'Hasta que Él venga: Memoria y Esperanza', novedad en en PPC José Manuel Bernal publica un libro "para no morir de desesperación en un mundo perverso"

Hasta que él venga: Memoria y Esperanza
Hasta que él venga: Memoria y Esperanza

Editorial PPC acaba de publicar el último libro de José Manuel Bernal, 'Hasta que él venga. Ensayo sobre memoria y esperanza en un mundo roto'

El autor, José Manuel Bernal, recomieda su libro a todos aquellos que "están a punto de tirarse por la ventana porque no se fían de nadie"

"La memoria repetida de las promesas liberadoras de Dios afianza nuestra esperanza y la llena de entusiasmo", argumenta

"Los hombres necesitamos hacer memoria de los grandes acontecimientos. Porque esos acontecimientos contienen en su entraña promesa de salvación; en ellos, Dios se ha comprometido a favor del hombre"

"Necesitamos que esos hechos poderosos nos sean relatados para hacer memoria, para actualizarlos y hacerlos presentes; más aún, la memoria hace presentes no solo los acontecimientos pasados, sino también los eventos futuros"

Editorial PPC acaba de publicar el último libro de José Manuel Bernal, 'Hasta que él venga. Ensayo sobre memoria y esperanza en un mundo roto', una obra, según el autor, "para no morir de desesperación en un mundo perverso, violento, que no nos gusta". Por eso, recomieda su libro a todos aquellos que "están a punto de tirarse por la ventana porque no se fían de nadie". Y si le pudiera entregar el libro la Papa en mano, le diría que también él se encuentra, dentro de la Iglesia, en salida y en la periferia.

José Manuel Bernal Llorente es Doctor en Teología. Cursó estudios de especialidad litúrgica en el Instituto Superior de Liturgia de París. Posteriormente, fue Catedrático de Teología Dogmática en el Angelicum de Roma y en la Facultad de Teología de Valencia.

José Manuel Bernal
José Manuel Bernal



Ha colaborado asiduamente en las revistas Phase y Oración de las Horas. Participó en la fundación de la Asociación Española de Profesores de Liturgia, de la que fue el primer presidente.

Este es el prefacio del autor:

Antes que nada tengo que delimitar el sentido y la finalidad de este libro. No es una obra de investigación en el sentido estricto de la palabra. Se trata, más bien, de un ensayo, de una aproximación al tema. Por eso en sus páginas el lector no va a encontrar abundancia de notas, ni aparato documental adjunto, ni disquisiciones técnicas prolijas, ni derivaciones analíticas rigurosas.

Tampoco es un manual académico para uso de seminaristas o de escolares universitarios. Vamos a considerarlo un ensayo, algo así como una aproximación seria y ajustada a un tema que estimo de gran importancia. Porque tanto lo referente a la memoria como a la esperanza –los dos extremos del título– gozan hoy de gran prestigio y suscitan un interés excepcional. Además, la esperanza, tal como la proyectamos desde aquí, es un camino de peregrinación, con unos estímulos y unas metas; un camino con obstáculos y con riesgos, con metas alcanzadas y objetivos conseguidos en el marco de lo contingente y provisional; es un camino abierto al futuro de las promesas mesiánicas, hacia el futuro del Reino. La memoria repetida de las promesas liberadoras de Dios afianza nuestra esperanza y la llena de entusiasmo. En estos momentos, en que el Camino a Compostela reaviva el espíritu de muchos caminantes, estas páginas pueden representar para ellos un soplo alentador en su caminar peregrino.

El tema de la esperanza lo actualizó entre nosotros el teólogo alemán Jürgen Moltmann con su prestigioso libro Teología de la esperanza [1], inspirándose para ello en los escritos del filósofo judío Ernst Bloch, especialmente en Das Prinzip Hoffnung [2] (El principio esperanza). El teólogo Moltmann verterá al lenguaje teológico cristiano las intuiciones marxistas originales del filósofo judío. Junto a él es justo mencionar al recordado Juan Luis Ruiz de la Peña, que, en sus cortos años de vida, logró profundizar el tema y difundirlo ampliamente en España [3]. En su momento daremos cuenta del interesante proceso de desarrollo que han seguido estas ideas.

