"La verdad sin amor es soberbia" Charlie Kirk: Cómo disfrazar de diálogo constructivo un monólogo polarizante

"El mundo se conmocionó por el horrífico asesinato de Charlie Kirk. Al igual que otros influencers conservadores, Kirk traía lógica en algunos temas, en medio de un mar de subjetividad"
"La violencia que provocó la muerte de Kirk, que debe ser condenada firmemente, es un síntoma de una sociedad intolerante, que no escucha. ¿Cómo se detecta ese pensamiento sectario? Cuando alguien afirma que dice 'la verdad', 'tenemos que seguir luchando por la verdad', etc"
"Pero es el amor, más que las afirmaciones doctrinarias, el que transformará los corazones… Kirk fue una persona amable, de buenas intenciones… pero nunca se le escapó un 'te comprendo'"
"Quizás podamos aprender nosotros a no ser "defensores de la verdad", sino lisa y llanamente testimonios del amor de Dios"
"Pero es el amor, más que las afirmaciones doctrinarias, el que transformará los corazones… Kirk fue una persona amable, de buenas intenciones… pero nunca se le escapó un 'te comprendo'"
"Quizás podamos aprender nosotros a no ser "defensores de la verdad", sino lisa y llanamente testimonios del amor de Dios"
| Enrique Soros
Hace pocos días, el mundo se conmocionó por el horrífico asesinato de Charlie Kirk. He visto muchos de sus videos. Un hombre con un pensamiento robusto, claro y convincente, lo que no implica que sus argumentos sean necesariamente válidos. Pero el caso es que en un mundo donde todo vale, donde lo subjetivo define lo objetivo, donde la locura se considera salud mental, donde la distorsión se entiende como liberación interior y signo de equilibrio, donde los conflictos afectivos se resuelven con cambios de forma, pero no desde el alma, Charlie, al igual que otros influencers conservadores, traía lógica en algunos temas, en medio de un mar de subjetividad, en una cultura que ha hecho del delirio una bandera y de la incoherencia una virtud.
Levantaba su carpa en los campus de las universidades con una consigna: Prove me wrong. Demuéstrame que estoy equivocado. Cientos y a veces miles de estudiantes se agolpaban alrededor de su stand, para escuchar al valiente que se animara a posicionarse frente al micrófono que ofrecía Kirk, con el objeto de desafiarlo.
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Hoy Kirk es aplaudido por multitudes por ser un “ejemplo de cristiano”. Pero me llama la atención que esas masas no lo mencionen como “modelo de santidad.”¿Acaso no deberían estos ser sinónimos? ¿No será que para ciertos grupos, tanto de derecha como de izquierda, ser “buen cristiano” consiste en realidad en ser partícipe de una lucha cultural “heroica”, en la que se usan algunos valores cristianos como bandera para instalar una narrativa dominante?

