Mientras los talibanes persiguen y asesinan a sus opositores, el Islam honra y protege cada vida humana Afganistán y los verdaderos valores del Islam

Los talibanes ya están en Kabul
Los talibanes ya están en Kabul

Los talibanes surgieron a finales de los años 80 después de que la Unión Soviética retirara sus tropas de Afganistán. Entonces tuvieron apoyo por parte de EE.UU., Arabia Saudita, Pakistán y otros y gobernaron el país entre 1996 y 2001

Introdujeron normas y leyes conforme su propia interpretación del islam: prohibieron la televisión, la música, el cine, el maquillaje y restringieron casi completamente la participación de la mujer en la vida pública

Su tiempo en el poder no fue solo un capítulo negro en la historia de Afganistán, sino que manchó a escala mundial la imagen del Islam, fomentando prejuicios contra los 1,700 millones de musulmanes en el mundo

Después de 20 años de ocupación estadounidense volvieron al poder los talibanes en Afganistán y anunciaron establecer la ley islámica, denominada “Sharia”. Los talibanes surgieron a finales de los años 80 después de que la Unión Soviética retirara sus tropas de Afganistán. Entonces tuvieron apoyo por parte de EE.UU., Arabia Saudita, Pakistán y otros. No es la primera vez que ocuparon Afganistán dado que gobernaron el país entre 1996 y 2001. Fueron recibidos entonces de buen agrado por la mayor parte de la población afgana ya que lograron erradicar la corrupción y las luchas internas.

No obstante, introdujeron también nuevas normas y leyes conforme su propia interpretación del islam. Por ejemplo, prohibieron la televisión, la música, el cine, el maquillaje y restringieron casi completamente la participación de la mujer en la vida pública. Decretaron que la escolarización de las niñas podía ser hasta los 10 añosy obligaron a las mujeres a llevar el “burka”. Mientras que los talibanes fueron condenados en el occidente por la violación de los derechos humanos, ellos mismos justificaban en nombre del islam sus posturas extremas y polémicas.

Mujeres en Afganistán.
Mujeres en Afganistán.

Su tiempo en el poder no fue solo un capítulo negro en la historia de Afganistán, sino que manchó a escala mundial la imagen del islam, fomentando prejuicios contra los 1,700 millones de musulmanes en el mundo. Incluso en la actualidad hay personas en el occidente que sostienen que la postura del islam es una amenaza para la paz en el mundo.

Antes de analizar las enseñanzas del islam, hay que destacar que el movimiento talibán es un movimiento militar con una agenda política, cuyo surgimiento está enraizado en la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. En el año 1994 nació el movimiento talibán como una continuación de los diferentes grupos militares que habían luchado contra la invasión soviética en Afganistán.

Por otro lado, el islam es una religión que surgió en el siglo VII y se basa en la revelación del Corán, en la vida práctica y en las palabras del Profeta Muhammad, el Fundador del islam. Mientras que los talibanes difunden el temor y la violencia, el islam significa literalmente en árabe paz, y desde su raíz lingüística condena cualquier de violencia y terrorismo. El Fundador del islam definió a un musulmán como “aquel que gracias a sus manos y lengua pone a salvo a otros seres humanos”. Ésta es también la razón por la cual se les ordena a los musulmanes saludar a los demás con palabras de paz: "Assalamu alaikum", que la paz sea contigo.

"Mientras que los talibanes difunden el temor y la violencia, el islam significa literalmente en árabe paz, y desde su raíz lingüística condena cualquier de violencia y terrorismo"

Mientras que los talibanes persiguen y asesinan a los que se oponen a su ideología y pensamiento, el islam enseña a honrar y proteger cada vida humana, sin distinción de religión, de etnia o de bandera política. El Corán proclama que quien mata a una persona inocente es como si hubiera matado a toda la humanidad; Mientras que los talibanes imponen su interpretación de la ley islámica, el islam garantiza la libertad de creencia y de culto. El Corán aclaró desde sus comienzos que no debe existir coacción en los asuntos de la fe y ordenó la separación de estado y religión.

