El nuevo Papa ha cerrado las puertas que Francisco dejó entreabiertas Es muy improbable que cambie la estructura y la doctrina de la Iglesia con León XIV

San Pedro. Vaticano.
San Pedro. Vaticano.

"El papa León XIV ha dejado muy claro cuál debe ser la travesía que ha de seguir el barco de la Iglesia mientras él lleve el timón"

"Será una travesía, según sus palabras, que no se apartará de la que ha seguido durante siglos, siguiendo la trayectoria de la sacrosanta Tradición"

"De ese modo, la Iglesia se exime de plantearse un examen de conciencia para dilucidar si esa trayectoria es la correcta, cotejándola con el evangelio y los signos de los tiempos"

"Así de contundente se expresa León XIV, sin conceder ninguna esperanza a un cambio de rumbo de la iglesia para hacerla más evangélica y contemporánea"

El papa León XIV ha dejado muy claro cuál debe ser la travesía que ha de seguir el barco de la Iglesia mientras él lleve el timón. Será una travesía, según sus palabras, que no se apartará de la que ha seguido durante siglos, siguiendo la trayectoria de la sacrosanta Tradición. De ese modo, la Iglesia se exime de plantearse un examen de conciencia para dilucidar si esa trayectoria es la correcta, cotejándola con el evangelio y los signos de los tiempos.

Así de contundente se expresa León XIV, sin conceder ninguna esperanza a un cambio de rumbo de la iglesia para hacerla más evangélica y contemporánea.

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Es muy improbable que la doctrina de la Iglesia sobre la sexualidady el matrimonio cambie en un futuro próximo. Creo que tenemos que cambiar las actitudes antes incluso de pensar en cambiar lo que dice la Iglesia sobre cualquier cuestión. Me parece muy improbable, al menos en un futuro próximo, que cambie la doctrina de la Iglesia en lo que respecta a lo que enseña sobre la sexualidad y el matrimonio. Entiendo que este es un tema muy controvertido.

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La doctrina de la iglesia que el Papa no está dispuesto a cambiar sobre ese tema es bien conocida:

-La negación de los medios anticonceptivos, especialmente el preservativo, que además de evitar el embarazo, evita el contagio por vía sexual. La continencia no es el camino, como tampoco realizar el sexo en periodo infecundo de la mujer por no ser seguro.

-La oposición al matrimonio de los homosexuales, sobre el que ha realizado esta declaración: “Algunas personas exigirán, por ejemplo, «queremos el reconocimiento del matrimonio homosexual» o «queremos el reconocimiento de las personas trans», para que la Iglesia lo reconozca y apruebe oficialmente. Pero la enseñanza de la Iglesia continuará como estácon respecto al reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo o el reconocimiento de las personas trans.

La imagen discriminatoria que ofrece la iglesia respecto al colectivo LGBTQ está en contradicción con la Iglesia evangélica originaria, que era igualitaria, donde cabían todos y todas en igualdad de condiciones.

-La denegación del aborto terapéutico en los casos de un alto riesgo de muerte para la madre, o para un feto con unos trastornos genéticos dolorosos y graves que le harán inviable la vida. Jesús dijo: « Andad, aprended loque significa «Misericordia quiero y no sacrificio( Mateo 9, 12-13)

-La oposición al divorcio cuando la convivencia de los cónyuges resulta insoportable y ha desaparecido el amor. “Si digo que amo a Dios, pero no amo a mi hermano, sería un mentiroso, porque el que no ama a su hermano que ve, no puede amar a Dios que no ve” (1 Jn 4,20).

Hay otras cuestiones sobre las que el Papa guarda  silencio, para no manifestar lo que resulta evidente: que tampoco está dispuesto a plantearse un cambio en la doctrina tradicional de la Iglesia. Esas otras cuestiones intocables son entre otras:

- La infraestructura autoritaria y piramidal de la Iglesia, que. se opone a una infraestructura democrática. Ya Pío VI, en el siglo XVIII, reafirmó una doctrina que se mantiene invariable: “Es herético que la potestad de régimen y ministerio de la Iglesia derive de la comunidad a los pastores”. Abundan citas como estas: "En la Iglesia de Jesús no existe una autoridad democrática, sino un poder jerárquico". "La Iglesia ha sido constituida no democráticamente sino jerárquicamente". El posicionamiento de la Iglesia es por tanto antidemocrático.

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-La misoginia patriarcal que concede el poder doctrinal y sacramental solo a los hombres. Es una situación totalmente opuesta a la iglesia primitiva, en la que sí cabían todos y todas como afirma S. Pablo: “Ya no hay judío ni gentil, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”. (Gálatas 3:28) Sin embargo, el Papa mantiene la negativa de permitir la ordenación de mujeres diaconisas y presbíteras:” No tengo intención de cambiar la enseñanza de la Iglesia sobre ese tema “. Y eso a pesar de que las mujeres fueron las primeras en anunciar la resurrección de Cristo.