Pero a no preocuparse por la canonización de Charlie. Tenemos un cardenal que lo compara con san Pablo. Todo es posible cuando la ideología prima por sobre el sentido común.
El sistema de diálogo de Kirk es el monólogo cerrado
Kirk fue definitivamente polarizante. Cuando alguien le desafiaba y planteaba su punto de vista, la respuesta era siempre intelectual. Kirk siempre respondía desde sí mismo, desde su estructura mental, desde su posición. No escuchaba a su interlocutor para comprender su punto de vista e integrar el mismo a la propia cosmovisión, sino que utilizaba la divergencia para afirmarse en su postura y exponer el presunto error de quien consideraba contrincante.
Polarización
Charlie Kirk es símbolo de la cultura polarizante que penetra las mentes del hombre de hoy. La polarización es el arma de los políticos para controlar la sociedad. Tanto para la élite que domina, como para el consumidor adicto, se trata de un banquete de glotones, de una droga que exige más y más. Sea de derecha o de izquierda, los polarizantes suelen basarse en principios válidos, pero generan odio al contrincante, y requieren de sus seguidores fidelidad ciega a todo el paquete que venden. Y así vemos, tanto de un lado como del otro, que de pronto lo que les era inadmisible, se transforma en estandarte de su ideología, porque su mesías así lo determina.
Debemos expresar aquí con claridad que Charlie Kirk no utilizó mensaje de odio, pero sus contrincantes, al verse acorralados, a veces le acusaban de odiador, generando en la multitud reacciones de aprobación hacia Kirk y humillación de quien buscaba el diálogo (o no). Sus reels siempre terminan con una frase categórica que sella su punto de vista, mostrándolo como absoluto, y a él, sonriente ganador de la contienda.
Expresar "la verdad" puede ser un monólogo que separa
Es apabullante ver videos de cristianos que imponen “la verdad”, utilizando versículo tras versículo, o textos de la doctrina, dogmatizando sus propios puntos de vista, monologando, sin tener la capacidad de escucha para poner las ideas en contexto, y encontrar caminos de integración. Es un mal que ataca a multitudes, tanto de evangélicos como de católicos. Todos ellos están convencidos de tener “la verdad”, y lo pueden fundamentar citando escritos. No necesitan discernimiento, porque “está aquí escrito”.
La violencia que provocó la muerte de Kirk, que debe ser condenada firmemente, es un síntoma de una sociedad intolerante, que no escucha, que impone. Es tan simple encontrar un pensamiento sectario, encajonado, distanciado de la realidad humana. Como si Cristo no se hubiera hecho hombre para mostrarnos la sacralidad del ser humano, la cual incluye la limitación, el pecado, la miseria, a la vez que la genialidad maravillosa que poseemos, y la dignidad infinita, por ser hijos de Dios. ¿Cómo se detecta ese pensamiento sectario? Cuando alguien afirma que dice “la verdad”, “tenemos que seguir luchando por la verdad”, etc.

La conversión del corazón no ocurre declarando verdades de forma dogmática. Debe prevalecer la compasión, la empatía, para abrir un espacio interior donde la gracia de Dios pueda penetrar y obrar. Es el amor, más que las afirmaciones doctrinarias, el que transformará los corazones. Como nos recuerda Juan, “Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él". (1 Jn. 4:16)
No empatizar con el hermano nos aleja de Dios y de la verdad
Al no empatizar con el interlocutor, al no escucharlo, al no abrir el corazón para aprender de él, al ver a un hermano en Dios Padre como un enemigo, y luchar intelectualmente contra su posición, por más lógica que sea nuestra exposición, solo nos estaremos distanciando de Dios.
Dios se expresa tanto en mi alma como en el alma del otro. Si yo bloqueo la realidad del otro y solo emito ciegamente “la verdad” de la que estoy totalmente convencido, me cierro a los contextos que la misma implica, y por ende, me alejo de la verdad misma, dado que Dios es amor y verdad. Al cerrarme al amor, que es la primera verdad, me distancio tanto de la verdad, como de Dios y del hermano.
"Cristianos radicalizados se enfrentan en marañas de conceptos estratosféricos que nada tienen que ver con Cristo"
Este es el síndrome del hombre de hoy, que ataca a la Iglesia con frontalidad. Cristianos radicalizados se enfrentan en marañas de conceptos estratosféricos que nada tienen que ver con Cristo. Católicos que se aferran a ideas y combaten al papa como si se tratara de las cruzadas, pero no muestran ni vestigios de amor.
Charlie Kirk, una persona controvertida y amable
Kirk, más allá de sus ideas conspiranoicas y radicalizadas, trajo algo de lógica en medio de tanta confusión. Fue una persona amable, de buenas intenciones, pero lamentablemente, poco empática en sus monólogos disfrazados de diálogo.
Nunca se le escapó un “te comprendo”, “valoro lo que dices”, “tienes razón en esto, pero…”
Nuestra respuesta
Quizás podamos aprender nosotros a no ser “defensores de la verdad”, sino lisa y llanamente testimonios del amor de Dios. De un Dios que escucha, que nos ama, que nos comprende, y que nos invita a crecer en el amor.
¡Estamos tantos siglos atrasados!
Quizás sea el momento de ser una Iglesia abierta, sinodal, profética, que no juzga, sino que invita a todos, en nombre de Jesús, a ser parte de la familia del Señor, creciendo en santidad, sanando las heridas del corazón humano.
¡Y no! Esto no significa que todo sea bueno.
Significa que todos estamos invitados.
