Tránsfugas de la honorabilidad

En estos tiempos de extraña confusión, los aventureros, doctrinarios de toda ala y adamitas, cernícalos sobre el desfiladero alumbrados por el relámpago, enguantados de ante para el abuso, se manejan en el caos como pez en el agua. Con sabor de esencia en los labios, su presencia deslumbra a las multitudes con multitud de palabras que se pierden en el viento. Tránsfugas de la honorabilidad, con intercambios de estocadas, son estiércol para los huesos de una nueva edad que, mancillada de esclerosis, aún se apacienta en valles muertos y escombreras pútridas. Una ignorancia orgullosa, apacentada en fiestas, conciertos y botellones, brida al caballo encabritado sin saberlo.

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