-La eutanasia terapéutica cuando el sufrimiento es insoportable, a pesar de los medios paliativos, y la vida resulta inviable. Jesús dijo: « Andad, aprended loque significa «Misericordia quiero y no sacrificio( Mateo 9, 12-13)

Reflexión final

La situación de la Iglesia es deplorable. No es cierto, como muestran los datos, que en la Iglesia caben todos con un trato de igualdad y respeto a la dignidad humana. Eso es una falacia. El ejemplo más inaceptable es la misoginia tradicional de la iglesia. Las mujeres no tienen la misma cabida que los hombres en el rol clerical, ni siquiera en el diaconado, el grado inferior de la jerarquía. Sobre ese tema y los expuestos, León XIV ha sido contundente. "Por el momento" no tiene la intención de cambiar la enseñanza de la Iglesia para permitir la ordenación de mujeres sacerdotes, aunque ha asegurado que seguirá los pasos de su predecesor, el papa Francisco, y designará a mujeres en algunos "roles de liderazgo".

¿En qué aspectos la Iglesia no respeta la dignidad humana cuando tendría que ser la abanderada en respetarla? La sociedad moderna tiene una estructura democrática, está por la labor de avanzar por la plena igualdad entre hombres y mujeres y por el respeto del colectivo LGBTQ. Aplica una ética humanística, permite el aborto terapéutico y el matrimonio gay, así como también los métodos anticonceptivos. La iglesia se sitúa en el lado opuesto, oponiéndose a todos esos avances que favorecen el bienestar y la dignidad de las personas. Una Iglesia estancada en la Tradición, haciendo oídos sordos a todos esos avances, incluidos en los Derechos Humanos, no representa a la Iglesia de Jesús que se opuso a todo tipo de discriminación, especialmente de las mujeres, elegidas para ser las primeras testigos de su resurrección.

La Iglesia se define más en función de la sacrosanta Tradición que en la doctrina contenida en el Evangelio, en los signos de los tiempos y en los Derechos Humanos. Su inmovilismo ya forma parte de su ADN como bien explicita León XIV al afirmar que “es muy improbable que la doctrina de la Iglesia cambie en un futuro próximo”, lo que resta esperanza a la movilidad de una Iglesia en salida, de la que tanto se habla. Desde la cúpula personalista del Papa no cabe esperar ahora ni en un “futuro próximo”, un cambio radical en las estructuras y doctrina de la Iglesia, como él mismo afirma, negando así recurrir a las raíces del cristianismo originario. León XIV, con su talante inmovilista, ha cerrado las puertas que el papa Francisco dejó entreabiertas.

Para que se produzca un cambio radical en la Iglesia, una vez anulada toda esperanza de que el Vaticano claudique de la Tradición, las bases deben presionar para conseguir ese cambio. Para ello, hay que asumir esta actitud: “Si la Iglesia no cuenta con todos, nosotros tampoco contaremos con ella”. De hecho, ya está constatado que en España está en descenso el número de católicos practicantes, y por tanto la práctica de los sacramentos. Aunque España es, según la Constitución, un estado aconfesional, es un país de tradición católica, pero cada vez menos. Al menos eso es lo que se desprende de los datos del CIS, al constatar que el porcentaje de personas que se definen como católicas ha bajado desde el 90.5% en mayo de 1978 hasta el 55,4% en octubre de 2021, la cifra más baja de la historia. En cambio, el número de personas que se declaran no creyentes (ateos, agnósticos, indiferentes, etc.) se ha multiplicado por cinco: de un 7,6% a un 39,9%.

La Revuelta de Mujeres en la Iglesia sienta a la mesa a Jesús con “las  gazatíes,

Anécdota ejemplar

Enfrente del cementerio de S. Fernando de Sevilla hay un bar que dispensa unos azucarillos con la frase:” Aquí se está mejor que allí”. No me cabe la menor duda de que eso es así, como lo es que en la sociedad democrática, respetuosa con los derechos humanos, se está mejor que en una Iglesia sumida en una tradición discriminatoria y antidemocrática.  Así lo manifiestan, sobre todo la Revuelta de las Mujeres; un movimiento de mujeres que busca la igualdad y dignidad de las mujeres en la Iglesia. Es un movimiento cuyo fin es que la igualdad se haga costumbre en la Iglesia como reza su lema. También lo manifiestan todos los afectados al sentirse marginados, desvalorizados o reprobados.

Desaprobar una Iglesia que no sigue los pasos de Jesús es un deber de todo buen cristiano, reivindicando de eso modo una Iglesia que respalde la elección de sus pastores sin discriminar a las mujeres, que priorice la dedicación a los pobres, a los que sufren y a los vulnerables, que abandone su adicción a las riquezas y privilegios, que respete la diversidad sexual natural o que siga los Derechos Humanos. Todos esos valores no solo son evangélicos, sino que responden a los signos de los tiempos, rechazados por la Iglesia, yendo a favor de una Tradición trasnochada que mantiene una estructura y una doctrina que deben ser desmanteladas por encontrarse en las tinieblas, lejos de la luz que nos trajo Jesús de Nazaret.

HEMOS ENCONTRADO AL MESIAS” | Arquidiócesis de Bogotá

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