Novena de Navidad.

Un colega de estos Blogs de Religión Digital, el sacerdote de Tuy-Vigo, Don Guillermo Juan Morado, mantiene el suyo Predicar en el Desierto en un nivel excelente. A todos os lo recomiendo.

Es joven, inteligente, preparado, con laureles romanos inclusive, de buena pluma, prudente y eclesial. Yo le envidio algunas de esas características. La juventud, por supuesto. Pero esas envidias son estúpidas porque no tienen remedio. Como si ahora me diera a mí, nulo toda mi vida para el deporte, envidiar por ejemplo a un Nadal en el tenis.

Por tonto no me tengo así que no envidio su inteligencia. Sus saberes y su doctorado, sí. En eso me supera con mucho. Ya quisiera yo. Pero es una envidia sana, alegrándome muchísimo de que haya curas tan bien preparados.

En cuanto a la pluma tampoco tengo problemas. No me quejo de la mía. Sobre la prudencia, todo. Ay, si yo supiera ser prudente. La de enemigos que me iba a ahorrar. Es claro que yo soy persona de pocas virtudes. Y Don Guillermo ha sido agraciado con todas. Las teologales son complejas pues están en el alma de cada uno y de eso nadie puede asegurar nada. Pero las cardinales, que todo el mundo puede observar, brillan en él y no en mí. Que soy imprudente y destemplado. De las otras dos no me quejo. Tal vez por mi congénita vanidad. Que algunos ya se encargan de recordármela un día sí y otro también.

Pero esto se me está yendo porque no quería hablar del excelente Blog de Don Guillermo ni de mí. Este curita, y el diminutivo va sólo por su edad y con cariño pues sus años son los de los mayores de mis hijos, recientemente párroco de una iglesia de mi ciudad natal, tiene una extraña debilidad. Extraña para los días en que vivimos. Escribe novenas.

¿Quién se acuerda ya de esas prácticas religiosas que antaño congregaban a los fieles en las iglesias? Ciertamente que con provecho. Pues a él le ha dado por las novenas. Ha publicado ya cuatro o cinco. Y ha tenido la amabilidad de enviármelas.

Creo que van a tener poco éxito en el sentido de que en muchas iglesias se vayan a rezar. También creo que no era ese su propósito. Aunque, si en algún lugar cuajaran, bendito sea Dios.

Pienso que busca mucho más el encuentro personal que el comunitario. Son hermosas y eclesiales. Y te acercan a Dios. Mañana comienza la de Navidad. Voy a estar en ella y con ella. Quien se anime, con esta, o con cualquiera de las otras, se va a sentir bien.

Rezamos poco. Y tal vez en ello esté mucho de lo que nos pasa. Don Guillermo nos da un recurso facilísimo para adentrarnos en la oración. En la oración sencilla asequible a todos.

Creo que en esto, también por supuesto en su Blog, Don Guillermo está haciendo una espléndida labor. Rezad sus novenas y ya veréis como me vais a agradecer la recomendación. Yo ahora no sé donde pueden pedirse pero seguro que alguien nos lo dirá. Y, además, son intemporales. Quiero decir que la de Navidad también se puede hacer en junio.

Pues, ánimo. A rezar novenas. Que sólo nos puede salvar la oración.
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