También me ocupo en este libro del estimulante tema de la memoria [4]. Es el otro elemento del binomio. Mi interés se centra en analizar la relación que se establece entre la memoria y la esperanza. Cuando hablo de la «memoria», me refiero principalmente a la gran anámnesis que da cuerpo a la eucaristía cristiana y que se encuentra en uno de los lugares centrales de la celebración. Con todo, no dejaré de hacer un guiño a las preocupaciones de teólogos y filósofos actuales que están haciendo de la «memoria de los vencidos» y humillados uno de los ejes de su pensamiento, evocando la memoria passionis y la Leidensgschichte (Historia del sufrimiento), intentando salvar de la injusticia y del odio a las víctimas del Holocausto y de la guerra. Incluyo en esta referencia a teólogos como Johann Baptist Metz [5], Walter Benjamin [6] y el español Manuel Reyes Mate [7].

Voy a intentar no limitarme a repetir lo que ya se ha dicho y escrito durante estos últimos años. La literatura es abundante. Mi intención es poner en evidencia la sorprendente relación que existe entre la memoria y la esperanza. En este sentido, reconocemos que la existencia cristiana se mueve y desarrolla viviendo la mística de la esperanza. Pero la esperanza se apoya y justifica por la fe en un Dios que nos ha prometido un futuro de luz, justicia, paz, bienestar y vida. Es el futuro de la promesa. La fe en la promesa confiere fuerza y vigor a la esperanza. La comunidad cristiana, peregrina de la esperanza, aviva su fe en las promesas gracias a la escucha y al memorial 4 de las intervenciones providentes de Dios. Porque, en definitiva, Dios se nos revela como el Dios de la promesa. Su palabra de salvación es siempre promesa de futuro. Los profetas narran y relatan las acciones de Dios, cargadas de promesas.

Nuestro presente tiene consistencia en la medida que hace memoria del Dios providente, recuerda la palabra/promesa y aviva la esperanza. Para los discípulos de Jesús, la eucaristía condensa el memorial de la regeneración pascual, que brota de la Pascua de Jesús, de su muerte y resurrección. La Pascua no es un acontecimiento pasado, es un proceso en permanente desarrollo y se consuma con la venida del Señor. La regeneración pascual es un proceso, un camino, una peregrinación. Lo que ocurrió en Jesús fue la primicia, el primer fruto de la cosecha, la primera piedra. A nosotros toca reavivar el camino, seguir el proceso. El memorial de la Pascua total reanima constantemente la esperanza. Sin fe no hay esperanza; el memorial es la expresión de la fe.

Para organizar estas ideas y presentarlas de manera ordenada, voy a dividir el libro en cuatro partes. En primer lugar, voy a presentar la situación caótica y de desastre que caracteriza el mundo presente en que vivimos; un mundo de injusticia, de violencia y de caos; es un mundo sin logros satisfactorios definitivos, un mundo «inconcluso», como lo llama Moltmann. Esta situación de insatisfacción radical hace que los hombres levanten los ojos y busquen otros horizontes nuevos que eliminen los odios y ofrezcan resquicios de felicidad. El diagnóstico sobre esta situación ocupa la primera parte del libro.

La manifestación de Dios, que habla y actúa, que interviene, que hace proezas y salva, se nos hace patente como la revelación del Dios de la promesa. Sus acciones hacen promesas y abren horizontes nuevos. Estas intervenciones liberadoras de Dios tejen la historia de la salvación que culmina en Cristo; él es la gran revelación de Dios, la gran apuesta de Dios por el hombre. En el Cristo resucitado, como acabo de insinuar, se inicia un poderoso proceso de regeneración universal en el que están implicados todos los hombres; es la regeneración pascual que culminará el último día, en la parusía. Este descubrimiento del Dios de la promesa se expone en la segunda parte.

Los hombres necesitamos hacer memoria de los grandes acontecimientos. Porque esos acontecimientos contienen en su entraña promesa de salvación; en ellos, Dios se ha comprometido a favor del hombre. Necesitamos que esos hechos poderosos nos sean relatados para hacer memoria, para actualizarlos y hacerlos presentes; más aún, la memoria hace presentes no solo los acontecimientos pasados, sino también los eventos futuros. En la memoria eucarística se hace presente la plenitud de la Pascua, que tendrá lugar al final de los tiempos. Será la gran novedad; novedad que se nos presenta como algo futuro, como algo que anhelamos y esperamos. Ese memorial, emitido desde la fe, en el que hacemos justicia a todos los dispersos para reunirlos y salvarlos del olvido, lo tratamos en la tercera parte.

La última parte está dedicada al tema de la esperanza; porque la memoria actualiza el pasado y aviva la esperanza del futuro. La comunidad de los discípulos de Jesús está llamada a peregrinar, a caminar en la esperanza. Caminamos hastiados por la perfidia del presente, confiados por la fe en la promesa de salvación que Dios nos hace y animados por el recuerdo de esas acciones poderosas de Dios que nos estimulan a caminar hacia el futuro.