Mientras que los talibanes destruyen las iglesias y los templos no musulmanes, el islam enseña a proteger toda iglesia, sinagoga y lugar de culto. Según el islam, Al’lah es el Dios universal, y envió al Profeta Muhammad (lpbD) como misericordia para toda la humanidad; mientras que los talibanes abusan de las mujeres y violan sus derechos humanos, el islam es el liberador de la mujer y garantiza su dignidad y respeto. Desde el advenimiento del islam, las mujeres recibieron el derecho de heredar, trabajar, poseer propiedades de manera independiente, obtener educación, casarse por propia elección, divorciarse, votar y ser una parte activa y productiva de la sociedad. El Profeta Muhammad (lpbD) elevó el estado de la mujer y dijo que “el mejor entre los musulmanes es aquel que mejor trata a su esposa”.

Mujeres afganas en Kabul, Afganistán.
Mujeres afganas en Kabul, Afganistán.

Los talibanes no representan las enseñanzas verdaderas del islam, sino que intentan esconder su propia ideología en nombre del islam. Si hay personas que se autoidentifican como musulmanes y usurpan los derechos de los demás, es solo porque rechazan las enseñanzas del islam o las ignoran por completo. Estas personas no son solo una amenaza para los valores de Occidente, sino también para el propio mundo musulmán.

Hay ulemas que creen ser la personificación de la misericordia, pero sus corazones están llenos de odio. En nombre del agua sagrada de Dios, enviada para enfriar nuestras iras, inflaman los fuegos del odio y la cólera en los corazones de los inocentes. Los seguidores del Príncipe de la Paz, el Profeta Muhammad (lpbD), cuya sangre purificó la bárbara Arabia, están siendo persuadidos para asesinar a gente indefensa. En nombre del protector de los pobres desguarnecidos, sus seguidores son alentados a robar los hogares, de los que son impotentes para defenderse. En nombre del Profeta Muhammad, que protegió el honor incluso de las mujeres de los rufianes, se anulan y transforman en relaciones adúlteras los felices y amorosos matrimonios de mujeres musulmanas. En nombre del constructor de la primera mezquita de Medina, que la ofreció a los cristianos de Nallran para los servicios del domingo, y en nombre del Profeta Muhammad (lpbD) que enseñó a sus seguidores a respetar los centros de otras creencias, los actuales ulemas incitan a las masas a destruir los templos que no son de su agrado.

Hoy se perpetran en nombre del Profeta los actos injustos que condenó y prohibió para siempre. ¿Qué pensaría el Profeta si pudiera ver a los ulemas de su “umma” (mancomunidad) acusar falsamente a los dignatarios de otros grupos musulmanes de todo tipo de delitos y vitorear los abusos cometidos con mujeres y amas de casa? ¿Cómo reaccionará un agnóstico ante esta demostración de "fervor religioso"? ¿Qué musulmán podría pensar por un momento que nuestro Profeta habría aconsejado a los ulemas de su umma lanzar arengas provocativas y destructoras; o que les habría ordenado pronunciar sermones furibundos de forma que pueblos enteros de gente pobre y desvalida fueran incendiados? No satisfecho con todo esto ¿podría el Príncipe de la Paz, el Profeta Muhammad (lpbD), haber dicho a los líderes religiosos que tratasen como apostatas a aquellos musulmanes cuyo entendimiento del Islam no coincidiese con el suyo? ¿Habría autorizado la matanza de ellos y de sus esposas y la destrucción de sus mezquitas y templos como el único camino divino para borrar la apostasía? 

Éstas son las preguntas sobre las que deberíamos reflexionar todos seriamente. Los musulmanes deberían considerar la actitud de estos ulemas puesto que la represión, tortura, ejecución, incendio y demolición de las mezquitas u otros templos no son la tradición del Profeta Muhammad (lpbD). Cada piedra de las calles de la Meca sobre las que fueron arrastrados los llamados apostatas dan testimonio de esto. Igualmente, cada grano de ardiente arena de Arabia donde se torturó a gente indefensa por aceptar el Islam. Los guijarros de Taif, donde se derramó la sangre del Profeta, dan testimonio del hecho de que nuestro gran Maestro, misericordiosamente, no enseñó que la creencia religiosa era obligatoria y que no ordenó el incendio de las casas de adoración en nombre de la adoración, o deshonrar a las mujeres en nombre del honor. Los musulmanes agachan la cabeza avergonzados y sus almas gritan sobre los líderes religiosos actuales que predican la violencia en nombre del Profeta.

(lpbD), que la paz de Dios sea con él.

Los talibanes toman el control de Afganistán.
Los talibanes toman el control de Afganistán.

Etiquetas

Volver arriba