Jóvenes católicos publican una carta abierta a los cardenales: “Queremos una Iglesia más inclusiva y cercana”
"No elijan solo a un papa. Elijan a un peregrino. A un pastor. A un constructor de paz"
"Que su elección sea un paso hacia una Iglesia donde los jóvenes no solo sean bienvenidos, sino corresponsables. Que su elección sea un eco de Francisco y una respuesta profética al futuro"
Con motivo del cónclave que comenzará el miércoles 7 de mayo para elegir un nuevo Papa, jóvenes católicos de todo el mundo han publicado una carta abierta dirigida a los cardenales. En ella, piden una Iglesia que aprenda de los errores del pasado y avance hacia un futuro más inclusivo y conectado con la realidad de la juventud.
Coordinada por Kamino, la organización de pastoral juvenil de la Iglesia en Flandes (Bélgica), y escrita por su directora Sofi Van Ussel, la carta destaca la importancia de que el nuevo Papa escuche a los jóvenes y continúe el camino iniciado por el Papa Francisco, pero dando pasos más decididos hacia una Iglesia abierta a todos, sin importar género, orientación sexual o condición social.
La carta ha sido firmada por jóvenes de todo el mundo y cuenta con el apoyo del popular Padre Guilherme, sacerdote y DJ portugués, y de la misionera digital hermana Xiskya Valladares, conocida como la “monja TikToker”
Carta Abierta al Colegio de Cardenales
A todos los pastores llamados a construir el futuro
Queridos servidores del Señor,
Nos encontramos en una encrucijada. La muerte del Papa Francisco no marca el final de una época, sino que representa una invitación. Una invitación a seguir esperando. A continuar por el camino que él trazó. A volver a ser una Iglesia peregrina.
No les escribimos desde la distancia, sino desde una profunda comunión. Como jóvenes, acompañantes, mujeres, laicos. Como hijos de una Iglesia que desea renovarse — inspirada por este Año Jubilar y alimentada por la promesa de *Spes non confundit*: que la esperanza no defrauda. Queremos una Iglesia que crea que el Espíritu de Dios sigue soplando, también hoy, también a través de los jóvenes, también por caminos nuevos.
Honrar el pasado
No olvidamos.
Honramos a los muchos papas, sacerdotes, religiosos, laicos, mujeres y mártires que nos precedieron.
Transmitieron la fe con pasión, a veces con dolor, muchas veces con amor. Pero también reconocemos las sombras: el clericalismo, los abusos de poder, los silencios cómplices.
Honrar el pasado es también aprender de él.
No para quedarnos atrapados, sino para sanar.
Abrazar el presente
El Papa Francisco nos mostró otra manera de ser Iglesia.
Nos recordó que el sínodo no es una reunión, sino una forma de vivir. Nos enseñó a escuchar — a escuchar de verdad — al otro, a los márgenes, al Espíritu.
Abrió puertas, rompió tabúes, habló de abusos, de estructuras de poder, de la naturaleza como hermana, y fue a lugares donde otros líderes mundiales no se atrevieron a ir.
Llamó a los jóvenes a “hacer lío”, no por rebeldía, sino por amor al mundo. Construyó una cultura del diálogo — con la sociedad, con otras religiones, con quienes piensan y sienten diferente.
Construir el futuro
Una Iglesia viva elige el futuro.
Y ese futuro no puede escribirse sin jóvenes, sin mujeres, sin laicos. *Christus Vivit* no es un apéndice de un informe sinodal — es un manifiesto para una Iglesia que se alimenta de la fuerza de los sueños de los jóvenes. Les pedimos que lo tomen en serio.
Soñamos con un ministerio de constructores de paz en la Iglesia. Líderes que construyan puentes, que superen conflictos, que reconozcan la fuerza de la vulnerabilidad.
Que el cónclave no sea un espacio cerrado. Que se convierta en una fuente de renovación espiritual.
¿Por qué el pueblo de Dios — aunque sea simbólicamente — no podría dar testimonio?
¿Por qué no recibir videomensajes de jóvenes, de víctimas, de buscadores de sentido?
¿Por qué no escuchar la voz de las periferias del mundo, en la pantalla, en el corazón?
Una Iglesia que se atreve a esperar activamente…
Esperamos una Iglesia radicalmente íntegra.
Una Iglesia donde la transparencia no sea una estrategia de imagen, sino el fundamento de la confianza.
Esperamos una Iglesia inclusiva.
Una Iglesia que no juzga por origen, género, orientación o estatus — sino por la capacidad de amar.
Esperamos una Iglesia en diálogo con todas las confesiones.
No por cortesía, sino por profunda fe en el enriquecimiento mutuo que Dios nos ofrece a través del otro.
Esperamos una Iglesia enraizada en la sociedad.
No por encima, no al margen, sino en medio — vulnerable, en búsqueda, presente.
También creemos en una Iglesia presente en el mundo digital No como una necesidad técnica, sino como un espacio misionero. Allí donde los jóvenes hoy viven, buscan, preguntan y comparten su fe. Invirtamos en una pastoral digital, en liturgias en línea, en comunidades sin fronteras.
Francisco habló de las periferias digitales — creemos que también pueden ser un nuevo Emaús.
Queridos cardenales,
No elijan solo a un papa.
Elijan a un peregrino. A un pastor. A un constructor de paz.
Que su elección sea un paso hacia una Iglesia donde los jóvenes no solo sean bienvenidos, sino corresponsables.
Que su elección sea un eco de Francisco y una respuesta profética al futuro.
Llámenos peregrinos de la esperanza. Pero, sobre todo: escúchenos.
Porque la esperanza no es un sueño.
La esperanza es un camino.
Y ese camino lo recorremos juntos.
Con respeto, con amor, pero también con gran esperanza,
En nombre de los jóvenes que buscan, esperan y creen.
Sofi Van Ussel, directora de Kamino (Bélgica), quien apoyó esta iniciativa para hacer oír la voz de los jóvenes en este momento crucial para la Iglesia.
Hermana Xiskya – quien fue madre sinodal en el Sínodo sobre la Sinodalidad y, como misionera digital, también apoya esta iniciativa.
2025 05 03 Carta Abierta Al Colegio de Cardenales by Jesús Bastante