Nuestra espiritualidad (Obispo P.Casaldáliga)



Las actitudes de Jesús
(cont,)

6.ª Conflictividad: Jesús fue "señal de contradicción" (Lc 2, 34) durante toda su vida. En radicalidad fiel. Y fue tenido por el poder, por el egoísmo, por el miedo, como loco, subversivo, excomulgado, maldito.

Con su vida juzgó a la pólítica, a la economía, al derecho, a la religión. Su muerte rasgó el velo del Templo: "Quien no está conmigo está contra mí" (Lc 11, 23).

Vivió "marcado para morir". Se puso precio a su vida oficialmente, y en su muerte se conjugaron los intereses sociales, políticos y religiosos: murió asesinado por el latifundio saduceo, por el templo/banco y por el ejército imperial.

Es para siempre el crucificado por subversión. Tomó partido inequívocamente: "sí, sí, no, no". Aun optando como opta según la voluntad de su Padre, que es la hermandad igualitaria y la vida plena para todos, y como opta históricamente, dentro de este "mundo de injusticia y exclusión". Jesús tiene que optar parcialmente. La opción por los pobres es visceralmente evangélica, es la opción vital de Jesús, su opción mortal...

7.ª Fuerza en el Espíritu: "No temáis: Yo vencí al mundo" (Jo 16, 33. Su resurrección es la victoria definitiva sobre el pecado, sobre la esclavitud, sobre la muerte. Se convirtió en causa de nuestra esperanza. Garantía histórico-escatológica del Reino.
"Yo estaré convosotros hasta el final" (Mt 28, 20).

Regresando al Padre se queda con nosotros a través del Espíritu, el otro Consolador, el Abogado definitivo. La fuerza inquebrantable de Jesús, que fue su espíritu y su fidelidad al Espíritu, en nuestra fuerza, la razón, serena, luminosa, exultante de nuestra esperanza. El Reino de Dios no puede fracasar.

Oraciones para el camino

Cantemos al Dios de la novedad
(Cont.)

Mantengamos la esperanza
en el campo, en la floresta,
en los lagos y en los ríos,
violados por la alambrada del latifundio,
por los agrotóxicos asesinos,
por la maquinaria de las madereras y
mineradoras
y por los proyectos faraónicos
de los monocultivos, de los embalses,
de las hidrovías, de las hidroeléctricas,
seamos "lo nuevo",
la antigua y nueva manera de cuidar la
Tierra
como una esposa-madre.

Cuidemos la vida y el cosmos
como se cuidan, en los nidos, las alas del
futuro.
En la ciudad que amontona a las personas
en el anonimato, en las prisas y en la violencia,
seamos Shalom de la nueva Jerusalén,
el resplandor, sin luces falsas, de la ciudad del
Cordero,
la fiesta de las bodas del Dios Amor con la
humanidad nueva.
Contamos con Aquel que es eterno y justo.
¡La Tierra está llena de su amor!
Él, en su día, en la hora bienvenida de su Reino,
desbarata, por las manos de los pobres,los
proyectos de los grandes,
los devoradores fondos monetarios,
las arcas prepotentes de la dominación,
los planes militares y geopolíticos,
encubiertos con disculpas antinarco,
el terror estructural
de los estados del imperio, del sistema...
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