia. Ayúdanos a entender que cuando ejercemos la hospitalidad favoreciendo a los que no tienen hogar ni calor estamos adentrándonos en tu verdadera señal y tú estás naciendo en nosotros y en nuestros corazones. Queremos verte en los refugiados actuales, peregrinos, emigrantes, perseguidos, transeúntes, desahuciados. Abre nuestros ojos y nuestro corazón desde Belén.