Isaac González y Robert Prevost coincidieron en los 80 estudiando en Roma El agustino español amigo de León XIV: "Es un hombre serio, pero sabe gastar bromas y reírse de chistes"

Isaac González muestra una foto de Prevost en una obra de teatro
Isaac González muestra una foto de Prevost en una obra de teatro JCR

El profesor de la Facultad de Teología Isaac González es amigo personal de Robert Prevost -León XIV- del que destaca la defensa de la paz, la unidad y la sinodalidad eclesial y auguró su pontificado

Para González, el acento del pontificado de su amigo León XIV va a estar, sobre todo, «en la unidad de la Iglesia», que es «un tema muy agustiniano». Además, ya lo ha denotado en todos sus discursos, «una Iglesia que necesita unidad dentro de la pluralidad de pensamiento, formas, ritos…». Ha realizado guiños a «los musulmanes, a otras religiones, para trabajar juntos por la paz, que es también otro de los mensajes centrales»

(Burgos Conecta).- Isaac González es agustino, leonés de cuna, pero burgalés por profesión y devoción. Es amigo personal del nuevo papa León XIV. El jueves 22 -fiesta de santa Rita- recordaba tomando un café al pie de la Catedral de Burgos - «hermana y tan bella como la de León», apunta- que en noviembre de 2024 fue la última vez que estuvo con Robert Prevost, «charlando en Roma». Ese día el comentario que le hizo Isaac a Bob le hizo temblar al nuevo pontífice.

Ambos son hermanos de congregación, de la Orden de San Agustín, teólogos, casi de la misma edad -el Papa tiene tres años más-. Durante más de 40 años han sido amigos, colegas teólogos y siempre ha existido un vínculo de hermandad entre ellos. En noviembre de 2024, en Roma se celebraba una cita agustiniana a la que asistía Prevost.

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González recuerda que estuvo «comiendo y viviendo con él los cinco días, porque venía como prefecto de la congregación», hace ahora medio año. «Venía todos los días a rezar, era modélico en esto, llegaba a las 7.00 horas y allí estaba el primero; y después a la hora de la comida también venía a compartir con los hermanos», rememora.

Pero lo que más impacta es que el agustino profesor de Teología le dijo a su amigo Prevost: «Oye, te recuerdo que ahora ya eres cardenal elector del próximo papa, pero también puedes ser elegido, así que yo creo que tienes, con tu currículum, todas las papeletas para que te puedan sacar. Yo me alegraría muchísimo que así fuese, y te prometo que, si te sacan papa, vendré a darte un abrazo enorme».

Isaac González muestra una foto con Prevost del pasado noviembre
Isaac González muestra una foto con Prevost del pasado noviembre JCR/Burgos Conecta

Ese augurio le pilló a Prevost de sorpresa. «Puso cara de asombro, como diciendo, ¡ay Dios!, la que nos puede caer». El profesor de Burgos asegura que «no es que lo desease, porque no es hombre que haga 'carrerismo', como diría el papa Francisco, sino un hombre muy sencillo y muy trabajador, y muy amigo de hacer las cosas bien, sobre todo ser un gran servidor, como ha mostrado ya en estos cuatro días de pontificado que lleva», reflexiona.

Recuerdos de juventud con Robert Prevost

El primer encuentro de Isaac González y Robert -pronto pasaría a ser Bob- Prevost, fue en el año 1981 «por casualidades de la vida, llegamos al Colegio Internacional Santa Mónica, de los Agustinos», relata. Allí, en la plaza de San Pedro, unos jóvenes españoles que iban a estudiar Teología se encontraron con el joven norteamericano «que venía de Chicago para estudiar Derecho Canónico en el Angélices.

Ese mismo año tuvieron «diversas experiencias de excursiones por Italia, viajar al pueblo de León XIII, que está cerca de Genalzano». Prevost toma de León XIII «el nombre por la Doctrina Social y porque «fue el papa de las misiones» y porque hizo «muchísimo por los Agustinos», canonizó nada más y nada menos que a Santa Rita de Casia, Santa Clara de Montefalco y otros tres beatos, entre ellos San Juan de Sahagún, pero no solamente eso, sino que «fue un papa muy devoto de la madre del Buen Consejo».

Isaac González (ida) y Robert Prevost (c), cuando eran jóvenes
Isaac González (ida) y Robert Prevost (c), cuando eran jóvenes Isaac González

Juntos, Isaac González y Bob Prevost visitaron el pueblo natal de León XIII, en Carpineto Romano, muy cerquita del santuario de Genalzano. Forjaron una fuerte amistad, tanto que asistió a su ordenación a manos del belga Jean Jado un 19 de junio, donde conoció «a sus padres, encantadores».

