Dichosos los que trabajan por la paz Por una rebeldía esperanzada: Ante Gaza

Compartimos este comunicado del grupo de consiliarios extremeños de los distintos movimientos de acción católica en nuestras diócesis. Invitamos a la reflexión, oración y acción en estos momentos de dolor en el mundo. Inspirados en Leon XIV y Justicia y Paz.
| Jose Moreno Losada
“Por una rebeldía esperanzada”
El Señor le replicó: «¿Qué has hecho? La sangre de tu hermano me está gritando desde el suelo. (Gn, 4)
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Mientras se discute por la terminología adecuada para expresar lo que está ocurriendo en Gaza (“genocidio”,” masacre”, “atropello criminal”, “devastación” …), muchos somos testigos de un dolor y una muerte sin sentido que nos interpela a toda la humanidad, y ante lo que no queremos ser indiferentes.
Reunidos en Cáceres, el día 29 de septiembre, consiliarios de los movimientos de Acción católica de las tres diócesis extremeñas, queremos manifestar nuestra solidaridad y afectación por los acontecimientos que están sucediendo al pueblo palestino. Recordamos, como cristianos, que “nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. (…) La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia.” (GS, 1), y en coherencia hoy nos pide gritar ante la muerte y la injusticia en Gaza.
En un mundo enfrentado, que nos dibuja un mosaico de muerte con una “guerra mundial a plazos”, hasta que no haya una paz firme y duradera nuestro silencio no puede ser cómplice de tantas guerras activas. Por eso alzamos nuestras voces para expresar nuestra repulsa ante la realidad que estamos viviendo y clamamos a gritos el fin de todo enfrentamiento y el establecimiento de la paz llena de justicia, en todos los territorios que sufren este flagelo de la guerra, y especialmente en la querida tierra de Palestina, donde, en palabras de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, la escalada militar plantea condiciones de vida incompatibles con la supervivencia de la comunidad palestina, especialmente de la población de Gaza. Sabemos que las personas mayores, menores y familias supervivientes están ya muriendo de hambre están siendo expulsados de su tierra y de sus casas. Quedarnos indiferentes es una incoherencia total con nuestro ser cristiano.
Con el Papa León XIV, decimos que la paz no es el silencio sepulcral después del conflicto, no es el resultado de la opresión ni del exterminio, sino un don que mira a las personas y reactiva su vida. Para llegar a una situación de “justicia, paz, verdad y fraternidad”, como viene reclamando el Papa, se requiere, de manera urgente e inaplazable, terminar con el asedio a la población, así como con el ataque a los hospitales, con los bombardeos a la ciudadanía civil, la destrucción sistemática de infraestructuras y vecindarios, y la negación de asistencia humanitaria, lo que supone una violación de los derechos humanos más básicos y del derecho internacional humanitario, actos de ocupación equivalentes a una limpieza étnica.
Nos unimos al reclamo urgente:
Que se respete el Derecho Internacional Humanitario y se permita la entrada de ayuda humanitaria sin restricciones. Que se respete la defensa de la vida, especialmente de las personas más vulnerables, infancia, enfermas, mujeres, y se libere a todas las personas secuestradas. Que pare la guerra y la destrucción sin medida.
Que dirigentes de los Estados sigan imponiendo sanciones a los acuerdos con quienes no respetan el derecho internacional humanitario y cese el rearme, con un embargo militar integral.
Que se pare la guerra y la destrucción sin medida. En búsqueda de una paz “desarmada y desarmante”.
Que se dé fin a la guerra en Gaza, y se inicie la reconstrucción de las infraestructuras para una vida digna del propio pueblo palestino en su territorio, hasta consolidar una Paz con Justicia y reparación.
Consiliarios extremeños de los movimientos de Acción católica especializada (MRC, JRC; HOAC; PX; JEC) y Acción católica general (ACG) y otros compañeros sacerdotes.