La infanta Elena, con el Cristo de los legionarios Del Río: "La religión no es un estorbo para la milicia""

El arzobispo castrense, Juan del Río, ha animado este jueves a los jóvenes militares católicos de todo el mundo a dejar atrás "prejuicios de moda" y a no "ocultar" su "condición e identidad", porque "la religión no es un estorbo para la milicia" ni tampoco "está reñida con la sana laicidad".

Monseñor Del Río se ha pronunciado así durante el homenaje a la bandera de un total de 14 países cuyos militares participan en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en un acto celebrado ante la Puerta del Príncipe del Palacio Real de Madrid y con la presencia de algo más de millar y medio de peregrinos.

El arzobispo ha dado la bienvenida a todos los jóvenes militares que han acudido a estas jornadas, que serán presididas por el Papa Benedicto XVI . En total, se estima que más de 700 militares extranjeros venidos de una veintena de países se sumarán a las jornadas, en las que también participan unos 400 militares españoles.

En el homenaje de esta mañana han estado presente las banderas de Australia, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Lituania, Venezuela, el Vaticano, Alemania, Colombia, El Salvador, Francia, Italia, Polonia y España, acompañadas por representantes eclesiásticos y portadas por militares de sus respectivos países. En el caso de España, ha acompañado a la enseña nacional el vicario general castrense, Pablo Panadero, y miembros de la Guardia Real.

El acto, que ha estado presidido por el jefe del Cuarto Militar de la Casa del Rey, teniente general Antonio de la Corte, ha contado además con un escuadrón de sables de la Guardia Civil y una unidad de honores de la Guardia Real, formada por miembros de los dos Ejércitos y la Armada, además de la banda de música de este cuerpo.

En su breve discurso, el arzobispo ha defendido que al rendir homenaje a estas banderas, se está reconociendo "la dignidad de los hombres y mujeres que se cobijan bajo ellas", porque las banderas "no son símbolos vacíos", sino que "representan la vida, la historia, las lágrimas y las alegrías de los pueblos".

Además, Del Río se ha dirigido a todos los militares para trasladares que "no hay contradicción en ser cristiano, católico, y ser militar", porque "la religión no es un estorbo en la milicia".

"No hay incompatibilidad entre el mensaje que nos trajo Cristo, el 'Príncipe de la Paz', y la vocación militar de defender la libertad, la seguridad, la soberanía y el bien de nuestra patria", ha recalcado, para después insistir en que "no hay duda alguna" de que "se puede ser constructores de la paz y ser profesionales de las armas".

Pero además, les ha animado a llevar adelante su profesión sin "ocultar" lo que "verdaderamente" son, porque "la neutralidad vergonzante no tiene que ver nada con el Evangelio, empobrece la historia de los pueblos y oscurece la valentía del soldado". "Superad los prejuicios de moda frente a la vocación militar y cristiana ", les ha alentado.

Tras las palabras del arzobispo, ha tenido lugar uno de los momentos más emotivos del acto, cuando miembros de la Guardia Real han portado a hombros desde el interior del Palacio Real al Cristo de los Alabarderos por la Puerta del Príncipe. Después, miembros de la Guardia Real han portado una corona de laurel hasta la imagen, mientras sonaban los acordes del himno 'La muerte no es el final', en homenaje a los que dieron su vida por la paz, la libertad y la seguridad de los pueblos.

Una vez finalizado el acto, el Cristo de los Alabarderos ha salido en procesión, acompañado por los asistentes al acto, hasta la Catedral Castrense de las Fuerzas Armadas, donde se ha celebrado una homilía presidida por el arzobispo. A su llegada a este templo, decenas de ciudadanos y peregrinos hacían cola ya para poder visitar en su interior al Cristo de la Buena Muerte, conocido como el 'Cristo de la Legión', que permanece en esta iglesia desde el pasado jueves y que procesionará mañana ante el Papa.

Por su parte, la Infanta doña Elena ha visitado esta mañana la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas y ha tenido oportunidad de presenciar el cambio de guardia de miembros de la Legión ante el Cristo de la Buena Muerte, que ha salido por primera vez de Málaga para procesionar ante el Papa Benedicto XVI en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Doña Elena ha llegado a la iglesia, situada en el centro de Madrid, cuando faltaban unos minutos para las 12.30 horas. Allí ha sido recibida por el arzobispo castrense, Juan del Río, que la ha acompañado al interior del templo.

La Infanta se ha sentado en primera fila y desde ahí ha presenciado el cambio de guardia de los legionarios, que custodian la imagen del conocido como 'Cristo de la Legión', que esta noche abandonará la catedral hacia el Cuartel General del Ejército de Tierra a hombros de militares españoles y extranjeros.

Tras presenciar este acto, que también han acompañado decenas de ciudadanos y en el que doña Elena ha aprovechado para hacer fotos, la infanta ha tenido oportunidad de conversar unos minutos con el arzobispo en el interior en dependencias del arzobispado.

(Rd/Ep)

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