"DÍ QUE SÍ", una película disparatada y terapéutica

El cartel de la izquierda nos anuncia el film "Dí que sí" en su versión original en inglés ("YES MAN"). El actor cómico Jim Carrey se contorsiona y realiza gestos histriónicos, siguiendo el guión y su particular carisma de payaso feliz.
Su historia trata de un empleado de banca, Carl Allen, amargado y tristón, que, para no ser menos que la mayoría de los agentes financieron de hoy, se niega sistemáticamente a conceder créditos a sus clientes. Divorciado y solitario, rechaza toda invitación a una fiesta o a tomar una cerveza. Disfruta, eso sí, en su secreta intimidad, los últimos films que acaba de conseguir en el videoclub.
Pero un día, empujado por un amigo, se presenta en un seminario de autoayuda dirigido por cierto gurú muy persuasivo y exitoso (Terence Stamp), ante quien se compromete a responder siempre afirmativamente a cualquier propuesta, cualquier invitación que le llegue de un semejante.

Sí, ¡Sí!, ¡¡¡Sí... !!!

El espectacular interrogatorio de Carl ante centenares de entregados fieles de la filosofía del SÍ es la escena que más me ha impresionado del film por la descarada, brutal manipulación del líder. A partir de ahora, jamás responderá que NO a nadie, siempre dirá que SÍ a todo el que le sugiera alguna actividad o alguna creencia. Nos encontramos frente a la religión del SÍ, a todo y a todos, sean amigos o sólo conocidos, incluso aunque sean extraños...

Como el aprovechado mendigo que encuentra a la salida de la convención... Hace autostop a Carl, y le saca los hígados, sabiendo que tendrá que decir que SÍ a todo... En esta etapa de maníaco neoconverso, todo le sale bien (o eso le parece a él). Es la gran oportunidad de Jim Carrey para regalarnos más y más histéricos gestos:solicita por internet una novia iraquí, practica puenting, aprende a pilotar aviones, se apunta a clases de coreano, de fotografía, de guitarra..., acepta sexo con una vecina anciana, etc.Hasta le va muy bien en su vida profesional, porque las fiestas temáticas de su jefe, que él anima, hacen subir su prestigio de hombre de éxito...

En este laboratorio manicomial, se topa con otra friki, Allison(Zooey Deschanel), atractiva cantante, motera y profesora de fotografía/jogging... Se enamora de ella y se corren juntos extravagantes juergas...
Tanto desmadre tenía que aterrizar alguna vez. Y Carl Allen descubre, al fin, que no había entendido bien la propuesta del gurú. Que era conveniente decir que SÍa todo, pero sólo al principio, como ejercicio didáctico. Que algunas veces sería necesario responder que NO, pero que es muy positiva una perseverante actitud del SÍ a las oportunidades de algo nuevo, de algo diferente, que nos irá presentando la vida... (Para ver un trailer de la película de 2,2 minutos, pulsar aquí.)

¿UNA PELÍCULA TERAPÉUTICA...?

Cuando somos NIÑOS, tenemos que decir que SÍa nuestros padres y educadores, que nos transmiten su cultura y sus genes: eso es lo mejor para nosotros.

ADOLESCENTES, solemos resistirnos a entregar ciegamente la llave de nuestra voluntad a los valores familiares, y esto también fue bueno para nosotros, aunque se nos tachase de rebeldes y negativistas (decir que NO a la injusticia, a la mentira, al qué dirán, a rancias tradiciones..., podía habernos sido útil como siembra personal de positivos valores...).

Llegados a la madurez del ADULTO, el ingenuo SÍ del niño y de Carl en su etapa de sectaria adicción, nos parece infantil y peligroso. Pero tampoco nos atrae el terco NO del hombrecito de 17 años, ni el amargo rechazo del empleado de banca que negaba préstamos y eludía amistades. El Adulto que nos gustaría ser, probablemente juega al SÍ y al NO, preferentemente al SÍ..., gobernando ambas opciones con serenidad y buen pulso.

¿Por qué sugiero que el film "Dí que SÍ" podría ayudarnos en nuestro desarrollo personal? Ante todo porque es una película entretenida, y probablemente nos reiremos con ganas, un sano ejercicio. Además, porque se basa en el relato autobiográfico "YES MAN", de Danny Wallace, que cambió positivamente su vida abriéndo inteligentemente su corazón a la magia del SÍ...
La moraleja más obvia del ingenioso guión nos señala que sería bueno, y acaso necesario, estar un poquito más abiertos a las oportunidades que nos acerca cada día el ángel de nuestra guarda, y decir que SÍ, de vez en vez, a algo interesante, aunque desconocido, y ver qué pasa, que a lo mejor no es tan disparatado y nos abre los ojos y el corazón a paisajes de amor y vida que ni sospechábamos...

"CUANDO LA OCASIÓN ALBOREABA"

El arrollador gurú de Carl le había ordenado:
"Cada vez que se presente un oportunidad, dirás SÍ.
El rígido empleado no escurrió el bulto y dijo SÍ a aquel momento, la oportunidad de su vida. No sabemos cuántas veces hemos fallado cada uno de nosotros al luminoso kairósque nos urgía una respuesta. Todo ha quedado escrito.José Moreno Villa nos anima a ser fieles al SÍ, y no dejar escapar las ocasiones de oro que nos invitan al compromiso:
CARGOS
No tienes perdón.
El Arcángel de la balanza
considera menguado al hombre
que la ocasión desampara.
Yo no sé qué mosca de oro
fascinó tu alerta mirada;
yo no sé por qué te dormiste
cuando la ocasión alboreaba.
Yo no sé cómo no sintieron
tus manos –proas de esperanzas–
el encontronazo divino
que hace posibles las hazañas.
En el valle de Josafat,
el Arcángel –la acción sagrada–
te rechazará por inválido
con un ademán de su espada.
Pues el momento vino a ti
con todo lo que tú soñaras,
y lo dejaste patinar
y hundirse de nuevo en la nada.