La memoria y la esperanza se yerguen así como los dos puntales en que se apoya nuestro caminar peregrino a través de la historia; memoria, por otra parte, que solo es activa si viene apoyada por la fe; la fe inconmovible en el Dios de la promesa, en el Dios que apuesta por el futuro del universo, sobre todo de la humanidad, en la plenitud total y definitiva.

[1] J. MOLTMANN, Teología de la esperanza. Salamanca, Sígueme, 1972. Además, ID., La venida de Dios. Escatología cristiana. Salamanca, Sígueme, 2004.

[2] E. BLOCH, El principio esperanza I. Madrid, Trotta, 2004.

[3] J. L. RUIZ DE LA PEÑA, La Pascua de la creación. Escatología. Madrid, BAC, 1996; ID., El último sentido. Introducción a la escatología. Madrid, Marova, 1980.

[4] Recientemente he tenido la ocasión de tratar este tema: J. M. BERNAL, «Relevancia del relato anamnético en la anáfora eucarística», en V. BOTELLA CUBELLS, OP (ed.), La teología en positivo. Homenaje al Profesor P. Martín Gelabert Ballester, OP. Valencia, Facultad de Teología San Vicente Ferrer, 2020, pp. 421-442.

[5] J. B. METZ, «Memoria passionis». Una evocación provocadora en una sociedad pluralista. Santander, Sal Terrae, 2007; ID., La fe, en la historia y la sociedad. Esbozo de una teología política para nuestro tiempo. Madrid, Cristiandad, 1979.

[6] W. BENJAMIN, Tesis sobre el concepto de historia y otros ensayos sobre historia política. Madrid, Alianza, 2021.

7 M. R. MATE, La razón de los vencidos. Barcelona, Anthropos, 1991.

ÍNDICE
PRÓLOGO

PRIMERA PARTE: MUNDO ROTO.
ANTE UN MUNDO DESGARRADO Y ROTO

1. DIAGNÓSTICO DEL PAPA FRANCISCO EN FRATELLI TUTTI
1. Anotación previa
2. Estructura y contenido
3. Diagnóstico sobre el deterioro del mundo actual
4. Maltrato de la tierra y ecologismo
5. Bolsas de pobreza
6. Dignidad humana y derechos humanos vulnerados
7. Injusta distribución de los bienes y esclavitud
8. El hambre
9. Emigración y xenofobia
10. Discriminación de la mujer
11. Individualismo, populismo y demagogia
12. Los abandonados y excluidos
13. Guerras inhumanas e injustas
14. Nacionalismos rabiosos y terrorismo
15. Atentados contra la vida
16. Capitalismo y neoliberalismo en entredicho
17. Libertad de mercado y especulación

2. EL INFORME FOESSA, DE CÁRITAS ESPAÑOLA
1. Aclaraciones previas
2. Desempleo, exclusión y pobreza
3. Pobreza y exclusión
4. La exclusión de la vivienda
5. Demografía y envejecimiento

3. UNA ESPAÑA PARTIDA EN DOS: LA GUERRA CIVIL
1. Las dos Españas
2. La España de la Segunda República

4. EL FRANQUISMO: DEPURACIÓN Y EXTERMINIO
1. La Guerra Civil y la represión de la posguerra
2. Depuración y exterminio

5. LAS VÍCTIMAS POR SU CONDICIÓN RELIGIOSA

6. EL EXTERMINIO EN LA EUROPA DEL SIGLO XX
1. La Segunda Guerra Mundial
2. Campos de concentración y de exterminio
3. Deportación de los judíos

SEGUNDA PARTE: PROMESA.
EL DIOS DE LA PROMESA

7. DIOS SE REVELA COMO EL «DIOS DE LA PROMESA»
1. La revelación como promesa
2. Anotación filológica
3. Enfrentados al mundo perverso
4. El Día del Señor

8. LAS PROMESAS HECHAS A ABRAHÁN Y SU DESCENDENCIA
1. La promesa hecha a Abrahán y su descendencia
2. Los profetas heredan las promesas
3. Religión de promesa y religión de epifanía

9. LA PROMESA REAVIVA LA ESPERANZA DEL PUEBLO EN EL EXILIO
1. Nueva situación política y nuevas promesas
2. Nostalgia de Jerusalén y mensajes de esperanza
3. Los profetas posteriores al exilio

