FILOSOFÍA GRIEGA Y CRISTIANISMO/ 7

Ex Oriente Lux // La luz (viene) de Oriente Σοφοῖς ὁμιλῶν καὐτὸς ἐκβήσῃ σοφός // Tratando con los sabios, también tú mismo te harás sabio (Menandro)
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¿Tiene la filosofía origen oriental o es un invento netamente griego?

Una antigua tradición defendida en el s. I a. e. c. en Alejandría por filósofos judíos, afirma que la filosofía griega procede de Oriente, de acuerdo con el apotegma “ex Oriente Lux”, originariamente aplicado al sol naciente y luego al mundo de la cultura.

Aristóbulo
y Filón inventaron la teoría del “plagio de los filósofos” para “explicar” las semejanzas entre la biblia y la filosofía. Según ellos, los filósofos griegos, en especial Pitágoras y Platón, en sus viajes por Egipto habrían conocido los escritos de Moisés y los profetas, apropiándose de sus doctrinas. Numenio de Apamea, por ejemplo, llama a Platón un “Moisés en versión ática”.

Filón con su lectura alegórica de los textos sagrados, sitúa la biblia hebrea por encima de la filosofía, como se ve en el ejemplo alegórico de dos esposas de Abrahán, Sara la Señora y Agar la sierva, anticipando la futura tesis medieval de la filosofía como ancilla theologiae.

Los autores cristianos adoptaron la tesis del plagio, afirmando que los griegos se habían inspirado en la Biblia hebrea. Sin embargo, esta tesis fue refutada de forma casi unánime por los especialistas, confirmando que la filosofía es una creación original del genial espíritu griego.

Ya hemos mencionado la tesis de Heidegger de que la filosofía es esencialmente griega, lo que significa que “el Occidente y Europa, y solamente ellos, son en su curso histórico más profundo originariamente ‘filosóficos’”. Y continúa:
la esencia de la filosofía, originariamente griega, estuvo regida y dominada por las representaciones del cristianismo… sin embargo, no se puede decir que la filosofía se hiciera cristiana con ello; es decir, que se convirtiera en asunto de fe en la Revelación y en la autoridad de la Iglesia” ( cfr. Qué es eso de la filosofía).

Heidegger subraya también aquí la idea de que no existe “filosofía cristiana”.

Es cierto que los griegos recibieron ciertas informaciones de Oriente, en especial de la matemática egipcia o de la astronomía de Mesopotamia. No hay pruebas de que recibieran aportaciones de la cultura hebrea.

Sin embargo, la matemática egipcia tenía un carácter práctico y empírico, mientras que los griegos la elevaron a un plano teorético y sistemático, formando una ciencia abstracta que durará siglos (la obra de Euclides durará siglos). De igual modo, elevaron a un nivel especulativo y racional la astronomía babilónica, ligada a creencias astrológicas y religiosas.

Entre la sabiduría oriental y la griega existe una fundamental diferencia, como señala el historiador N. Abbagnano:

la sabiduría oriental es esencialmente religiosa; es patrimonio de una casta sacerdotal cuya única preocupación es la de defenderla y transmitirla en toda su pureza. El único fundamento de la sabiduría oriental es la tradición. La filosofía griega es, por el contrario, investigación. Nace de un acto fundamental de libertad frente a la tradición, las costumbres y cualquier creencia aceptada como tal. Su fundamento consiste en que el hombre no posee la sabiduría sino que debe buscarla” (Historia de la filosofía, vol. I).


La filosofía griega es indagación de la verdad por medio de la razón (lógos), pues en el mundo griego, a diferencia del mundo hebreo, cristiano o islámico, no existen verdades reveladas en libros sagrados.

La filosofía griega es investigación racional y autónoma, realizada desde el pensamiento libre y una actitud crítica. Popper señaló que esta actitud crítica surgió por primera vez con los primeros pensadores jónicos (véase “Regreso a los presocráticos” en Conjeturas y refutaciones).

Esta investigación tiene carácter colectivo y comunitario. De ahí la organización en forma de escuelas, donde maestros fundadores y discípulos llevan una vida intelectual común, de acuerdo con la que Aristóteles denominaba “philía hetairiké”.

Así aparece la escuela de Mileto, en la que Teofrasto se refiere a Anaximandro como compañero (hetaíros) de Tales. De igual modo, hablamos de escuela pitagórica, eleática, platónica (Academia), aristotélica (Liceo), cínica, estoica, epicúrea, escéptica, neoplatónica o neopitagórica.
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