Teología argentina 5. ¡Un milagro! Más de veinte teólogos jóvenes

Un contexto, un motivo.
Se trata de una obra donde cada uno de los "nuevos teólogos" argentinos expone de un modo sumario su vida y su proyecto intelectual/pastoral, concluyendo con una pequeña nota bio-bibliográfica. Es una obra imprescindible para conocer la trayectoria y tareas de una de las teologías hispanas más sobresalientes del momento actual.
Ésta obra sigue de algún modo el modelo de otras ya clásicas, como las J. BoscH (ed.), Panorama de la teología española, Verbo Divino, Estella, 1999 y la de J. J. Tamayo y J. Boch (eds.), Panorama de la teología latinoamericana. Verbo Divino. Estella 2001 e incluso la de J. Bosch, Diccionario de Teólogos/as Contemporáneos, Monte Carmelo, Burgos 2004. Pero tiene algo especial: no expone la vida y obra de teólogoa ya "hechos", al final de una larga trayectoria, sino que presenta a los que podriamos llamar "nuevos valores", haciendo así una apuesta por el futuro de los estudios teológicos dentro de la iglesia y de la sociedad en Argentina.
Esta obra es una apuesta por la nueva teología, por los jóvenes que quieren pensar y repensar el camino de Jesús. La mayoría son católicos, algunos son protestantes; la mayóría son hombres, pero hay varias muches, muy significativas. Todos ellos son jóvenes y muestra así el rostro de una teología y vida cristiana que es, al mismo tiempo, muy tradicional y muy moderna. Sería muy importante que se publicara en España una "semblanza" de este tipo, con dos o tres docenas de teólogos jóvenes, de 35 a 45 años, diciendolo que peinsan, lo que quieren.
Estoy convencido de que esos teólogos/as jóvenes existen, pero parecen callados. La mayor parte de los que escribimos pertenecemos ya a otra época, venimos de las luchas del Concilio y Postconcilio. Se nos acusa de "dinosaurios", especia a extinguir... Estoy convencido de que eso no es cierto, pero no tengo datos. No hay que yo sepa una Universidad Católica donde se haya publicado la semblanza y pensamiento de esos "teólogos jóvenes de España", sin miedo, sin complejos.
Por eso me he sentido admirado ante esta obra y la he leído la obra con pasión, con la pasiòn que proviene del deseo de conocer mejor la cultura y vida cristiana en Argentina, después de haber compartido varios años de mi vida de estudiante con amigos y compañeros argentinos en Roma. Esta es tambièn la pasiòn que proviene del carácter biográfico de la teología, que no es una ciencia abstracta, sino un conocimiento experiencial, que se transmite con el mismo testimonio de la vida. La he leído con pasión y con esperanza: Aunque muchos piensan lo contrario, estamos al comienzo de una "nueva teología" y pienso que no sólo en Argentina, sino también en otros lugares, a pesar de que la escena de la vida eclesial y de la teología (al menos en España) parezca dominada por una casta venerable de miembros de la gran "gerontocracia" (¿puede decirse así?) teológica y eclesial.
Leí una parte considerable de la obra en el avión de vuelta de Argentina, hace varias semanas. He vuelto a leer algunas de sus páginas centrales para escribir mis reflexiones sobre la teología argentina.
Introducciòn de los editores:
El lector, la lectora, se encuentran aquí con un libro peculiar en va¬rios sentidos. Ante todo, por su género literario. Se trata de un grupo de relatos bio-bibliográficos o autobiográficos escritos por teólogos y teólogas, habituados a la construcción de textos bien distintos. Pero también por el "sujeto"; mujeres y varones que convergen en razón de una común pertenencia generacional.
El recorte generacional sigue una serie de criterios: Estar en la mitad del camino de las vidas; en esa edad simbólica en la que la expectativa de lo por andar y lo andado comienzan a equipararse. A1 tener aproximada¬mente entre 40 y 50 años, los teólogos que presentan su labor y su esperanza de futuro en esta libro han vivido momentos peculiares de la Iglesia y del país. El acontecimiento Vaticano II no los tuvo como protagonistas directos pero los marcó por sus efectos inmediatos y los embarcó en su recepción desafiada por nuevas situaciones culturales y religiosas. Además, emprendieron su servicio de reflexión en el momento de la recuperación de la democracia v de la elaboración del trauma de la dictadura militar 1976-1982.
