Soneto, con doble estrambote, a quien ella sabe.

Bobina, sí, con b, no rumiante,
Aunque rumies tontuna, y tan mal rimes.
¿Comprenderás, querida, que tus dimes,
no afectan para nada mi talante?

Siempre he sido, de ellas, caballero.
Admiré la belleza y el talento.
Mas el tuyo no ha dado tal evento.
La una no la hay, el otro es cero.

Si Juana en el rimar fue portentosa,
Y muestra dio de impar inteligencia,
Tu ausencia de poesía es asombrosa.

Barata zafiedad es tu presencia.
Y en la escatología un burdo empeño.
¿Tienes acaso por cerebro un leño?

Monina, zascandil y superwoman,
Que allí donde las dan, también las toman.

Así, que te den mucho, donde quieras.
Que no voy a llenar lo que tu esperas
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