Dentro de latrilogía de la ternura –Album de familia (2000), La mirada inocente (2003) y El reino de la niñez (2006)- nos detendremos brevemente en este último título, singular bestiario fluvial que ha sido editado, con ilustraciones de Rafael Baena Pastor, en la colección de poesía para niñosAjonjolí de "Hiperion".
La escritura de estos versos coincide con un momento de plenitud lírica del escritor, que regresa de nuevo a la infancia (si es que alguna vez se alejó de su recuerdo), pero ahora con el corazón rebosante de piedad y cariño(pulsar). "A veces lo que hago -nos dice el poeta- es compadecerme de mí mismo, de cuando era niño, pero no siempre con dolor sino a veces con alegría, porque fue una época dorada de alguna manera, aunque estaba rodeado de muchas tristezas. Creo que he aprendido a conocerme a través de mi poesía, y eso me da una enorme satisfacción."
Finalizada la Guerra Civil, regresa a Talavera con cinco años, donde vivirá con los abuelos maternos su niñez, a orillas del Tajo. Evocando aventuras y emociones de entonces, escribe desde hoy y se identifica con el curioso niño que era. "Cuando me pongo a escribir -explica- noto que la infancia mía vuelve a resurgir como viva. Yo me encuentro siendo niño en Talavera... Decía Hierro que, para entender bien mi poesía, había que pensar en la pureza; es verdad, pureza, inocencia... todo nuevo, los olores, los sabores, como esas manzanas... En esa visión, yo me estoy viendo como era, me reconozco perfectamente, y entonces no cuento lo que pienso yo, sino lo que pensaba por entonces. Y ahí surge esa inocencia, esa indefensión del niño ante el mundo..."
¿POR QUÉ ESTE PEZ ME MIRARÁ TAN TRISTE?
Poetiza desde aquí los años de su infancia, describiendo, por ejemplo en "Pez prisionero", primer poema de hoy, su compasión hacia criaturas que sufren y aman como él, y hace suyo el dolor y la alegría de los seres vivos presentes en su entorno. Los habitantes de las aguas del Tajo son un poco su familia: las carpasde verdoso lomo, las anguilasde altas piernas,el luciola cabeza en flecha,las bogasde aletas blanquecinas, y los inocentes jaramagos, los místicos sapos...
El poeta talaverano conoce bien el arte de la pesca: su padre y el padre de su padre fueron pescadores. Por eso libera con habilidad al pescado de la red, y es hermoso el diálogo de miradas que se establece entre los dos. Le abandonará finalmente al agua como quien confía un pájaro a las azules olas del cielo...
PEZ PRISIONERO
¿Por qué este pez me mirará tan triste?
Está con las agallas y con las dos aletas
enredado en las redes del trasmallo
y no sabe la forma de librarse.
Mi mano delicada
y temerosa trata de ayudarle.
Le separa los hilos
del cuerpo, le sujeta
la cabeza, que sangra ligeramente, le alza
la cola, y al final se queda libre.
Pero no puede andar.
Caído entre las hierbas de la orilla
me mira tristemente y no sé que me dice
cuando abre la boca y redondea los labios.
Yo creo que pronuncia mi nombre muy despacio
y que me muestra su agradecimiento.
La verdad, no le entiendo muy bien, pero lo cojo
con las dos manos –tiemblan sus escamas
y palpita su cuerpo de la boca a la cola–.
Lo acerco hasta mi pecho donde late la vida,
y en una ceremonia de nacimiento y muerte,
entro en el río con el pez en brazos
hasta que el agua cubre mis rodillas.
le acaricio la frente como a un niño
y lo echo a la corriente. ¡A ver qué pasa!
"ERA ALGODÓN MOJADO..."
Peces con aletas por las aguas del Tajo. Pájaros con alas por los cielos de Talavera. Como el pájaro carpinteroque hace su nido en un agujero, como las mariposasabriendo sus banderas de colores, y las cigüeñas que surcan como un barco la llanura del cielo, y los vencejoslas ardillas del cielo, y como el búho color de la madera del bosque,la gaviota del Tajoque vuela corto y que planea bajo, y como la lechuzaaguda y pensativa...Como las golondrinas, la perdiz enjaulada, como el canario...
