Dado que habrá quien desconozca este dato, lo traigo aquí para cooperar a la vulgarización de algo que debiera servir como punto de meditación o cura de humildad para cuantos crédulos afirman que la Historia de la Humanidad tiene un antes y un después, según el año en que Cristo nació.
Como noticia a resaltar aparece en leve recuadro en la página 15 del número 182, Diciembre, de la Revista Mensual "Aventura de la Historia". Lo dicho, no he podido por menos de acordarme de aquellos que hacen de la venida de Cristo el gozne de la Historia... pero no a efectos numéricos. Ni siquiera en eso pueden vanagloriarse los hispánicos talibanes del credo.
Sorprende tal dato en un país como España --la católica España según el deseo voluntarista de nuestros mentores espirituales--, cuyo espíritu no se entendería, según repetidamente afirman, si no fuera por la huella que el cristianismo ha dejado.
Traslado los titulares:
"Seiscientos treinta años del cambio del cómputo del tiempo en Castilla". Las Cortes, reunidas en Segovia, proclaman la ERA CRISTIANA".
Para la Hispania romananizada el Emperador Octavio estableció que la cuenta anual comenzara en el año 715 a.u.c. (ab urbe condita), correspondiendo al año 38 a.C., año que sería el 1º de la Era Hispánica (año 1 Ae.H.). Las fechas que manejan hoy día los historiadores no coincide con las de los propios romanos, sobre todo, con su percepción histórica. Hoy se da como aceptada por todos la fecha del 19 a.C. como la de completa dominación del territorio de Hispania, concluidas las guerras contra cántabros y astures.
Quizá esas operaciones bélicas sólo fueran para los romanos operaciones de limpieza, de afianzamiento de un dominio territorial que venía de décadas anteriores. Lo cierto es, según afirman los documentos de la época, que Octavio Augusto decretó el inicio de la Aera Hispanica el 1 de enero del año 38 a.C. ó 751 a.u.c.
Tras la conquista de los visigodos, todos los documentos oficiales consignaban fecha a partir de ese año, datación que perduró prácticamente hasta el siglo XV, al menos en Castilla. Poco a poco, los distintos reinos peninsualres fueron abandonando este cómputo para aceptar el "universal" impuesto por Roma (también, por cierto, equivocado, posteriormente corregido por el calendario gregoriano ).
La propagación de tal práctica legal fue de E a O, quizá por la mayor cercanía al centro neurálgico cristiano, Roma, sede papal. Así sucedió en los Condados Catalanes tras el concilio de Tarragona en 1180. En Aragón en 1350. En el Reino de Valencia en 1358.
En la Corona de Castilla el cambio se produjo reinando Juan I: el acuerdo fue tomado en las Cortes de Segovia, en 1383 d.C. (1365 A.H.), que entró en vigor a partir del 25 de diciembre de 1384. Transcribo lo que D.Pero López de Ayala dice en su libro "Crónicas", Cap.VI, pág.549 en edición de Planeta:
"El rey don Juan, estando en estas cortes, ordenó e mandó que en las escripturas de de aquí adelante se ficiesen se pusiese el año del nascimiento de Nuestro Señor JesuChristo, que comenzó este año dende la Navidad en adelante, e fue año del Señor de mil e trescientos e ochenta e tres; e non se pusiese la era de César, que fasta estonce se usara en Castilla e en León. E fue muy bien fecho e plogo a todos dello".
Como dato anecdótico, traemos aquí la fecha de Era Hispánica que aparece en la supuesta espada del Cid: «IO SOI TIZONA Q FUE FECHA EN LA ERA DE MIL E QVARENTA». En la parte opuesta, la siguiente inscripción: «AVE MARIA GRATIA PLENA DOMINUS MECUM». Ese año de 1040 corresponde a 1002 de la era cristiana.
Por otra parte, preciso es recordar los modos que ha tenidio la Humanidad para establecer el correlato de la historia. Ahí están los distintos calendarios, cada uno con su referencia inicial y su sistema particular: desde los calendarios maya, egipcio, persa, azteca, pasando por el calendario budista, el chino, el hindú, el japonés... hasta llegar al occidental gregoriano (solar) o al musulmán (lunar).
Difícil sería poner de acuerdo a las naciones, confiando en que una comisión de astrónomos lograra que en todo el mundo rigiera un único sistema de fechas. Hoy es la sociedad occidental la que impera y en mérito de ello es el calendario gregoriano el que "casi" rige en todo el mundo... y no del todo: los meses del año se fundan en la mitología romana así como los días de la semana. ¡Algo no consiguieron destruir los primitivos cristianos!