En este 5º domingo de Cuaresma (año B), el Evangelio leído por las comunidades, Juan 12, 20 a 33, nos trae otro anuncio pascual. Las bases de una nueva alianza para la humanidad.

Las bases de una nueva alianza para la humanidad.
Las bases de una nueva alianza para la humanidad.

"La acogida y la evangelización de los paganos corresponde a la comunidad".

"Este fue el tema principal del doloroso conflicto entre Jesús y los discípulos en el evangelio de Marcos y que aparece en los cuatro evangelios".

"Sin embargo, el profeta hablaba de su tiempo y proponía en nombre de Dios una alianza que el propio judaísmo debía hacer posible abriéndose a otras culturas y aceptando la universalidad de la salvación".

En este 5º domingo de Cuaresma (año B), el Evangelio leído por las comunidades, Juan 12, 20 a 33, nos trae otro anuncio pascual. Jesús habla de su cruz cuando dice: "Cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí" (v. 32) y el Evangelio explica que lo dijo refiriéndose a su muerte.

El evangelio comienza diciendo que unos griegos, por tanto extranjeros paganos (no eran judíos helenistas) habían llegado a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Como no eran judíos, no podían entrar en el templo. Buscan a Felipe y Felipe busca a Andres. Son dos discípulos con nombres griegos, que vivían en Betsaida, una ciudad griega de Galilea. Y preguntan: "Queremos ver a Jesús". Para el evangelio de Juan, ver a Jesús es tener una experiencia personal de relación con él.

22

Ciertamente, este relato responde a las dificultades de la comunidad juanina de finales del siglo I para integrar a las personas de cultura hebrea y a las de cultura grecorromana o helenística. Andrés habla con Jesús sobre el deseo de los griegos, pero según el texto, Jesús responde a los discípulos y no directamente a los griegos. La acogida y la evangelización de los paganos corresponde a la comunidad. Son los discípulos los que deben transmitir a los demás la palabra de Jesús y esta palabra es la cruz, vista no sólo como sufrimiento y castigo, sino como Pascua, o mejor, "la elevación de lo humano", "la glorificación de Dios".

De hecho, Jesús dice: "Ha llegado la hora de que se manifieste la gloria de este Hombre" (v. 23). La gloria significa el signo visible de la presencia divina en él. La misión no es enseñar doctrina ni transmitir leyes. Es devolver al ser humano su dignidad de persona sagrada, revelar la gloria de Dios en lo humano.

En el siglo II, Ireneo, pastor de la Iglesia de Lyon, afirmó: "La gloria de Dios es el ser humano que vive”. Y en 1980, Monseñor Oscar Romero, cuya memoria del martirio celebraremos este miércoles 24, retomó esta palabra aplicándola a nosotros: "La gloria de Dios es la liberación de los oprimidos". Qué bueno sería que estas personas que luchan para que el gobierno declare la religión como una actividad esencial pudieran aceptar estas palabras de Jesús y de la más profunda tradición cristiana: la gloria de Dios no es adoración, no es religión. Es cuidar la vida y la salud y devolver a las personas su carácter sagrado, "cuya vida es preciosa a los ojos de Dios" (Sal 116).

 Este fue el tema principal del doloroso conflicto entre Jesús y los discípulos en el evangelio de Marcos y que aparece en los cuatro evangelios. Nunca aceptaron lo que Jesús aclara aquí: sólo es posible encontrar a Jesús a partir de su elección de entregarse en la cruz. O se descubre a Jesús en la culminación del proceso de entrega o la forma de ver a Jesús es siempre superficial o incluso falsa. Sólo desde la cruz es posible ver a Jesús y adherirse a él. Y esto no es fácil para el propio Jesús. Cuenta la parábola del grano de trigo.

3

Esta es una de las raras imágenes agrícolas del cuarto evangelio. Para entenderlo, es importante tener en cuenta dos cosas:

  1. Para las sociedades antiguas, el grano es fundamental. Y una de las mayores revoluciones humanas fue poder domesticar el grano, en nuestro caso hablamos del trigo. Es lo que permite a la gente vivir. El grano de trigo es el símbolo de lo que hoy llamamos "seguridad alimentaria". Y Jesús se compara con eso.

2º - En todas las sociedades antiguas, el cultivo de los cereales era competencia de las mujeres. Requería conocer los ciclos de las estaciones, las fases de la lucha, la meteorología, una serie de secretos que en la sociedad eran transmitidos por las mujeres. En esta semana en la que acabamos de celebrar el Día Internacional de la Mujer, es importante señalar que Jesús utiliza una obra femenina como parábola principal de la misión de los discípulos. Es cierto que hasta hoy en las Iglesias la coordinación del trabajo está en manos de los hombres, pero el cultivo depende mucho de las mujeres que son mayoría en la coordinación de grupos y en la misión de la Iglesia en las bases. 

La integración de personas de tradición judía y de otros orígenes en el cristianismo del siglo I nos recuerda hoy la imperiosa necesidad que sienten y afirman todas las fuerzas progresistas del país de alcanzar una unidad o frente amplio por la democracia y por el restablecimiento del Estado de Derecho y la justicia. Todos se dan cuenta de la importancia y la urgencia de esta unidad de todos los que quieren la transformación del mundo. La dificultad radica en ceder al otro y renunciar a proyectos de protagonismo personal en aras del bien común. En el Evangelio de hoy, Jesús dice a la comunidad que este proyecto de unidad sólo será posible si los que lo desean aceptan la cruz. Como los granos de trigo que aceptan caer al suelo para poder germinar y florecer.

Que esta palabra de Pascua, al menos para nosotros los cristianos, nos llame a esta conversión. En la celebración de este domingo, las Iglesias toman como primera lectura un texto del profeta Jeremías que dice como palabra de Dios:

"He aquí que vienen días, dice el Señor, en que concluiré una nueva alianza con Israel y Judá (los dos reinos divididos). No será como el pacto que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, y que ellos violaron.... En esta nueva alianza imprimiré mi ley en sus entrañas y la escribiré en sus corazones. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo" (Jer 31-33).

Por lo general, la tradición cristiana ha interpretado esta palabra como si fuera una promesa de la alianza traída siglos después por Jesús. Sin embargo, el profeta hablaba de su tiempo y proponía en nombre de Dios una alianza que el propio judaísmo debía hacer posible abriéndose a otras culturas y aceptando la universalidad de la salvación. Hoy, este reto de apertura a la pluralidad sigue siendo actual tanto para las religiones como para los procesos sociales que defienden la justicia ecosocial y la Vida.

Les dejo con la canción de Gilberto Gil que, como veréis, tiene mucho que ver con el evangelio de hoy: https://youtu.be/-YAQ8fYqtfw

4

¡Drão!

Nuestro amor es como un grano

Una semilla de ilusión

Tiene que morir para germinar

Plántalo en algún lugar

Resucitar en la tierra

Nuestra siembra

Quién puede hacer que ese amor muera

Nuestro paseo

Un paseo duro

A través de la noche oscura

¡Drão!

No pienses en la separación

No te rompas el corazón

El verdadero amor es vano

Se extiende hasta el infinito

Inmenso monolito

Nuestra arquitectura

Quién puede hacer que ese amor muera

Nuestro paseo

Cama de tatami

A través de la vida

¡Drama!

Los chicos son todos cuerdos

Los pecados son todos míos

Dios conoce mi confesión

No hay nada que perdonar

Por eso debe haber más compasión

¿Quién puede hacer

Que el amor muera

Si el amor es como un grano

Muere, nace el trigo

Vivo, el pan muere

¡Drão!

¡Drão!

Volver arriba