La lista se haría interminable. Porque las orillas del río, en una sociedad todavía rural, proporcionan un hábitat generoso y fecundo para la vida natural... El género literario que Benito de Lucas utiliza preferentemente, con ingenio y humanidad, en este poemario para niños y en casi toda su producción, consiste en referir una pequeña historia, generalmente aleccionadora, en la que no existen animalejos actores,como en las fábulas, sino que es el propio poeta quien narra, con lenguaje sencillo, ingenuo, puro,experiencias personales que le sucedieron, o pudieron sucederle, cuando era niño, cuando ya es hombre.
El suceso del gorrión herido, que se ofrece a continuación, repite el generoso, el simbólico gesto, que leímos en "Pez prisionero", de acercar al propio corazón el desvalido, agonizante ser vivo que no podía nadar, que no podía volar...
GORRIÓN HERIDO
Era una primavera lluviosa. El tenue peso
de las gotas caía sobre el ala indefensa
de un gorrión herido que a la orilla
del río intentaba inútilmente el vuelo.
Con los ojos cerrados
le escuchaba llorar, pedir auxilio.
Los niños protegidos
por el dintel sonoro de la infancia
reían contemplando su lucha con la muerte.
(Nosotros no sabíamos
nada de muerte ni de lucha, sólo
habíamos aprendido
a reír bajo un cielo ceniciento).
Y, de pronto, pensé, por qué no hacerlo.
Como si fuera yo quien se mojara
–tan tierno e indefenso como él–¬
corrí en su ayuda, lo tomé en mis manos
–era algodón mojado– lo apreté contra el pecho,
le soplé con mi aliento entre las plumas
y con las alas vírgenes de lluvia
voló zigzagueante hacia otro cielo.
"EL TAJO ES UNA SALA DE MÚSICA..."
Ha quedado para el final el más espléndido poema, una sinfonía musicalde aves y peces por el cauce del Tajo. Cantan y dialogan desde el aire y los árboles, desde el agua y la corriente.Por la mañana y por la tarde no cesa el alboroto y los aleluyas. La noche es más tranquila:canciones lentas y afligidas, como de llanto o pena.
¿En qué rincón del escenario encontramos al poeta de “La experiencia de la memoria”? Sobre todo en los versos finales: “música de mi infancia, mi inocencia perdida, / que guardan en sus trinos los peces y los pájaros.” Estos menudos personajes paradisíacos han sido sorprendidos por el poeta en su pureza original, cuando naturaleza y hombre eran uno y se vivía tan real el amorcomo la luz y la vida... Regresó primero el autor a su infancia, contempló la creación con asombrados ojos y se puso a escribir, en trance, lo que en su corazón ardía...
SALA DE CONCIERTOS
El Tajo es una sala de conciertos de agua
con plateas de juncos, puentes de anfiteatros,
desde donde se escucha cantar las más hermosas
canciones de la boca de peces y de pájaros.
Por la mañana empiezan su concierto las aves:
las tórtolas, los mirlos, la perdiz desatando
un suave parloteo con la urraca ladrona
el gorrión chillón, vecino de este barrio.
También actúa el jilguero, de garganta menuda
voz de vicetiple, subido en el estrado de la rama
de un olmo con un coro de voces
que entonan a las aguas sus jubilosos cánticos.
Los dirige con mano firme, con la batuta
bífida, señalando a uno y otro lado,
con la cabeza quieta; pero mirando a todos,
vestido de inocencia, impasible, el lagarto.
En la sesión de tarde intervienen palomas
torcaces y cigüeñas desde los campanarios,
vencejos, aviones, golondrinas, que frotan
sus alas con el aire y suena a stradivarius.
El ruiseñor que canta por fina maestría
y también la calandria desde el trono de un árbol
a quienes les responden, saltando en la corriente,
redonda voz de carpa y el lucio, voz de bajo.
Y por la noche canta la anguila tiernamente,
y el búho admonitorio, y la boga, y el barbo
unas canciones tristes, recordando a sus padres
que se llevan las aguas a Portugal, río abajo.
El Tajo es una sala de música que suena
al compás de la vida de todo lo creado,
música de mi infancia, mi inocencia perdida,
que guardan en sus trinos los peces y los pájaros.