Recuerda que hicieron «un viaje por todas las casas de Madrid, Valladolid, León, Salamanca, por Galicia, Santiago de Compostela, Lugo…» Y en los años siguientes, él ya como sacerdote, y González como estudiante, siguieron «esa amistad en Roma hasta que él terminó el doctorado en 1984, y yo la teología en el Instituto Patrístico, también en esa fecha»

Serio, pero bromista

Recuerda a su amigo Prevost como «un hombre serio, pero que también sabía gastar bromas y reírse de chistes, pero siempre con mucha responsabilidad». Cultivó las virtudes de la buena persona: «muy atento, muy amable, sabía escucharte, quería aprender». Políglota, se expresaba en «inglés, francés, italiano, español, incluso el alemán lo chapurrea algo».

Prevost, con el evangelio, en una misa con Juan Pablo II. Isaac González, con el micrófono
Prevost, con el evangelio, en una misa con Juan Pablo II. Isaac González, con el micrófono Isaac González

Con la juventud y con la vida por delante, «ese periodo fue fantástico», subraya González. Al año siguiente, en 1983, Isaac fue a Estados Unidos, «a Chicago, y tuve como guía de Estados Unidos, pues nada más y nada menos que a Bob Prevost». Visitaron Filadelfia, la Casa Blanca en Washington, y también allí conocí a sus hermanos».

Como curiosidad, uno de sus hermanos tenía «la afición de los coches de carrera,» y allí fue donde sintió «la velocidad de 250 kilómetros por hora en un Porsche con unas ruedas de diámetro del 56, por lo menos», dice con una amplia sonrisa.

"Infinidad de veces en España"

Posteriormente él fue a Chicago, pero en el 2001 hasta el 2013 fue elegido como prior general de la orden. Como tal tenía que visitar todas las casas del mundo, con lo cual «conoce unas 40 o 45 naciones, tanto de América como de Europa como de África como de Oceanía, como India». Y tiene la ventaja «de hablar todas esas lenguas perfectamente y se relaciona de tú a tú con todas las personas». Y aquí a España «ha venido infinidad de veces».

A partir de 2004 González pertenece al Instituto Histórico de la Orden y cada dos años ha tenido que viajar a Roma y siempre, «cuando él venía aquí o yo iba allí, nos hemos visto, hemos comido juntos, hemos charlado, recordando 'the Good Old Times'», y bueno, siempre con gran amistad".

Prevost, en una obra de teatro
Prevost, en una obra de teatro Isaac González

La última vez que Bob Prevost y el profesor de Burgos Isaac González se han visto en persona ha sido cuando «ya era prefecto de la Congregación de Obispos, en 2024, el año pasado» en noviembre, en la celebración del congreso sobre el influjo que la regla de San Agustín ha tenido a lo largo de los siglos, en el Instituto Patrístico Agustiniano.

El acento de León XIV

Para González, el acento del pontificado de su amigo León XIV va a estar, sobre todo, «en la unidad de la Iglesia», que es «un tema muy agustiniano». Además, ya lo ha denotado en todos sus discursos, «una Iglesia que necesita unidad dentro de la pluralidad de pensamiento, formas, ritos…». Ha realizado guiños a «los musulmanes, a otras religiones, para trabajar juntos por la paz, que es también otro de los mensajes centrales».

«La paz esté con ustedes, que es el grito de Jesús resucitado en la Pascua». Por tanto, la paz va a ser algo importante, «ya estuvo reunido con Zelensky y quiere ser un pontífice, de una Iglesia tiene tienda puentes de diálogo, puentes de comunión, puentes de fraternidad». La Iglesia de León XIV va a estar «atenta a los problemas del mundo y atenta a fomentar una fraternidad universal».

Las virtudes del nuevo Papa

González, que conoce como amigo a León XIV, destaca la capacidad de «escuchar a las personas, a cualquiera, aunque sea un mendigo de la calle, o un prior general de otra orden». El agustino leonés destaca que León XIV «sabe escuchar, mirarte a los ojos, recibir todo lo que tú le dices y después tomar decisiones, las que sean». Esa virtud la practicó los 12 años que estuvo de prior. Y como obispo, «toda la mística agustiniana «de la comunidad y trabajar juntos, la comunidad, la sinodalidad, una Iglesia unida»

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