Basta ya

Barcelona
¡Basta ya de violencia, terror y muerte! Ya son demasiados los atentados perpetrados en Europa y en el mundo por enemigos de la paz y la convivencia pacífica.

Dios creó al hombre para que sometiera la tierra, pero no para maltratarla y menos para que el hombre fuera un lobo para el otro hombre. Estos días uno no puede pasear por la Rambla de Barcelona sin que no le vengan los sucesos del 17 de agosto y si lo quisiera olvidar ahí están las miles de flores depositadas en el lugar del atentado terrorista. Con el calor del sol más que gentiles flores, aparecen mustias de tristeza por los que ahí perdieron la vida, por los heridos y por los familiares que lloran a los que les han robado la vida de forma cruel y sin sentido. ¿Qué han ganado con la muerte de estas personas, estos jóvenes? Perder también ellos la vida o la cárcel. El que les imbuyó a tales actos tienen la sentencia de Jesús: “Ay del que escandalice a uno de estos…” Teniendo presente que escandalizar es llevar al otro a hacer el mal.

Siempre la violencia engendra violencia y con ella no conseguiremos nunca un mundo en paz. Una señora que iba por la Rambla al ver un mosso de escuadra lo ha abrazado en señal de gratitud. Han sido días muy duros para las fuerzas de seguridad. Costará mucho tiempo olvidar las escenas vividas y rehacer la vida de los afectados.

Santa María, Princesa de Barcelona, ruega por los difuntos, sana a los heridos, vela por los ciudadanos y protege tu ciudad.Texto: Hna. María Nuria Gaza. Foto: Hna. Gemma Morató
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