"No son 'invasores', solo son seres humanos que buscan llegar a Europa" El clamor de la Iglesia española ante el último drama en la valla de Melilla: "No más muertes en las fronteras"

La policía marroquí devuelve a algunos migrantes que habían cruzado la valla
La policía marroquí devuelve a algunos migrantes que habían cruzado la valla Javier G. Angosto/elDiario.es

Ya son 27 los muertos que se ha cobrado la tragedia

La Iglesia española pide recordar que estamos ante un "drama humanitario", por lo que es preciso "evitar un uso partidista y demagógico del complejo desafío de las migraciones, y analizar este  drama humanitario desde las claves que nos ofrece  la Doctrina Social de la Iglesia"

"Al tiempo que entendemos  la necesaria regulación de flujos migratorios, debemos considerar  la situación crítica y de  miseria, en la que se encuentran miles de migrantes subsaharianos hacinados al otro lado de la frontera de España"

"España carece de espacios o recursos donde emitir visados en muchos países africanos de donde proceden miles de migrantes susceptibles de solicitar protección internacional"

"La externalización y militarización de las fronteras por sí solo, no terminará con los problemas y las causas que provocan la movilidad de millones de personas migradas, refugiadas o desplazadas en el mundo"

"No son 'invasores', solo son seres humanos que buscan llegar a Europa huyendo de guerras activas (57 en el mundo, 30 en África) y hambrunas, agravadas por las consecuencias de la guerra en Ucrania, y la sequía y las plagas provocadas por el cambio climático". Los obispos españoles, a través de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad Humana, han lamentado las muertes (ya van por 27) y los heridos en la valla de Melilla, así como el caos vivido en Nador, en la frontera marroquí.

En una nota, la Iglesia española pide recordar que estamos ante un "drama humanitario", por lo que es preciso "evitar un uso partidista y demagógico del complejo desafío de las migraciones, y analizar este  drama humanitario desde las claves que nos ofrece  la Doctrina Social de la Iglesia".

En este sentido, los obispos "lamentamos profundamente las pérdidas de vidas humanas y confiamos en el pronto restablecimiento de todas las personas heridas. Al mismo tiempo, expresamos nuestra solidaridad y cercanía, a sus familiares y compañeros".

Del mismo modo, "nos solidarizamos  con la preocupación de los habitantes en las ciudades fronterizas, y agradecemos a la Iglesia diocesana de Málaga su labor de acompañamiento a los migrantes y refugiados, haciendo nuestro el comunicado emitido por su delegación de migraciones".

Una mirada humanitaria

"Esperamos que las autoridades competentes contribuyan al esclarecimiento de los hechos y a tomar las medidas oportunas para que no vuelvan a suceder", recalca el texto, que invita a "contextualizar" los hechos violentos "con una mirada humanitaria  donde, al tiempo que entendemos  la necesaria regulación de flujos migratorios, debemos considerar  la situación crítica y de  miseria, en la que se encuentran miles de migrantes subsaharianos hacinados al otro lado de la frontera de España".

"Necesitamos humanizar e implementar nuevas políticas migratorias que tengan en cuenta la gravedad de la presión migratoria", recuerdan los obispos españoles, que subrayan que "España carece de espacios o recursos donde emitir visados en muchos países africanos de donde proceden miles de migrantes susceptibles de solicitar protección internacional".

No a la externalización y militarización de las fronteras

"La Iglesia aboga en todos los continentes por contribuir a salvar vidas, acoger y proteger a las personas migradas. Necesitamos una migración ordenada a través de vías legales y seguras, así como fomentar la colaboración al desarrollo  con los países que sufren guerras, conflictos y hambrunas", finaliza el texto, que denuncia que "la externalización y militarización de las fronteras por sí solo, no terminará con los problemas y las causas que provocan la movilidad de millones de personas migradas, refugiadas o desplazadas en el mundo".

"Invitamos, por tanto, a dar pasos de humanización, a analizar y afrontar esta nueva crisis dese la necesidad de protección de todo ser humano y el empeño por establecer con urgencia vías de acceso legales y seguras", concluyen los obispos.

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