Los teólogos que se presentan a sí mismo en este libro han crecido en una Argentina inestable y cambiante, en medio de crisis socio-políticas recurrentes y la pobreza creciente de muchos. Una ulterior característica de talante los/las distingue: vivir con pasión, cada uno a su manera, la aventura de la fe y de la argentinidad. La autoconciencia de que una tal generación emergía en el panora¬ma teológico nacional fue amaneciendo. Por un lado, con la llegada de aniversarios y homenajes a teólogos y teólogas que habían sido referen¬tes y que ahora emprendían el camino del retiro de la actividad docente a tiempo completo, o cumplían ese números de años que lleva a las celebraciones. La experiencia de que se iniciaba otro momento que reclamaba un protagonismo en primera persona se hizo evidente. Por otro lado, fueron ocupando espacios crecientemente importantes en la conducción de universidades, facultades e institutos, al tiempo que están teniendo un rol cada vez más relevante en la formación de futuras generaciones de creyentes.
La idea original del libro preveía algo más sencillo y con menos personas implicadas. Razones económicas obligaban a la austeridad. Pero no fue fácil "dejar fuera" a tantas otras personas que tendrían todo el "derecho" de estar involucradas. No obstante una considerable ampliación, una selección se hizo necesaria. Como es obvio, cualquier elección de este tipo es "injusta". Así lo sentirnos, y esperamos no herir a nadie. El esfuerzo por maximizar la representatividad nos llevó a incluir representantes de diversos campos disciplinares, de distintas zonas del país, de diversos estados de vida eclesiales, de distinto género y de diversas con¬fesiones religiosas cristianas. Algunas personas, por diversos motivos, no pudieron responder positivamente a la propuesta.
Las indicaciones editoriales propuestas a los autores eran más o me¬nos generales, pero con una línea precisa: una autobiografía acentuando el itinerario intelectual-teológico. A partir de allí, como podrá advertirse, cada uno/a ha emprendido el propio camino. Algunos han prestado más atención a su biografía, cronológicamente considerada, otros han explicado más sus publicaciones. Hay quienes han mirado más detenidamente a la Iglesia, mientras que otros han subrayado más los procesos político-sociales. Unos han destacado más la primacía de Dios, su belleza y su amor, al tiempo que otros han centrado la reflexión en el hombre y la mujer contemporáneos, o en los pobres y sus pobrezas, los adoloridos y sus sufrimientos. Unos citan preferentemente autores italianos, otros eligen sobre todo alemanes, lati¬noamericanos o norteamericanos.
Emerge una fascinante diversidad y pluralidad de caminos y experiencias que reflejan la riqueza de nuestras historias. Pero en ellas se deja verla maravilla del espíritu humano y, últimamente, de Dios
Es de El de quien todos quieren hablar en este libro, cada uno a su manera, con sus acentos, sus críticas, sus sueños, sus preocupaciones, su, sufrimientos. En buena medida, el lector atento advertirá que se trata de testimonios de fe, de biografías de testigos. Es claro, por otra parte, que también hace su aparición lo epocal, rasgos del talante cultural posmoderno: relatos breves, frutos de profundas convicciones, pero sin pretensiones dominadoras ni exigencias de universalidad.
Últimamente, se trata de un ejercicio colectivo de la memoria y, como tal, de una aventura ardua, apasionante, "peligrosa" y con derivaciones inesperadas. Una vez aceptada la propuesta de participar del libro, la mayoría hizo experiencia de lo difícil que es hablar de sí cuando la propia configuración teológica vital está fraguándose, de la incomodidad de la primera persona del singular cuando se descubre la entidad de las in¬fluencias y la red de personas y vínculos en las que se ha ido forjando el pensamiento. Pero, una vez atravesada la "prueba autobiográfica", también se hizo posible contemplar, no sin sorpresa, la riqueza y coherencia de las tramas vitales e intelectuales.
