Otro obispo, éste español, que callado estaría más guapo.

Se llama Juan Godayol, es salesiano y catalán y hubo que alejarlo precipitadamente de su humilde diócesis peruana. Invocando motivos de salud. Ahora le tenemos en España, de emérito aburrido y cabreado, y dejando clarísimas la razones de su cese.

Este genio eclesial, de momento, nos ha dejado tres perlas de su sintonía con el episcopado español y con el Papa. Educación para la Ciudadanía le parece maravillosa, no ya aceptable sino estupenda. Los obispos hacen muy mal criticando al Gobierno que es independiente de la Iglesia, genialidad sin duda descubierta por Godayol antes de que nadie se hubiera enterado, por lo que cabe entender que según este Godayol puede hacer lo que le de la gana y la Iglesia a callar. Y la tercera es ya de aurora boreal. Este destripaterrones prefiere a los sacerdotes casados. O que por lo menos se puedan casar si quieren. Pero mejor casados.

¡Vaya Iglesia, la catalana, a juzgar por sus frutos! Buxarrais, Casaldáliga, Deig, los dos Soler, el obispo y el abad, Guix, Tena, Carrera, Jubany, Pont, Camprodón, Ciuraneta... Por nombrar sólo a los mandos. Qué si entramos en la tropa todavía es peor. Y ahora el Godayol este. ¡Eran pocos y ha parido la abuela!

Pues ya tenemos otro idolillo para los amigos de la contestación eclesial. Y por lo que apunta el muchacho va a dar no poco juego. El único consuelo que nos queda a los sufridos católicos es que que tienen los días contados. No pocos están ya criando malvas y no hay un solo joven entre ellos.

Y uno sigue preguntándose: ¿Cómo se ha nombrado a estos obispos? ¿Por qué no les calla nadie? Que se me entienda. Por mí el Godayol éste puede hablar todo lo que quiera y sobre lo que quiera, lo que no comprendo es que permitan que lo haga como obispo católico. Además, si lo hiciera como un señor Godayol esas opiniones no interesarían a nadie. Porque esas genialidades ya las hemos oído miles de veces. Lo extraño es hallarlas en boca de un obispo.

Tampoco se entiende el pasotismo jerárquico ante todo esto pues arroja piedras sobre su propio tejado. Si un día los católicos llegaran a pensar que todos los obispos son como Godayol se cerraba la Iglesia.
Volver arriba