10. JESÚS ANUNCIA EL REINO DE DIOS Y APUESTA POR EL FUTURO DEL HOMBRE
1. El Evangelio como anuncio y como promesa
2. El reino de Dios como presente y como futuro
3. Los signos del reino de Dios
4. El reino de Dios como promesa y esperanza

11. EL CRUCIFICADO-RESUCITADO Y EL FUTURO DE JESUCRISTO
1. La resurrección, acontecimiento de futuro
2. Acontecimiento pascual y futuro de Cristo
3. La experiencia pascual como proceso de regeneración

12. LAS APARICIONES DEL RESUCITADO
1. Aclaración filológica
2. Las apariciones y el futuro de Cristo
3. La visión del Cristo glorioso en las apariciones es incompleta
4. La experiencia de la cruz y las apariciones

13. LA JUSTICIA DE DIOS COMO REALIDAD PRESENTE Y COMO PROMESA
1. La justicia de Dios y el futuro de Cristo resucitado
2. La resurrección de Jesús y la justicia como promesa
3. La justicia que esperamos es una acción de Dios en la historia de la salvación

14. LA VIDA QUE VENCE A LA MUERTE, PROMETIDA Y ESPERADA
1. La muerte nos sumerge en el abandono de Dios
2. Dialéctica irreconciliable entre la vida y la muerte
3. El perfil de la vida nueva que esperamos


TERCERA PARTE: MEMORIA.
LA MEMORIA ACTUALIZA EL PASADO
Y ADELANTA EL FUTURO

15. HISTORIA DE LA SALVACIÓN Y MEMORIA
1. Dios irrumpe en la historia
2. La liberación pascual en el centro de la historia de la salvación
3. La Pascua, memorial de la liberación del éxodo
4. El memorial actualiza los acontecimientos liberadores

16. LA MEMORIA REAVIVA LAS PROMESAS
1. Las acciones liberadoras de Dios son revelación y promesa
2. La Pascua descrita por Filón de Alejandría y Flavio Josefo
3. El poema pascual de las cuatro noches

17. LA MEMORIA HACE PRESENTES LAS ACCIONES SALVÍFICAS DE DIOS
1. La eucaristía, toda entera, es memorial de las acciones liberadoras
2. El memorial actualiza el pasado y adelanta el futuro
3. Sentido de la anámnesis en los escritos del Nuevo Testamento
4. El contenido de la anámnesis
5. Una memoria eficaz
18. LA MEMORIA ADELANTA EL FUTURO
1. La anámnesis, memoria del futuro
2. El Señor vendrá glorioso al final de los tiempos en la noche de Pascua

19. LA MEMORIA HACE JUSTICIA A LAS VÍCTIMAS
1. La memoria hace justicia a los vencidos
2. La memoria de los vencidos en el pensamiento de Reyes Mate
3. Lectura teológica desde las víctimas
4. Cristo está presente en todos los sufrientes de la historia


CUARTA PARTE: PROMESA.
LA MEMORIA AVIVA LA ESPERANZA

20. DONEC VENIAS (HASTA QUE VENGAS)
1. Con el donec se abre un tiempo de espera vigilante y de lucha
2. El mensaje escatológico de Jesús sobre la vigilancia incesante
3. La venida del Señor

21. LA ESPERANZA SE ENFRENTA A LA AGRESIVIDAD DEL PRESENTE
1. El presente en que vivimos está cargado de odio y de violencia
2. Denunciando el presente
3. Adelantando el futuro
4. Condenamos la ciudad «perversa» y apostamos por la «nueva Jerusalén»
5. Cuando Cristo vuelva como Señor de la historia y del universo

22. LA EVOCACIÓN DE LOS BIENES FUTUROS AVIVA LA ESPERANZA
1. Los bienes mesiánicos
2. Escatología cósmica
3. La vuelta al paraíso
4. La nueva creación: cielo nuevo y tierra nueva
5. Un universo transfigurado, deificado

23. PEREGRINAMOS ENVUELTOS EN LA FRAGILIDAD DE LO PRECARIO Y PROVISIONAL
1. El misterio de la gracia divina
2. Hacer justicia a todos los crucificados de la historia como se hizo justicia al crucificado Jesús
3. Jon Sobrino: una propuesta audaz y agresiva

24. RECOPILACIÓN Y EPÍLOGO
1. El mundo presente no nos gusta
2. El Dios de la revelación es el Dios de la promesa
3. Mientras viene, hacemos memoria de sus promesas
4. Aceleramos la venida del Señor

BIBLIOGRAFÍA

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