En buena medida, la identidad de la teología de una región brota de la narración de las biografías de los creyentes que piensan su fe en el marco de una situación cultural determinada. Creemos sinceramente. que quien lea con atención estas páginas no quedará decepcionado al transitar a través de los recuerdos, al vislumbrar así las identidades, al conocer nuestro presente y poder imaginar nuestro futuro.
Los editores queremos agradecer sinceramente a nuestros colegas y amigos/as por haber aceptado esta invitación. La disponibilidad y el buen humor con que concretaron los pasos que preveíamos y la fluidez de una comunicación -en su mayor parte virtual- no nos ha resultado indiferente; sirvió de aliento para la tarea, siempre exigente, de corrección y edición de textos de múltiples personas. Que esta introducción sea sólo un modesto prólogo al libro y no ofrezca un "panorama de la teología argentina" en donde situar las distintas biografías, no tiene que ver únicamente con las limitaciones de los editores. Deliberadamente hemos dejamos de lado tal trabajo, guiados por la preocupación de no "encerrar" a sus autores y autoras en un texto orientado por una determinada lectura. Hemos preferido que el libro hable por sí mismo y que, de este modo, sirva a nuevas y ulteriores iniciativas, interpretaciones y lecturas de la teología, de las iglesias y de la vida de nuestro país. A las lectoras y lectores se abre esta iniciativa como quien se entrega en la convicción de una comunión posible (Marcelo González v Carlos Schickendantz).
Índice:
Cecilia Inés Avenatti de Palumbo: Andando en figuras tras la Figura
Virginia Azcuy: Teología en las encrucijadas
Nancy Bedford: Teología por por el camino del seguimiento de
Oscar Campana: He andado muchos caminos"
Eduardo de la Serna: Buscando una teología bíblica, espiritual y encarnada
Victor Manuel Fernández: Algunos rasgos de una teología
Carlos María Galli: Ubi humilitas, ibi sapientia. El amor a la sabiduría de la fe y la fe en la sabiduría del amor
Lucio Florio: Un último horizonte hermenéutico para Ios caminantes de la propia época .
Mercedes Laura García Bachmann: Abriendo picadas: la ordenación y !a carrera académica corno partes de una utopia
Marcelo González: Saber/Creer. Raíces, itinerarios y horizontes en la búsqueda/descubrimiento de un "estilo" teológico
Gustavo Irazabal: Una moral para las personas
Luis Liberti: Las hebras de la memoria y de la comunicación, tejieron lazos y revelaron figuras, rostros, acontecimientos, recuerdos, voces
Alejandro Llorente: En busca de los horizontes
Damián Nannini. Busco tu rostro, Señor
Gabriel M. Nápole: Proclama la palabra ...a tiempo y a destiempo
Fernando Ortega: Vida, trazas, experiencias
Guillernzo Rossolino: Teología como historia desde .América Latina
Jorge Scampini: "La vida del teólogo no es fácil, pero se esclarece por un rayo de alegría"
Carlos Schickendantz: Pensar la experiencia
Marcelo Trejo: Una pretenciosa intención
Humberto Miguel Yáñez: De la fe a la esperanza, de la justicia a la solidaridad
Gonzalo Zarazaga: El amor trino como principio y fundamento
Reflexión final
Yo pertenezco a una generación mayor y por eso conozco mejor a los teólogs ya consagrados. Lógicamente, en días anteriores he presentado teólogos ya consagrados por su edad y sus publicaciones maduras, como son Ferrara o Croatto (o como podría ser L. Gera). Pero debo reconocer que los teólogos “a mitad de camino”, entre los cuarenta y cincuenta, forman un grupo compacto, importante. Son una promesa para el futuro de la teología en Argentina. Conocía ya algunos como C. A. de Palumbo, Lucio Floro, G. Rossolino, C. Schickendantz… A otros no les conocía, pero sus biografías resultan muy significativas y, en algunos casos, incluso emocionantes. No es fácil componer una obra colectiva como ésta, por eso felicito a sus autores. Echo en falta algunos, como Ariel Álvarez Valdés, pero en conjunto, los autores aquí recogidos me parecen representares básicos de la teología que se está haciendo en este momento en Argentina. Sería bueno que conociéramos los teólogos de otros países como Perú, México o Colombia, por poner tres ejemplos.